Escenario

CORTE Y QUEDA. El documental sobre el reconocido músico español, dirigido por Santos Bacana, Cris Trenas y Rogelio González, llegará a las salas nacionales luego de ser nominada a los Goya

‘Esta ambición desmedida’: El viacrucis de C Tangana en su gira más ambiciosa

C Tangana en ‘Esta ambición desmedida’ Fotograma del filme. (Cortesía)

Los documentales que retratan la carrera de un artista siempre terminan siendo cartas de amor a su trabajo y profesión, buscando complacer el ego de la persona retratada y, de paso, proporcionarle a sus seguidores una cinta donde puedan seguir admirando a su artista, en ocasiones, ese retrato permite observar cosas que los creadores del trabajo no tenían intenciones de mostrar pero que resultan fascinantes al ojo atento, tal y como pasa con Esta ambición desmedida, la cinta que sigue a C Tangana en su gira para promocionar El Madrileño.

Después del éxito del disco de El Madrileño, C Tangana se enfrenta al reto de crear la gira más ambiciosa de su carrera y revolucionar el concepto del directo. Un viaje que sigue al artista durante más de cuatro años. Desde la génesis del disco en Cuba hasta la conceptualización del show, la hostilidad de las negociaciones, los ensayos, las conversaciones incómodas, las celebraciones más íntimas y la vorágine de conciertos por toda España y Latinoamérica.

El documental es dirigido por Santos Bacana, Cris Trenas y Rogelio González, quienes siguieron a “Pucho” durante cuatro años, recabando así alrededor de 400 horas de material audiovisual, el cual se condensa en casi dos horas de pantalla, donde seguimos el proceso de la gira Sin cantar ni afinar, desde la decisión de llevar a cabo hasta su último concierto, pasando por situaciones habituales pero que permiten conocer los entretelones del proceso.

Lo primero que llama la atención son las dudas de C Tangana de aventurarse en esta gira, el mismo reconoce que no es un cantante, que es uno muy limitado y que en realidad es un creador más que interprete, verlo lanzarse a la gira más impulsado por presiones externas que por una convicción nos permite ver cómo los artistas deben ceder ante el mercado.

A pesar de que las decisiones no pueden ser lo mejor para ellos, y, en uno de los pocos momentos en verdad reveladores, le vemos ir depurando su setlist el cuál debe ser menor a la hora y media de presentación, ya que él considera nadie quiere estar más de ese tiempo en un concierto, a menos que seas los Rolling Stones.

Otro aspecto interesante es cuando en el trabajo, C Tangana descubre que la gira ha sido poco planificada y que, al final, las posibilidades de recuperar los costos es casi imposible, navegando entre el salir tablas o perder dinero dependiendo de las vicisitudes se puedan encontrar, llegando a ser insostenibles algunas situaciones, como la enfrentada en República Dominicana donde por cuestiones ajenas a ellos deben permanecer casi una semana tras cancelar un concierto por el clima.

O estar en vilo por la posibilidad de perder las presentaciones en México porque las maletas con el equipo se encuentran detenidas en la aduana y donde, un inesperado contacto político, les ayudará a destrabar la situación.

Desafortunadamente el trabajo no profundiza en el proceso creativo del intérprete, no se muestra el como arma sus temas ni cómo surge la idea del concepto de la gira, desaprovechando la oportunidad de dejar un valioso testimonio sobre su ingenio, tampoco es un documental que abunde en canciones, son muy pocas las que llegamos a escuchar durante el mismo.

Vemos muy poco material sobre el escenario en conciertos y su interacción con el público, la mayor parte se va en tratar de capturar el carisma de C Tangana y su relación con la gente lo rodea, llegando a momentos muy emotivos como la cena comparten pocas semanas antes del inicio de la gira, donde él abre su corazón y les dice uno a uno el por qué los aprecia a su lado.

El escenario permite que se desarrolle en él un performance interesante, uno que combina diversos lenguajes musicales donde predomina la música electrónica, el rap y el flamenco; así como una representación teatral, donde una gran pantalla permite seguir cada paso y gesto de los invitados al bar donde se desarrollaba la acción, con una trama que iba hilando los temas, mientras el autotune se usaba con todo.

Y hay que dejar claro que es llamativo el uso de esa aplicación, al final de cuentas, son varios los momentos donde escuchamos a C Tangana cantar y suena mucho mejor que con ello.

Esta ambición desmedida fue nominada al Goya a Mejor Documental en la entrega del 2024 y formó parte de las galas del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México. Ahora llega a cartelera en espera de que sus fans acudan al llamado, aunque en realidad, aquellos interesados en cómo montar una gira y qué podrían prevenir deberían ser los que acudan a verlo.

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