Luego de dos años de haberse presentado en México, Iron Maiden regresó a tierras aztecas como parte de su gira The Future Past World Tour 2024 al Estadio GNP la noche del miércoles, en un show vertiginoso plagado del clásico heavy metal que caracteriza a la banda inglesa, aunque con un show no tan llamativo como en otros años.
Previo a su presentación, Ágora y Disturbed fueron los encargados de arropar a los miles de fanáticos que llegaron temprano para alcanzar un buen lugar, quizás hasta enfrente y poder experimentar la vertiginosa noche que aguardaba protagonizada por Bruce Dickinson, Steve Harris, Nicko McBrain, Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, osea Iron Maiden.
Luego de casi media hora de retraso, lo cual suponemos fue hecho a propósito para que se los fanáticos atorados en el tráfico llegarán a la venue, o simplemente porque les vino en gana a las leyendas del Heavy Metal, una larga espera que valía la pena pese al frío que estaba presente en la zona oriente de la ciudad de México.
Rondando las 21:15 hrs la silbadera se presentó por fanáticos en toda la venue, la cual extrañamente no terminó de llevarse por completo llegando a albergar por ahí de 55 mil fanáticos de 65 que tiene capacidad el GNP, momento para recordar los shows que han hecho varios de los integrantes en solitario o con sus bandas alternas como British Lion de Steve Harris en el Foro Puebla la noche del martes o el show de Bruce Dickinson hace algunos meses en abril en el Pepsi Center.
Con una explosión sonora y un escenario retro futurista Iron Maiden pareció en el escenario interpretando de forma inmediata “Caught Somewhere in Time” del álbum Somewhere in Time de 1986, seguida por “Stranger in a Strange Land” del mismo álbum, que fue uno de los discos principales a los que se abocó la banda británica.
“Es fantástico escuchar a miles de personas tan emocionadas”, expresó un visiblemente alegre y complacido Dickinson junto con la aparición de la versión postapocalíptica de Eddie The Head , la emblemática mascota de la doncella, la cual tuvo algunas apariciones más hasta tener un duelo, digno de western de Sergio Leone durante “Heaven Can Wait”.
El otro material al que le dedicaron más tiempo fue el más reciente lanzado por la banda británica, el Senjutsu de 2021, pues la doncella de hierro interpretó “The Writing on the Wall”, “Days of Future Past”, “The Time Machine”, “Death of the Celts” o “Hell on Earth”, los cuales ya son consentidos por los fanáticos más fanáticos.
Iron Maiden se lució completamente a cada rola que interpretaban, las guitarras de Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers se rifaron con solos memorables y riffs vertiginosos, el bajo de Steve Harris retumbó espectacularmente especialmente cuando tomó protagonismo en “Death of the Celts”, los tamborazos furiosos de Nicko McBrain retumbaron por todo el estadio y la característica voz de Bruce Dickinson conquistó de nueva cuenta a la afición mexicana, proveniente de distintos puntos geográficos del país.
La sorpresa llegó con “Alexander the Great”, pieza que fue interpretado en vivo por primera vez en la historia de la agrupación durante su actual gira y que provocó que las melenas se azotaran, las air guitar sonaran mejor que nunca y los saltos cimbraran al GNP. Totalmente una locura.
“The Prisoner”, “Can I Play With Madness”, “Fear of the Dark” y “Iron Maiden”, cerraron la velada, en un setlist atípico y en un show no tan espectacular como ya nos tenían acostumbrados la banda, que solo apareció con una mampara al fondo donde los escenario cambiaban conforme las canciones fueron interpretadas, eso sí imágenes alucinantes, además de un par de pantallas a lado donde se proyectaban imágenes de Eddie o llamas.
La banda se despidió alegremente de su público mexicano prometiendo en modo broma regresar en un par de años, Dickinson regreso luego de esta despedida clásica y de “mentis” portando el ya característico sombrero de charro, asegurando el grito de los fanáticos, e interpretando “The Trooper” y finalmente “Wasted Years”.
Otra de las sorpresas fue ver a los fanático de distintas generaciones, jóvenes y adultos mayores disfrutando un concierto espectacular, además de familias como Juan Romero y su pequeño hijo Santiago, de 7 años, que visitaron la ciudad desde Monterrey y compartieron a Crónica Escenario sus impresiones del concierto.
“Fue muy agradable, muy ordenado y muy bueno el espectáculo, venimos a ver a Maiden y para convivir entre nosotros, yo escucho Maiden desde hace mucho tiempo y a el niño le gusto y pues quiso venir a verlos en vivo, creo que el concierto estuvo muy bien organizado si acaso ahí el público ya muchos somos adultos y ya no se pone tan prendido como antes pero ahí los jóvenes hacen su chamba, a mi hijo le gusta el rock le dio por este lado y hay que apoyarlo”, dijo Juan Romero mientras que el pequeño Santiago asentía y cargaba feliz su poster de Iron Maiden y portaba con orgullo su playera del álbum Fear of the Dark. Maravilloso.