Tras sus presentaciones en el club Departamento y el Festival Trópico de Acapulco, el dúo belga-japonés de electro-pop, Aili, se alza como un equipo comprometido con procesos creativos que se basan en pasar ratos divertidos entre Aili Maruyama y Orson Wouters, quienes priorizan no pensar demasiado las cosas y dejar que los sorprendan nuevos sonidos e ideas.
Ambos, en entrevista con Crónica Escenario, se mostraron emocionados por la avalancha de avances que han recibido sus carreras en el último año, sobre todo con la salida del álbum debut Nandakke?, palabra utilizada en situaciones en las que se ha olvidado o no se encuentra algún término en particular.
Maruyama y Wouters siguen esta línea lingüística y el sentir de la búsqueda para ser espontáneos: diversos en sus sonidos y estilo pero siempre intentando encontrar algo más, un elemento que configure nuevas formas de soltar la manera en la que pueden relacionarse con su música.
Al pedirles una palabra para describir sus procesos y el sentir de la banda contestaron “alegría”. “Nos gusta resonar con la audiencia, compartir con humor y alegría nuestra música, que sepan que hay un ambiente juguetón no solo en las presentaciones sino en el estudio mismo”, dijo Maruyama.
Se lo toman con sabiduría; subirse a un escenario significa conectar con un momento precioso. Maruyama recordó una presentación en su ciudad natal, rodeada de amigos y gente conocida, en la que vivió el fenómeno del público cara a cara. Y jamás dejan de escuchar reggaetón, música electrónica, R&B o rock para encontrar pequeños detalles que después escuchan repetidamente para crear nuevas cosas a partir de eso que llama su atención.
Es una vibra de dúo que les permite llegar al set a grabar sin ideas que deben seguir forzosamente. Permiten que entre, verdaderamente, la creatividad a cada segundo de sus maniobras musicales rodeadas de juego y de la experimentación de sus propios inconscientes, que a veces traen a la conversación cosas que captan en su día a día para realizar piezas que conecten con ellos mismos y con lo que sucede en el proceso de generar una nueva canción.
Los sintetizadores se hacen presentes con fuerza en sus shows en vivo. Algunos de ellos pueden verse a través de plataformas en línea y es visible la pasión que tienen por crear cosas incluso en el momento mismo en el que están tocando. El video de “Nandakke?” Es una invitación al rompimiento con lo esperado y lo establecido; jugando con direcciones del movimiento urbano, buscando y explorando lo que ya conocemos del mundo que habitamos.
No cabe duda de que la dupla de músicos está dispuesta a generar ruido para establecer su camino dentro del electro-pop, desmarcándose de la escena general y resignificando/revisitando las tradiciones japonesas que fluyen por las venas de Maruyama, mismas que ayudan a crear escenarios auditivos que causan por un lado extrañeza y por otro despiertan interés desde el inicio de cada una de sus piezas, sin importar el tempo o la frecuencia de las composiciones que pudieron escucharse en los ya mencionados puntos de la república mexicana.