La Academia del Cine francés presentó este jueves nuevas reglas que todos sus miembros tendrán que respetar, por la que en particular se suspenderá de pertenencia a todo aquel que aparezca como sospechoso de violencia sexual o sexista en un procedimiento judicial.
La Carta contra la Violencia con la que los académicos habrán de comprometerse cuando renueven su adhesión en marzo significa que tendrán que trabajar individual y colectivamente en el ejercicio de sus profesiones para prevenir esa violencia y actuar contra ella “respetando a las personas, la ley y la obra común que es una película”.
En un comunicado, la Academia de las Artes y Técnicas del Cine explicó que en caso de que uno de ellos sea sospechoso de haber cometido algún acto de violencia, en especial de carácter sexista (no hará falta que esté formalmente inculpado), la junta suspenderá su derecho de voto hasta el término del procedimiento.
Si fuera condenado con carácter definitivo, quedaría excluido hasta que termine de cumplir la pena.
Además, no podrán aparecer en ninguna de las ceremonias que organice personas que sean sospechosas de violencia, en particular sexual y sexista.
Eso es una extensión a cualquier acto de la medida que ya se ha aplicado desde la ceremonia en 2023 de los César, los premios de la Academia.
La ceremonia del pasado año de la entrega de los César estuvo precisamente marcada por el discurso de la actriz Judith Godrèche, que pidió a la industria del cine francés que rompiera la ley del silencio sobre los abusos sexuales.
“¿Sería posible que podamos mirar la realidad de cara, asumir nuestras responsabilidades, ser los actores, las actrices de un universo que se cuestiona? Desde hace tiempo hablo y hablo pero apenas os escucho ¿Dónde estáis? ¿Qué decís?”, manifestó Godrèche en dirección de sus colegas.
La actriz había denunciado recientemente haber sido objeto de abusos cuando era adolescente por parte de dos conocidos directores, Benoit Jaquot y Jacques Doillon.