Escenario

COBERTURA. La actriz representó a Latinoamérica en el festival del Mar Rojo en Arabia Saudita en donde fue invitada de honor y la encargada de dar una conferencia magistral

Eva Longoria: “Cada guión que acepto tiene que tener un propósito, algo que me mueva y que contribuya al cambio”

Eva Longoria en el Festival Internacional de Cine del Mar Rojo (CORTESÍA RSIFF)

En el contexto del Festival Internacional de Cine Red Sea (RSIFF), que tiene lugar del 5 al 14 de diciembre en Yeda, Arabia Saudita, Eva Longoria protagonizó una conversación íntima en el evento fílmico para hablar de su historia.

Durante este encuentro, la actriz compartió detalles sobre su vida, su carrera y su estrecha relación con la cultura latina y el idioma español. Reconocida mundialmente por su papel en Desperate Housewives, Eva ofreció reflexiones profundas y anécdotas personales que resaltaron su identidad y trayectoria en un entorno predominantemente anglosajón.

La charla, moderada por el actor y presentador nigeriano Mr. Oie Auu, comenzó con recuerdos de los inicios de Eva en Hollywood, marcados por los desafíos de la discriminación racial.

La actriz recordó cómo su falta de dominio del español complicó su camino en la industria, a pesar de su ascendencia mexicana. “Mi familia es mexicana, pero no crecí hablando español. A mis padres les dijeron que no nos enseñaran el idioma para que nos asimiláramos mejor”, explicó.

Entre risas, rememoró cómo al llegar a Hollywood le pedían actuar con acento latino o hablar en español, algo que no podía hacer en ese momento.

Decidida a reconectar con su herencia cultural, Eva comenzó a aprender español a los 38 años. Este proceso se aceleró tras casarse con un mexicano y dividir su vida entre Estados Unidos y España.

“Para nosotros es fundamental que mi hijo Santiago sea bilingüe. Hablar español es una conexión directa con nuestra cultura. No quiero que él pierda de vista sus raíces”, expresó emocionada.

Eva también subrayó los beneficios intelectuales del bilingüismo: “Hablar dos idiomas desde pequeño es un signo de alta inteligencia, y estoy orgullosa de que mi hijo lo haga”.

La actriz destacó el papel transformador del cine y la televisión como herramientas culturales. “La única forma de cambiar el mundo es a través de la cultura”, afirmó.

En su carrera, busca proyectos que ofrezcan perspectivas relevantes y necesarias, especialmente desde un enfoque cultural y femenino. “Cada guion que acepto tiene que tener un propósito, algo que me mueva y que contribuya al cambio”, añadió.

Eva también habló sobre su experiencia como directora y productora, destacando cómo las habilidades multitarea de las mujeres la han ayudado a equilibrar estos roles.

“Las mujeres estamos acostumbradas a manejar muchas cosas a la vez, y eso me facilita dirigir, producir y actuar simultáneamente”, dijo con una sonrisa.

La conversación también tocó aspectos más personales, como su infancia en un rancho en Texas, donde creció rodeada de una gran familia. Como la menor de cuatro hermanas, Eva recordó las bromas sobre su aspecto físico.

“Me llamaban ‘la fea oscura’ porque tenía el cabello negro y la piel morena, mientras que mis hermanas eran rubias y de ojos claros”, contó entre risas. Sin embargo, estas experiencias nunca afectaron su autoestima ni su determinación por alcanzar el éxito.

En relación con su carrera, Eva compartió cómo su curiosidad y persistencia la llevaron a abrirse camino en la industria.

“Fui extra durante dos años, solo para aprender. Observaba, hacía preguntas y probablemente era un poco molesta”, bromeó. Ese espíritu la llevó a obtener su papel en Desperate Housewives, que la catapultó a la fama internacional.

Al concluir, Eva reflexionó sobre el orgullo que siente por sus raíces latinas y su compromiso por transmitir esa herencia a través de su trabajo.

“Ser latina es un honor. Estoy orgullosa de mi familia, de mi cultura, y trato de celebrarlo en todo lo que hago”, concluyó.

Este emotivo diálogo permitió explorar una faceta más íntima de Eva Longoria: una artista que no solo ha superado barreras culturales y lingüísticas, sino que también se dedica a honrar y compartir su identidad a través de su arte y su vida personal.

Además de Eva Longoria, este año hubo representación latina con Eiza González como presentadora de uno de los premios de la ceremonia de clausura, en la que el mexicano Santiago Maza se llevó el premio al Mejor Documental por su trabajo en el filme Estado de silencio.

El cineasta subió al escenario con un traje tradicional de Arabia Saudita comprado a la medida en la ciudad de Yeda, nunca podría haber soñado con una mejor ocasión que recibiendo el premio delante del público que asistió al evento.

Santiago Maza, al recibir el premio al Mejor Documental, comenzó expresando su emoción: “Inesperado. Estoy muy, muy, muy feliz de recibir esto”.

Explicó que su documental trata sobre “la violencia que enfrentan los periodistas en México”, pero enfatizó que es un problema global: “Esto es algo que sucede en mi país, pero también es un problema global. Es algo en lo que todos debemos ser parte de la solución”, expresó.

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