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Estrenado en el marco del pasado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y narrado por Yalitza Aparicio, la euforia beisbolera llegó al certamen con el documental de ESPN, Las Amazonas de Yaxunah, del novel director Alfonso Algara, con quien Crónica Escenario charló sobre la creación del proyecto y la importancia de hablar de este gran equipo que ha cambiado por completo la vida de sus integrantes y su pueblo.
El filme cuenta cómo veintiséis mujeres de origen maya del municipio de Yaxcabá, en Yucatán, México, se impusieron sobre el machismo reinante en sus familias y en su comunidad y formaron un equipo de softbol: las Amazonas de Yaxunah.
UN ENCUENTRO EMOCIONANTE
Algara comenzó recordando cómo llegó a este proyecto. “Había trabajado otras cosas para ESPN antes. Normalmente eran reportajes para Sportscenter o cosas de cinco o seis minutos y justo me envía Gustavo Coletti, productor ejecutivo del documental, un artículo del New York Times donde hablaba de estas chicas que estaban en medio de la selva yucateca, que vestían sus huipiles y jugaban softball. Aunque era bastante llamativo, nos costó mucho lograr la comunicación con ellas porque están en un lugar donde no hay mucha señal de teléfono y cuesta trabajo la comunicación”, dijo.
“Teníamos respuestas muy de vez en cuando hasta que decidí irlas a visitar y conocerlas. Y eso nos dio muchísima información de lo que estábamos viendo. Cuando regresé, le dije a Gustavo, ‘en dos semanas se van a Monterrey’ y lo que hice fue grabar el viaje con un crew de tres personas, lo que ayudó mucho a que se fuera rompiendo el hielo con ellas y que tuviéramos pláticas más personales para que no se sintieran abrumadas con las cámaras. Regresamos y supe que esto era mucho más grande de lo que creíamos. Era una historia increíble”, continuó.
“Entonces me dijo Coletti: ‘¿te atreverías a hacer un documental?’ Y acepté si íbamos juntos. La verdad fue increíble, hubo todo un proceso de aprendizaje para mí en muchas cosas, pero también vas descubriendo ciertas habilidades que vas teniendo que te ayudan a ir contando una historia como esta y darle, sobre todo, la honra a estas mujeres y su historia que es lindísima”, agregó Alfonso.
LA GUÍA DEL EQUIPO
Aunque el conjunto de las Amazonas de Yaxunah es memorable, tiene un gran pilar en Enedina, quien es la guía para todo el equipo. Al respecto, Algara dijo: “Ella es la representación de la mujer mexicana como tal, es increíble. No sólo tiene tantas habilidades como que cocina delicioso y lleva las cuentas de un montón de cosas levantándose desde las 4 de la mañana porque es el único espacio que tiene para poder hacer sus costuras”, dijo.
“A pesar de que Citlali es la capitana, Enedina es la voz y la fuerza del grupo. Cuando ve que un conflicto se está armando, las junta y dice con autoridad lo que se va a hacer y ahí se soluciona. Todos la aman y la respetan muchísimo”, continuó.
“Para mí es un ejemplo increíble porque además, todo comienza con esta rebeldía de ella al decir por qué no y cómo las convence porque al final este pensamiento machista o restringido viene de todos y de muchos años atrás. Entonces ella, a partir de la invitación de hacer zumba, las convence de jugar softball y ahí parte precisamente el empoderamiento que van a tener más adelante ellas con eso, con el bate y la pelota en mano”, señaló a su vez el realizador.
EL FACTOR MUSICAL
El uso de la música en el documental ayuda a transmitir esta atmósfera del juego. Para ello, Alfonso contó con la ayuda de un viejo amigo.
“Diego Contreras ha hecho comerciales para Apple, Facebook, y más y ha sido mi mentor prácticamente. Y lo acompañé a un comercial que hizo en Croacia y estando allá me enseñó algo que compuso, pues es músico desde hace muchos años. Se me prendió el foco y le propuse que me compusiera el soundtrack del documental. Le presenté a una persona con mil y pico instrumentos mayas, los tomamos y metimos a su estilo de música, que es bastante electrónica de alguna forma”, comentó.
