No cabe duda que la historia de los Supervivientes de los Andes ha sido de gran relevancia en nuestro país. Este hecho fue recordado por J.A. Bayona en La sociedad de la nieve, donde se resalta el factor más humano de estas víctimas.
Crónica Escenario charló con dos de los miembros de su memorable cast, Felipe Otaño, quien dio vida a Carlitos Páez, y Rafael Federman, que encarna a Eduardo Strauch, donde compartieron la relevancia de esta cinta en sus carreras y un poco de lo que podremos esperar en los conversatorios a realizarse en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México del 19 al 22 de noviembre.
“Todos los que interpretamos a sobrevivientes tuvimos la suerte de poder conocerlo a todos. En mi caso, con Eduardo en Montevideo pudimos vernos y charlar un poco sobre lo que él vivió, sobre los detalles de lo que experimentó”, dijo Rafael.
“Como estaba todo el tiempo ese diálogo en la película, justo antes de filmar una escena, quizás le mandaba un mensaje para consultar sobre alguna cuestión en particular. Eso estuvo muy bueno a la hora de trabajar en componer un poco el personaje para esta peli”, comenzó comentando Federman sobre su rol.
“En mi caso, a diferencia de todos los que conocimos a nuestros sobrevivientes, también trabajé con él porque Carlitos actúa de su padre y teníamos que generar también ese vínculo padre-hijo. Estuvo buenísimo conocerlos porque creo que hablar con alguien que vas a interpretar, le captas algo de su energía”, siguió su compañero.
“En mi caso fue más eso que preguntar por detalle qué hizo, porque como tiene libros y tiene bastantes documentos, pude sacar información desde antes, pero al conocerlo siento que pude sentir algo de su vibra y llevarlo para el personaje. Fue algo muy fuerte pero muy lindo, generé un gran vínculo con él”, sumó Otaño.
La sociedad de la nieve creó un sorprendente impacto en la audiencia y crítica, situación que le alcanzó al filme para alcanzar la nominación al Oscar y marcar las carreras de estos jóvenes histriones.
“Es una producción alucinante y estar ahí era como un sueño. Llegué a través de un casting muy abierto, lo encontré de casualidad en una historia en Instagram, me mandé un mail, me postulé y a partir de ahí fui avanzando la montaña. Era una producción alucinante y nosotros somos los que íbamos a estar enfrente de la cámara, entonces eso te potenciaba, te daba hambre de gloria y de estar a la altura”, recordó Felipe.
Tanto “Pipe” como Rafael formaron parte de este proceso de creación de una verdadera hermandad como la de los mismos supervivientes. “Antes de rodar, tuvimos toda una preparación previa en Barcelona, que fueron dos meses conviviendo todos los días, ensayando desde temprano en la mañana y después yéndonos a entrenar juntos, comiendo todas las comidas porque estábamos con una dieta específica en ese momento”, dijo Felipe.
“Entonces todo eso empezó a armar el grupo. Encima se le sumó que en ese momento había otra ola de COVID 19 y entonces teníamos que estar en una burbuja grupal, sólo podíamos convivir entre nosotros y creo que todo eso colaboró a que se creara nuestro grupo de trabajo”, enfatizó el actor.
“Nos tuvimos que ir lejos de nuestras casas. Las condiciones nos fueron uniendo mucho. También estábamos apadrinados por un grupo humano muy único. Y nada, era como una misión que se sumó al vínculo con los sobrevivientes, que se iban manteniendo y lo íbamos compartiendo con nosotros. Fuimos un grupo que se armó con esta historia todo el tiempo porque la trabajábamos, hablábamos de ella y veíamos los paralelismos con lo que nos empezaba a pasar a nosotros” agregó Federman.
“Esto es una historia muy única y que al ver la película ya te atraviesa, pero nosotros la vivimos durante casi dos años en total, entre días y vueltas, estando todo el tiempo. Aprendíamos mucho, y la experiencia me cambió mucho, me hizo ver muchas cosas de forma distinta, y también todo lo que nos pasó a nosotros como grupo, como trabajo. Fue todo una etapa muy de formación que nos dejó huella para el resto de nuestras vidas”, expuso Otaño.
“Entre tantas de las cosas que tuvo esta peli de repercusiones para nosotros y a nivel personal, una claramente es ahora estar viajando, haciendo estos conversatorios porque hay algo del recibimiento que tuvo la película en la gente, sobre todo en Latinoamérica, que es muy especial e increíble. A donde vayas, la gente la vio y tiene algo para contarte, alguna historia personal o se siente atravesada por algo. Lo grupal y la cuestión más comunitaria para salvarse la permea”, complementó el actor que da vida a Eduardo Strauch.
