Tras el fallecimiento de la actriz y productora mexicana Silvia Pinal a sus 93 años, se recuerdan algunos de sus momentos más icónicos y destacados de su extensa carrera artística. Uno de ellos fue cuando Diego Rivera le realizó un retrato que quedó para la posteridad en lo que pudo ser “el desnudo más hermoso del mundo”, según palabras del propio pintor.
¿Cuándo pintó Diego Rivera a Silvia Pinal?
En 1956, cuando Silvia Pinal tenía 25 años, Diego Rivera le ofreció a la actriz pintarle un retrato desnuda, situación a la que se negó, pero aceptó posar para la pintura usando un vestido.
Para ese entonces, Silvia Pinal ya era una figura reconocida dentro del cine mexicano e internacional gracias s u participación en filmes como Viridiana, El Ángel Exterminador, El Rey del Barrio o Un Extraño en la Escalera y estaba casada con Gustavo Alatriste, quien fue el segundo de sus cuatro matrimonios.
Por su parte, Diego Rivera se encontraba ya en la parte final de su trayectoria como artista y también en los últimos años de su vida, por lo que ya contaba con amplia experiencia en murales y retratos que le valieron el reconocimiento internacional hasta la actualidad.
El propio Rivera reconoció que su interés era hacer un retrato desnudo, condición que no fue aceptada por Silvia Pinal, quien optó por un vestido negro y escotado de la espalda para lucir en la pintura.
“Silvia dirá que soy irrespetuoso, ineducado e indiscreto. Pero a mí me gusta ese vestido porque acusa muy bien la forma, aunque yo hubiera deseado pintarla sin él.
La belleza no debe ser propiedad privada. Estoy seguro que con Silvia, yo hubiera pintado el desnudo más hermoso del mundo”
¿Dónde está el retrato de Silvia Pinal pintado por Diego Rivera?
En vida, Silvia Pinal dejó claras las condiciones que quería para esta obra. El retrato es propiedad de sus hijos (Alejandra Guzmán, Luis Enrique Guzmán y Sylvia Pasquel) y no puede ser vendido, subastado o donado a menos que las tres partes estén completamente de acuerdo, según el fideicomiso. Actualmente, la pintura se encuentra en la casa del Pedregal donde Silvia Pinal vivió sus últimos años.