Dentro del marco del pasado Festival de Cine Alemán en la Ciudad de México, el director Michael Fetter Nathansky volvió al certamen, esta vez como director de su ópera prima, Every you every me, participante de la sección Panorama en la Berlinale y centrada en el relato de amor entre Nadine (Aenne Schwarz) y el impulsivo Paul (Carlo Ljubek), cuya personalidad le parece tan polifacética que, literalmente, lo ve bajo muchas apariencias diferentes. Pero el amor, a veces, se desgasta y la ilusión también.
En el filme Nadine, madre soltera, deja su casa de Brandeburgo a los 24 años para trabajar cerca de Colonia en una fábrica de la industria del carbón. Allí conoce al impulsivo Paul, cuya personalidad le parece tan polifacética que, literalmente, lo ve bajo muchas apariencias diferentes.
Después de mucho tiempo, por fin vuelve a sentirse ella misma. Los dos se convierten en pareja y surge entre ellos un profundo amor. Pero, siete años después, su vida es diferente. El trabajo de Nadine se ve amenazado por los cambios estructurales de la industria y su visión de Paul también ha cambiado.
Ahora sólo le ve en su “propia” forma externa, que le resulta cada vez más ajena. Aunque Paul es un devoto padre de familia, el amor de Nadine por él empieza a desintegrarse. Decide luchar contra este sentimiento y reubicar las distintas capas de su ser que antes era capaz de ver.
Crónica Escenario charló con el realizador sobre este ingenioso y doloroso debut: “En algún punto después de mi primer película, mi productora y yo pensamos que queríamos hacer una película sobre el amor y entonces sentí que muchas películas que tratan el tema nunca lo cuestionan, sino que siempre es algo que se tiene”, dijo Michael Fetter Nathansky.
“En este filme, vemos lo que ve ella en su pareja y junto a lo que le falta o necesita. Esa idea fue una invitación a jugar un poco con los conceptos del amor que tenemos y siempre es un viaje que me persigue y no suelo dejar de lado”, explicó Michael sobre el filme.
Every you every me ahonda en la mirada de Nadine y el extraño factor de su percepción hacia Paul de manera interesante.
“Ella lo ve como un niño, lo una casi abuela, un joven y como animal. Siento que en una relación, si nos conocemos mucho y nos amamos, siempre vienen nuevas facetas con el tiempo. Y siempre descubrimos las debilidades, pero también la fuerza y lo misterioso, pero eso es también lo que ella quiere ver en él. Y esa es la pregunta de la película. ¿Se enamora de él o solo de lo que quiere o necesita?”, reflexiona el director.
“Creo que eso es inexplicable pero siempre es parte del amor, porque creo que en nuestra infancia y toda nuestra vida, aprendemos a amar de cierta manera. Y en cada pareja, esas cosas que aprendimos chocan con la realidad y al final, a veces, sobrevive la relación y a veces no”, agregó a su vez el también guionista del emotivo filme.
Para Michael, el amor define muchas veces a nuestra persona. “No queremos dejar a la persona que ama a esa persona porque es parte de nuestra identidad y en esta historia también es así. Ella, al principio, está en un lugar muy perdido con todos, pero sobre todo con Paul. Entonces, ella empieza a ganar una seguridad en el amor y creo que eso es algo también muy difícil de dejar o de aceptar”, afirmó.
“Hubiera sido muy fácil contar una historia así en un mundo de cineastas, de críticos, filósofos o psicólogos que todo el día lo que hacen es pensar de esa manera, en quién somos y cuántas personalidades tenemos. Quería mostrar que todos nosotros nos vemos de esa manera y vamos descubriéndonos a nosotros mismos”, agregó Nathansky.
“Ella, a pesar de su conflicto sobre amar, también tiene que luchar con todos los miedos y dudas que existen en su trabajo y eso la presiona pues el amor nace de un mundo lleno de incertidumbres donde ella es la que tiene que decir ‘te veo en todas las facetas, veo esperanza y eso le cuesta mucho en el trabajo y también en el amor”, resaltó de igual forma el cineasta alemán.
