Tras un estreno muy limitado en salas de apenas una decena de países, el nuevo trabajo del británico Steve McQueen, Blitz, llegó a AppleTV+ y lo hace ya como una de las favoritas a los Oscar, tanto en las categorías principales como para Saoirse Ronan, como actriz secundaria.
Con ecos del Oliver Twist de Charles Dickens y trazas de la discriminación racial que ya ha tratado en películas como 12 años de esclavitud (12 years a slave, 2013) o series como Small Axe (2020), McQueen construye una emotiva y emocionante historia en torno a una madre blanca y su hijo mestizo.
Ronan brilla en su papel de Rita, la madre de George, interpretado por el debutante Elliott Heffernan. Con un padre ausente, viven con el abuelo, otro actor novel a sus 66 años, el cantante Paul Weller, el mítico líder de The Jam y The Style Council.
Con una espectacular ambientación y secuencias que son capaces de encontrar poesía en los bombardeos sobre Londres, Blitz se desarrolla en una etapa muy concreta de la Segunda Guerra Mundial.
Blitz es como se conoce al periodo que va de septiembre de 1940 a mayo de 1941 en el que Alemania bombardeó incesantemente el Reino Unido, comenzando por Londres, al final de la Batalla de Inglaterra, un combate aéreo que supuso la primera derrota importante del Ejército alemán en esa guerra.
Una época en la que los londinenses ponían a salvo a sus hijos enviándolos lejos de la capital británica en viajes organizados por el Gobierno. Y eso es lo que hace Rita, pero su hijo no está de acuerdo, así que salta del tren que le lleva a un lugar seguro y decide regresar a pie a su casa.
McQueen aprovecha para lanzar una crítica contra el trato a los negros con una historia que a través de las vivencias del niño muestra el horror de la guerra, no solo por las bombas, sino por el comportamientos de personas sin escrúpulos que trataban de aprovecharse de la situación.
Una película escrita por el realizador, que partió de una fotografía que se guarda en los archivos del Museo Imperial de la Guerra y que muestra a un niño pequeño, negro, cargado con una maleta atada con cuerdas.
Eso le llevó a imaginar quién sería ese niño, como ha explicado McQueen en varias entrevistas, y escribió esta historia en la que, como en muchos de sus trabajos anteriores, la música desempeña un papel importante.
Ronan se muestra como una solvente cantante y demuestra que las canciones y los bailes fueron el refugio de la población británica para soportar unos bombardeos que les llevaban a refugiarse casi cada día en estaciones de metro, ante la falta de lugares más seguros.
Blitz aparece en las quinielas de los medios especializados de cara a los Oscar, no solo para el premio a mejor película sino en la mayoría de las categorías técnicas.
Ronan también está entre las intérpretes que podrían optar al Oscar a mejor actriz secundaria, una categoría que se presenta muy competitiva y que podría incluir nombres como los de Zoe Saldaña, por Emilia Pérez; Isabella Rosellini, por Cónclave; Felicity Jones, por The Brutalist, o Ariana Grande, por Wicked.