Es sorprendente que una historia tan local como la que relata los problemas de injusticia que sufren los periodistas en algunas localidades de México haya alcanzado un impacto internacional tan significativo, como ha ocurrido con Estado de silencio, de Santiago Maza.
El documental, que narra los peligros diarios de quienes ejercen el periodismo en zonas controladas por el crimen organizado, ha trascendido fronteras.
Desde su presentación en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde temas como estos resuenan fuertemente debido a la situación local, la película ha iniciado un recorrido que la llevó a la SEMINCI en Valladolid, España, y ahora al Festival Internacional de Cine del Mar Rojo (RSIFF, por sus siglas en inglés Red Sea International Film Fest) en Arabia Saudita, que se celebra del 5 al 14 de diciembre.
En este festival, la película ha sido recibida con entusiasmo, no solo por el público general sino también por una gran cantidad de periodistas internacionales presente en las proyecciones.
Durante las proyecciones, reporteros de países como Bahréin compartieron sus propias experiencias con la censura y los ataques al gremio periodístico, comparándolas con las situaciones presentadas en el documental.
Este intercambio cultural subraya la universalidad del mensaje de la cinta, que resuena incluso en contextos tan diferentes como el Medio Oriente y América Latina.
Tuvimos la oportunidad de hablar con el director de la película, Santiago Maza, quien compartió sus impresiones sobre la experiencia en Arabia Saudita.
“Cuando planeamos la ruta de festivales, pensábamos en escenarios cercanos como México, Estados Unidos o España. Pero la invitación al Red Sea Film Festival fue un lujo inesperado. Poder dialogar con el público árabe y escuchar sus opiniones ha sido invaluable”, comentó Maza a Crónica Escenario.
El director reveló que la conexión con el festival se logró gracias a Rosa Bosch, agente de ventas del proyecto en Europa, quien presentó la película a los organizadores. Estos se interesaron particularmente en los temas de libertad de prensa y periodismo, cuestiones que también son relevantes en sus contextos locales.
A pesar de la importancia del evento, no fue posible contar con la presencia de los productores Diego Luna y Gael García Bernal, quienes son también las caras más reconocibles del proyecto a nivel internacional. Maza explicó que ambos fueron invitados, pero debido a compromisos previos y la carga de trabajo al cierre del año, no pudieron asistir.
“Es un festival joven y lleno de energía, les habría encantado estar aquí, pero lamentablemente no fue posible”, agregó.
En cuanto a la recepción de la película, Maza destacó que las preguntas del público reflejaron un profundo interés en los paralelismos entre la situación de los periodistas mexicanos y la de otros países.
En particular, mencionó la intervención de un periodista de Bahréin que comentó sobre una reciente medida tomada por su rey, quien prohibió que los periodistas fueran atacados o encarcelados por publicar información respaldada con pruebas.
Este contraste con la realidad mexicana, donde los periodistas son frecuentemente atacados y cuestionados por quienes deberían protegerlos, dejó una profunda reflexión en el director.
Al ser cuestionado sobre el posible cambio de la situación para los periodistas mexicanos con la entrada del nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, Maza respondió:
“No creo que la situación cambie por sí sola, pero sí creo que estamos en un momento clave. Este nuevo sexenio aún está escuchando las prioridades de la ciudadanía, y con la película queremos contribuir a que se emita un mensaje claro sobre la importancia de proteger a los periodistas”, destacó.
Respecto a su experiencia en Arabia Saudita, Maza mencionó que la modernidad de la ciudad y la organización del festival lo impresionaron.
“Desde el aeropuerto hasta el pabellón del festival, todo se siente muy nuevo y avanzado. Es un espacio con mucho ímpetu y ganas de destacar”, concluyó. También expresó su deseo de explorar más la ciudad y conocer su casco antiguo.