La novela Cien años de soledad está llena de personajes entrañables, como José Arcadio Buendía, Úrsula Iguarán, el coronel Aureliano Buendía o el gitano Melquiades que, para los actores que los representan en la serie de Netflix que se estrenó mundialmente el pasado miércoles, es “un privilegio” encarnar.
Esta superproducción, compuesta de dos temporadas de ocho capítulos cada una, la primera de la cuales llegó a la plataforma en medio de una gran expectación, fue grabada en su totalidad en Colombia, como le habría gustado a Gabriel García Márquez, y con actores colombianos en su gran mayoría.
“Cien años de soledad solamente pasa una vez en la vida y cualquier actor en el mundo hubiera querido hacer cualquiera de los personajes que hemos interpretado”, aseguró en una entrevista con EFE Diego Vásquez, quien hace el papel de José Arcadio Buendía adulto, el entusiasta que funda un pueblo perdido entre la sierra y la ciénaga con el nombre legendario de Macondo.
Vásquez considera “una bendición enorme” el haber podido encarnar a José Arcadio Buendía, el hombre que se obsesiona con la alquimia y con los inventos que lleva Melquiades a Macondo y que por sus delirios termina sus días atado a un castaño.
“Lo mejor de los años que llevo de experiencia se lo he dado en cuerpo y alma, en forro completo a mi personaje”, añade el actor, quien considera su trabajo para llevar Cien años de soledad a la pantalla como “una experiencia preciosa”.
La fortaleza de la mujer latinoamericana
Ese sentimiento es compartido por sus compañeros de set, como Marleyda Soto, la matrona que da vida a Úrsula Iguarán adulta, la mujer que toma las riendas de la familia cada vez que los desvaríos de su esposo, José Arcadio Buendía, o los desaciertos de sus hijos ponen en riesgo el proyecto de vida que representa Macondo.
“Pienso también que es quizá lo más alto a lo que un actor de nuestra categoría pudiera aspirar”, afirma Soto, quien se formó como actriz en el teatro antes de pasar al cine y la televisión.
Soto considera que la adaptación de Cien años de soledad es “un regalo” no solo para el público sino para todos los que trabajaron en esta adaptación que Netflix encargó a la productora colombiana Dynamo, y siente que es un “privilegio” hacer parte de semejante proyecto.
“Por un lado, la representación de una novela que nos dio a conocer ante el mundo, nuestro autor colombiano, nuestras historias, nuestra vida puesta allí; por otro lado, una producción de Netflix que va a llegar a todos los países, a todo el mundo, y una producción sin precedentes, o sea, es un regalo”, afirmó.
Soto se metió en la piel de su personaje, la matrona de carácter fuerte que no le teme a nada y siempre tiene los pies en la tierra para preservar a su familia. “Fue una responsabilidad muy, muy grande”, señaló.
“Úrsula encarna y representa a la mujer latinoamericana, la mujer que es capaz de sacar adelante a su familia a pesar de todas las adversidades, de todas las dificultades que pueda tener. El poder recoger en un solo cuerpo, en una sola voz y en la mirada desde la perspectiva de Úrsula Iguarán todas estas sensibilidades y toda la fuerza de la mujer latinoamericana resultaba complejo en principio”, expresó.
El fantasma de la guerra
Una percepción similar de su personaje es la que tiene Claudio Cataño, el combativo e incansable Coronel Aureliano Buendía, de quien cada lector tiene una representación en su imaginario, como sucede con todos los personajes de la novela de García Márquez.
“El coronel Aureliano Buendía que he estado habitando durante estos casi dos años es lo más cercano, seguramente porque así decidí interpretarlo yo, a mi forma real de ser”, aseguró Cataño sobre su personaje, de quien dice que “habla de un ser profundo” con una sensibilidad “que causa una herida tan grande que le permite desdoblarse y convertirse en otra cosa, en un monstruo”.
Ese monstruo “representa toda la barbarie de la guerra, la capacidad de apagar los sentimientos y el alma en función de las grandes ideas, de los ideales, de la revolución”, añadió.
Los hijos de García Márquez, Gonzalo y Rodrigo, participan como productores ejecutivos de esta serie de Netflix cuyos primeros ocho capítulos fueron dirigidos de manera alternada por la colombiana Laura Mora y el argentino Alex García López.