La avasalladora presentación de la multiinstrumentista estadounidense Anne Erin Clark, sobre el escenario Corona, durante la décimo cuarta edición del festival Corona Capital, este 16 de noviembre, bajo su proyecto St. Vincent; dio evidencia del talento y experiencia que respaldan las casi dos décadas de existencia de su seudónimo.
La estética de su música e imagen se ha convertido en el sello de St. Vincent, precisamente bajo el concepto de hacer alusión a “el lugar donde los poetas vienen a morir”, la compositora sabe jugar con el sentido oscuro de la idea para reutilizarlo y darle un significado casi erótico: entre coreografías sugerentes, bailes sensuales y una interacción juguetona con sus músicos durante su acto, Clark atrapó la atención de la audiencia que asistió al Autódromo Hermanos Rodríguez la noche del sábado.
No es novedad la energía y fuerza como front que caracteriza a Erin, quien no escatima en lanzar arriesgadas vocalizaciones tan altas y desgarradoras como su rango le permite, un manejo de sus cuerdas vocales tan asombroso como del resto de los instrumentos que pasan por sus manos; quien sigue siendo como ese mítico ser que es escaso en su especie.
Durante su presentación sonaron temas como “Reckless”, “Fear the future”, “Los Ageless” y “Big time nothing” que fueron las que abrieron el show, posteriormente cautivó con “Marrow”, “Pay your way in pain”, “Digital witness”, “Flea” y “Cheerleader”, para finalmente cerrar efusivamente con “Broken man”, “Hell is near”, “New York”, “Sugar boy” y “All born screaming”.
Es sin duda otro de los proyectos difíciles de catalogar – al igual que Crystal Fighters en esta edición –, por su combinación sonora que va desde el soft rock, el pop barroco, el hard rock, el electro pop, hasta jazz y dance, por lo que, para quienes no conocían el proyecto, fue una gran oportunidad de dejarse sorprender por este peculiar sonido y talento.