“Eso le dio una vibra de la cultura maya a través de estos sonidos. Todo se volvía mucho más divertido cuando poníamos la música. En la edición recuerdo que entraba una nueva canción, la escuchábamos e íbamos viendo a dónde la metíamos porque el proceso con esto fue que le decía ‘necesito un momento de tensión’, y como entiende el cine también, creaba la música con este conocimiento a través de los sentimientos”, manifestó Algara.
CONTADA COMO UN PARTIDO
Algo llamativo del documental es su narrativa, una que parece simular un partido en el que hay innings de gloria y otros de dolor. “Uno de los temas que más platicamos era lograr esa analogía del béisbol. Porque cuando vas a batear, calientas, enfrentas el nerviosismo, llegas al home y entonces pegas un hit, por ejemplo, y llegas a primera base y quieres anotar para tu equipo, o para tu comunidad en este caso. Justo ese era el tema aquí”, manifestó Alfonso.
“Al final, cuando ellas regresan de Phoenix a su casa, nosotros pensábamos en la metáfora del regreso a home, con la diferencia de que ya son otras mujeres, que tienen otro pensamiento, dieron una carrera para su causa”, expresó.
“Precisamente lo que queríamos era mostrar un poco eso, intentamos de alguna forma que siempre se respetara que a través del deporte es que muchas veces se logran este tipo de situaciones. Ellas lo utilizan como una excusa para afrontar pensamientos de siglos que estaban muy arraigados en esa sociedad. Y que además, es algo sano para todos”, añadió el cineasta. “Es muy bonito lo que está pasando y sí, definitivamente hay algo de eso ahí en el documental”.
UNA HISTORIA HONESTA
Y como existen esos momentos bellos, también hay otros duros que las Amazonas confrontan ante el ojo de la cámara pero de forma respetuosa. “La promesa que les hice desde el principio era que iba a contar la historia tal cual era. Te das cuenta conforme vas conviviendo con ellas que se encuentran constantemente con gente que se quiere aprovechar o que, por su cultura, las ve o les habla de una forma”, destacó.
“Y ellas tienen una actitud muy bonita hacia todo eso. Es un trabajo que se va haciendo de forma natural porque lo que hacíamos constantemente era estar viendo en qué andaban, qué invitaciones tenían, a dónde iban a viajar y ver a qué podíamos ir y a qué no”, siguió.
“Estuvimos presentes cuando el familiar de Enedina estaba enfermo, presenciamos con ella la evolución de su enfermedad hasta su muerte pero nos enseñó que pudo cambiar su mentalidad y logró esta evolución de su forma de pensar que seguramente le dejó muchísima paz”, complementó.
A pesar de ello, la actitud positiva se impone en sus vidas. “Lo que tratamos de hacer era precisamente mostrar que las alegrías se vivían con muchísima más intensidad porque habían tenido que vivir momentos muy duros”, profundizó el director.
Y así, como en el deporte, nunca se batea un promedio de 100 pero han enfrentado las penas y restricciones de la mejor forma. “Ellas se siguen encontrando con ciertas limitantes, algunas se han tenido que ir del equipo porque se les empieza a dificultar por una u otra cosa, pero simplemente es el mensaje que les están dando a las nuevas generaciones, a las niñas y niños que vienen, que seguramente tendrán otro pensamiento completamente distinto”, reflexionó Alfonso.
LOS APRENDIZAJES
Aunque el viaje sigue a las Amazonas de Yaxunah, para Algara también involucró un partido diferente que le brindó aprendizajes.
“Siempre cuento que antes de empezar con el documental estaba pasando por un proceso personal difícil. Creo que toda la gente que se dedica a esto tiene de repente esos momentos, muchas veces dudamos y justo el documental llega en el momento perfecto para darme cuenta de lo fácil que es ser feliz. Tú llegas a este lugar y viven muchísimas carencias pero aún con todas ellas siempre tienen una sonrisa y una forma positiva de ver la vida”, confesó.
“Tal vez ese es el aprendizaje más grande, la actitud que tienes que tener hasta hacer ciertas cosas y lo fácil que es simplemente ser tú mismo, ser quien eres y de luchar por lo que crees. Pero sobre todo esta parte de que es sencillo ser feliz sin necesidad de todo lo material que nos ofrece el mundo”, concluyó.