Los humanos, desde los tiempos en los que el pensamiento mágico reinaba en el mundo, hemos bailado y cantado al compás de coplas que pedían más lluvia para las cosechas, favores de alguna divinidad, el acoplamiento de alguna religión al nuevo continente y, desde hace algunas décadas, el entendimiento de algún sentir que pueda parecerse a lo que estamos viviendo en carne propia.
Bajo esta universalidad del lenguaje musical, Francisco Alanís, creador de la popular plataforma Sopitas.com, trajo a la luz el libro titulado La música que nos define, un didáctico ejemplar que ilustra algunos de los episodios más importantes de la historia musical de la humanidad y que también se da a la tarea de abordar algunos de los argumentos más destacados sobre la música y su integración en nuestra cotidianidad.
En una ordenada y amplia sala de juntas de las oficinas de la editorial Penguin Random House, y tras haber escuchado 48 horas antes el magnífico audiolibro, Francisco me contó que la idea de crear un libro, aunque al principio parecía impensable, siempre fue un acto disruptivo.
Todo comenzó hace 10 años, cuando el autor aún tenía la percepción de cambiar al mundo con un libro, pero poco a poco se fue convirtiendo en algo más apegado a su manera de ser: desenfadada, concreta, divertida y sencilla para el entendimiento de cualquier curioso.
El tiempo pasó y se dio cuenta de que el problema real no era tener la idea sobre el tópico del libro sino desarrollar cada uno de los recovecos de la historia y armar los capítulos de tal manera que la totalidad pudiera ser atractiva para los lectores.
“Una de las cosas más importantes para mí era que fuera un libro muy accesible en cuanto a que no necesitaras tener un grado de estudios en música. Que fuera muy terrenal porque así es la música; tiene la capacidad de ser compartida y yo quería que cada capítulo tuviera algo interesante que detonara esta reflexión sobre lo cotidiana que es la música”, mencionó Francisco en entrevista con Crónica Escenario.
A pesar de que jamás ha creído en los horóscopos, decidió nombrar al primer capítulo “Carta astral de la música”, dando señales de una lectura que siempre será amena, divertida, cercana:
“La música es para divertirse. Te acabas encontrando con historias que hacen que te caiga el veinte de muchas cosas curiosas de la historia de este arte (...) aprendí mucho; había anotado que iba a abordar cómo la música se relaciona con nuestros sentidos y me empecé a preguntar cosas como: ¿quién empezó a hacer las portadas de los discos, qué relevancia tienen? Nada de esto me había pasado por la mente y lo descubrí aquí, en este proceso”, expresó.
Siempre sereno, Francisco destacó la importancia de disfrutar el proceso de creación y aprendizaje de engendrar un libro. Acá importó mucho más la paciencia; durante meses, dispuso los viernes para desconectarse y bloquear el día solamente para escribir los capítulos de este ejercicio de creatividad.
“Yo le mandaba los capítulos al editor y no me contestaba, hasta que un día le mandé mensaje porque no quería terminar todo el libro y que me lo regresaran para corregirlo; me contestó que todo iba bien, que tenía que seguir para entender la completitud de las cosas que salían sobre la marcha”, decía entre sonrisas el autor, orgulloso de su creación, dispuesto a escuchar la recepción de sus nuevos lectores.
En Sopitas.com no existe este proceso. Todo es mucho más rápido por el carácter noticioso del espacio. El juego cambió. Las reglas se movieron y Francisco pudo encontrar felicidad también en este camino. Aunque sabe perfectamente que esa felicidad no es permanente, por supuesto:
“También tengo ansiedad, hago corajes, pero sé que soy afortunado de que tengo una profesión increíble. Puedo trabajar en lo que me apasiona y este libro es prueba de ello. No hay razón para no sentirme agradecido”, comentó.
Le pregunté si realmente es rentable hacer libros en este país. Me vio fijamente, suspiró. Soltó una carcajada y me dijo: “Eso espero”. Aún desconoce muchos aspectos del mundo editorial pero le agrada lo que hasta ahora ha visto.
Aquello con lo que ha coqueteado. Aunque ya se ha ido la fantasía de crear un gran best-seller. En realidad, él solo quiere contar lo que tiene todos los días en la cabeza, quiere transmitir lo que le apasiona y lo que le parece interesante para la gente de un país en el que el hábito de la lectura es casi inexistente.
Después de tantos lustros haciendo contenido para internet, le impresiona saber que es un señor de cuarenta años que tuvo que acercarse a nuevas corrientes y géneros musicales para comprender el panorama global del fenómeno musical que toca a todos los seres humanos.
“Yo tengo dos sobrinas que dan respuestas monosilábicas, como seguramente yo hacía cuando tenía su edad, que cuando comienzo a hablar de su música, me permiten entrar en su canal de conversación y yo también quiero que la gente de mi edad entienda ese poder que la música tiene para ayudar a relacionarnos”, dijo.
“Las personas a veces se quejan de que los adolescentes están en su onda, pero muy pocos se acercan a esa onda. No es que tenga a BTS en mi playlist pero coexisto con estas nuevas tendencias. Algo así debió haber pasado en los ochentas”, nos compartió Francisco para concluir nuestra entrevista, que me dejó con muchas ganas de correr a mis playlist para encontrar los secretos detrás de las canciones que escucho todos los días.
Las cosas que están ahí, cerca de mí, debajo de la superficie del ritmo y los compases, esperando a que alguien lo suficientemente curioso decida prestarles atención.