Michael también apuntó lo relevante que era el poder de la mirada en su historia: “Soy parte de una generación que se está percibiendo quizá demasiado. Todo el tiempo estoy pensando en quién soy y por eso también era importante para mí no hacer una película sobre mí, sino irme a otro mundo”, dijo.
“Quería descubrir algo sobre ello y no sólo mirarme a mí mismo todo el tiempo. Para mí era muy importante hablar del amor pero sobre todo de la mirada que tenemos y cómo es posible mantenerla abierta de forma fantástica en un mundo que todo el tiempo te está cuestionando y te está quitando el aire”, continuó.
“Creo que hay miles de formas en cómo vernos. Y eso, los actores siempre lo dijeron, porque quizá cada día somos un poco otra persona y con cada persona que hablamos somos diferentes a como hablamos con amigos sin que sea algo malo. No somos actores en nuestra vida ni es una crítica a ello, sino que nos adaptamos según el caso”, complementó.
Si Every you every me tiene un elemento mágico, ese sin duda es la química de sus protagonistas. Al respecto, Michael les dio mucha libertad.
“No le dije casi nada a Enner Schwartz al dirigirla. Ella siento que llevó este papel a otro nivel que no estaba en el guión. Le puso a cada escena tanta energía y profundidad y por eso le agradezco mucho. Tengo que decir que es ella la que combina el amor con todos de manera diferente, pero también similar. Me parece un genio en ese sentido”, explicó.
“Carlo también me ayudó mucho a entender la historia porque en el primer casting él me dijo ‘voy a actuar ese hombre sin miedo a ser cursi’. Quiso darle vida a ese hombre que cree en el amor y en ella también. Eso fue tan importante porque ella duda tanto de ese sentimiento y si esas dos cosas chocan pues algo puede pasar en cada escena que no esperaba. Son dos polos tan opuestos que están conectados y eso es algo que busco siempre”, subrayó.
Incluso la forma en que la mirada y el color invaden este conflicto amoroso dicen mucho de ambos.
“Lo que vemos en este mundo es siempre un reflejo de lo que ella siente y hay escenas que son muy grises, donde realmente pensamos que todo se va a ir al carajo y hay otras en las que, aunque estamos en el mismo universo, también vemos esas fábricas, esos edificios grises”, mencionó.
“Pero aun así Jan Mayntz, el director de fotografía, logró darle cierto encanto y esperanza, y eso es lo que busqué en la cinta, ese aire de cambio porque creo que muchas relaciones también son así”, declaró el cineasta alemán.
Por ello, la mirada va variando y el uso de la cámara también para acompañar este relato: “El concepto era poder ver a Paul en diferentes versiones pero sobre todo vamos a ver a Nadine en diferentes momentos y ella también en sí tiene muchos personajes”, comentó.
“Es siempre la misma actriz pero Aenne realmente nos muestra cómo sobrevivir a todo lo que vive, además de tener esa mirada de túnel. Y por eso el encuadre también es un poco como ello. Ella no ve y nosotros tampoco, solo observa el trabajo, lo corporal, pero no mira realmente a la cara de los otros”, ahondó Fetter Nathansky.
“Al sentirse más a gusto en su trabajo y sobre todo también al enamorarse de Paul es donde descubre esa mirada abierta y de repente ella también empieza a descubrir en él otras facetas, pero sobre todo en sí mismo y jugamos con la cámara también pues sale de ese túnel y empieza a bailar ella misma…”.
“Pero siete años después se ha vuelto su obligación y ella es la que tiene que apoyar a todos y por ello, se pierde. Por eso tenemos imágenes mucho más largas, casi con una pantalla blanca donde parece perdida y la luz o calor que había antes, ya no está. Fue así que subrayamos sus cambios”, complementó.
Asimismo, su pasada visita a nuestro país le ofreció un nuevo aire para continuar y concluir con este filme.
“Vine a México el año pasado (2023) unos días después de acabar con el montaje de la película y creo que en cierto punto también llegué a un túnel como el que llega nuestra protagonista Nadine. Para mí esa visita me abrió otra vez la mirada. Ver tanta pasión por el cine y recibir tantas preguntas por otra película, me hizo ver que hay una razón para contar las historias que queremos”, finalizó.