Rafael habló también de la conexión con sus compañeros, Francisco Romero y Esteban Kukuriczka, que hacen de los otros primos Strauch. “Bueno, compartía mucho con ellos porque éramos los tres familiares. Teníamos estos subgrupos entre los que nos hacíamos chistes en rodaje y a cada uno le tocaba transitar y compartir según la historia, generándose esos vínculos que tuvieron los sobrevivientes en la historia entre nosotros los actores también. Eran unos paralelos donde se trasladaban muchos lazos a partir de la historia”, expresó.
Por su parte, Felipe señaló cómo fue representar al más joven de los supervivientes, Carlitos. “Apenas cumplió 19 años en el accidente, así que fue un reto contar historias de una persona dentro del gran relato del grupo. Entonces lo abordé con detalle y más que nada sabiendo, en la construcción del personaje, que era la experiencia de todos lo que cuenta la peli. Y sí, a mí el personaje me encantó, me costó mucho imaginarme a su edad pero me pareció algo increíble”, sumó.
Otro de los desafíos que recordaron fue la transformación física a la que se sometieron para La sociedad de la nieve. “Tuvimos que arrancar con un peso alto para poder hacer la bajada. Entonces todos empezamos con unos meses de una dieta para subir peso y entrenando bastante”, dijo Federman.
“Dependiendo del personaje, había quienes tenían que estar todavía más entrenados. En mi caso, subí 12 kilos que después tuve que bajar. Pero además de esto, después era una cuestión de estado emocional en el cual todos compartíamos la misma dieta de bajada de peso y en un momento estábamos todos ya comiendo muy poco hacia el final”, siguió.
“Estábamos un poco más débiles todos aunque igualmente después nos íbamos a un hotel y dormíamos bien, nada que ver con lo que vivieron los protagonistas reales de la historia, obvio. Pero sí creo que eso ayudaba a estar en un estado un poco más cercano al que experimentaron ellos”, meditó Federman.
“Íbamos entrando a un estado un poco animal. Con tantas horas de trabajo, estábamos muy cansados, mucho tiempo lejos de nuestras casas, con mucha exigencia emotiva y con poca energía porque comíamos muy poco”, continuó su compañero.
“En mi caso bajé 15 kilos, hay varios que bajaron muchos más y fue todo un reto físico porque también era tanto frío más toda la energía que es el moverse en la montaña. Es distinto lo que te pide el cuerpo y fue muy fuerte para el mismo. Entre los flacos que estábamos y el maquillaje se construyó algo”, mencionó Otaño.
Finalmente, ambos artistas están entusiasmados por poder conversar con la gente sobre esta experiencia memorable. “Estoy feliz de estar en México. Carlitos me dijo siempre que es el país que más consume la historia, es un poco muy suya también. La gente tal vez la conoce incluso más que en Argentina, antes del boom de la película”, expresó Otaño.
“Entonces siempre tuvimos muchas gana de ir, nos costó coordinar las agendas pero estamos con muchas ganas y es hermosa la oportunidad que nos está dando el conversatorio de ir conociendo América Latina entre amigos, haciendo algo que es lindo, que lo pasamos bien y que el público termine agradeciéndonos mucho”, manifestó Felipe.
“Este conversatorio es algo buenísimo porque también es contar nuestra historia que vivimos y transmitirla. Como lo hacemos en grupo de a ocho, creo que hay algo lindo de que se vea el alma de todos nosotros. Ya estuvimos en Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y seguimos viajando. Es una oportunidad única de conocer al público, que es algo que el cine no te lo suele dar. Estamos vinculando la cinta con algo medio teatral y escénico y está buenísimo eso”, acotó Rafael.
“También existe esa frescura de que cada conversatorio es único, porque como abrimos preguntas al público y buscamos ir contando cada uno cosas distintas para no repetir, salen cosas que a veces ni sabíamos entre nosotros y se genera algo muy lindo”, declaró Otaño.
“La mayoría venimos de estudiar teatro y creo que es interesante para cualquiera la charla, pero particularmente para alguien que esté estudiando cine o actuación o que quiera dedicarse a algo artístico. Está bueno escuchar las historias de personas que arrancamos como nada, formándonos y armándonos ahí un camino en esto”, concluyó Federman.