El cantante, compositor, multiinstrumentista y productor discográfico inglés James Blake trajo toda su magia al Pepsi Center la noche de este martes en un concierto de ensueño ante un público multigeneracional, el cual experimentó la fusión sonora y la emotividad del músico inglés.
Previo a la salida del músico inglés se presentó un guitarrista y DJ, Airhead, nombre artístico de Rob McAndrews que con su combinación de sonidos oníricos y minimalistas cautivó a los fanáticos que ya se aglomeraban a frente al escenario y que disfrutaron la presentación, mientras poco a poco los espectadores se apoderaban del recinto.
Alrededor de las 21 horas James Blake salió al escenario envuelto en cientos de aplausos y gritos de los fanáticos que para este momento ya habían llenado considerablemente la venue de la colonia Nápoles.
James Blake y su show más grande hasta ahora en México se presentó acompañado de dos músicos que lo acompañaron, uno de ellos con una guitarra y un sintetizador y el otro en una batería sencilla.
Algo que resalto de forma inmediata fue que el músico inglés se presentó con cero apoyos visuales, pero eso si un espectacular juego de luces, que de alguna manera potenciaban las figuras de los músicos y los ponía en perpetuo contraste además de un audio arrollador.
Complacido y totalmente impresionado el músico inglés sonreía ante los vítores y solo se limitó a agradecer y reiterar lo fantástico que era ver a tanta gente escuchando su música, además agradeció emotivamente por el apoyo, luego de interpretar temas como “Life round here”, “Loading” y “Mile High”, para comenzar la velada.
El gran mensaje que cargo toda la noche fue la importancia de ser independiente ya que constantemente durante el concierto reiteró esto: “Sé que es difícil escuchar una nueva canción, pero estoy muy orgulloso de estas nuevas canciones. Algo cambió este año, llegué a una pared con la industria musical, ahora soy independiente. Ahora que regresé a escribir me sentí sumamente libre. Estoy trabajando en un disco”, recordó.
El concierto continuó con “The limit to your love”, “Lindisfarne I”, “Lindisfarne II”, “Say what you will”, “Stop what you’re doing”, “Are you in love?” y “Like the end”, esta última un estreno reciente, haciendo un viaje entre la emotividad y la experimentación electrónica, llevando una y otra vez en este vaivén musical.
La fuerza de James Blake se encuentra en su extraordinario talento, letras íntimas y profundas llevadas por una voz suave y melodiosa y desde luego beats potentes de música electrónica, de eso que te erizan la piel y te hace sentir que tu esqueleto se quiere salir del cuerpo y bailar.
El set se complementó con “Can’t believe the way we flow”, “Thrown around”, “I’ll come too”, “Tell me”, “Voyeur”, “Godspeed” y “Retrograde”.
Finalmente James Blake cerró, luego de un breve descanso, con “A case of you” y “The Wilhelm scream”, logrando crear una experiencia muy personal y sincera, mismo que reafirmó la relación con sus fanáticos, consiguió algunos otros nuevos adeptos y sostuvo contundentemente la importancia de la música indie.