Déjame estar contigo es una de las apuestas cinematográficas del 2025 por parte de Videocine, en asociación con la casa productora Filmadora. En ella, un par de jóvenes se descubren dentro de la titánica y ruidosa Ciudad de México y entre ellos nace una relación afectiva.
Pero lo interesante son las circunstancias que rodean a los personajes, que por un lado son las que propician su encuentro de forma completamente fortuita; y por otro lado, le dan a su relación un matiz muy especial, aunque a la postre darán paso a un duro trance para ellos, pero que será también una experiencia de maduración personal.
Este es el segundo largometraje del cineasta Isaac Cherem, quien presentó el filme a los medios en una conferencia de prensa, donde además del realizador estuvieron presentes sus protagonistas Andrea Sutton y Aksel Gómez, parte de sus actrices de reparto entre las que figuran Silvia Navarro, Johanna Murillo y Mónica Del Carmen, así como los productores Mariana Rodríguez Cabarga y Jose Nacif.
“Ha sido una película muy muy divertida, muy emocionante y muy intensa emocionalmente”, aseguró Cherem, quien relató la forma en que llegó a encabezar este proyecto “tiene que ver un poco más con los productores que conocían mi trabajo previo, y conmigo conectando inmediatamente con el guión de Fernanda Eguiarte”.
Al respecto de esto último, afirmó que vió muchas similitudes entre el argumento de Eguiarte y los temas tocados en su ópera prima Leona (2018): “Siento que el guión se parece mucho a mi película pasada, a pesar de que yo no lo escribí, lo cual me parece interesante y me sentí muy cómodo hablando de esas cosas, siento que estaba hablando desde un lugar muy íntimo, muy personal”, dijo.
“Lees guiones hasta que uno conecta profundamente y ya, bueno así lo veo yo. Sería difícil para mí dirigir una película puramente por conveniencia de trabajo, hacer un proyecto en el que no tienes interés, con el que no conectas profundamente, probablemente sería una pesadilla” aseguró.
Y agregó: “La visión la tuvieron los productores de decir ‘este guión con este director’. Siento que eso es lo que vieron los productores antes que yo. Tengo un interés particular en esas historias de transición a la adultez, que además son un remolino hormonal y emocional muy loco”.
“Me identifico con ellas. Siento que para mí fue una época muy fuerte, profunda, muy emocional, muy importante en mi vida; que me marcó y tengo muchas ganas de hablar de eso y a la fecha, aún no se me han quitado las ganas de hablar de esa etapa de mi vida”, confesó.
Buena parte de la trama sucede en diversos puntos de la Ciudad de México, convirtiéndola tanto en escenario como en una especie de personaje que acompaña a los estelares en todo momento.
Al respecto de ello, el director aseveró que “Es una peli muy chilanga. Era el punto desde el principio. Yo crecí en las afueras de la Ciudad de México y en la adultez o en la transición a la adultez fue que decidí vivir en la Ciudad de México y vivir una vida chilanga más convencional”, expresó.
“Me enamoré de la ciudad, en la que creí que vivía o que vivía cerca de ella, pero que realmente no conocía. Ese fue como un punto importante para el personaje de Aksel, que era conocer la Ciudad de México en esa etapa de la vida. Yo estoy muy enamorado de esta ciudad y también era el punto transmitir eso”, dijo.
Isaac también destacó que Déjame estar contigo fue resultado de un proyecto colaborativo entre él, su guionista y el resto de los involucrados. “Los actores, actrices y todes son bienvenides a decir qué les parece bien, qué no, qué suena bien, qué no. Igual siempre estoy yo ahí para decir ‘esto mejor así, mejor asa’”, mencionó.
“Por ejemplo, los caracoles (un símbolo que aparece en el filme) es una cosa que, si no me equivoco, en la preproducción se le ocurrió a Catalina -Aguilar Mastretta, otra de las productoras-. Fue un proyecto en el que todos eran bienvenidos a aportar desde su lugar”, siguió.
“No me resisto a escuchar la opinión de absolutamente nadie. Creo que sé escuchar y decir que sí, que no, o que por acá. Entonces siento que fue una labor muy de equipo en el que todos buscamos el bien de la película y un poco darles esa responsabilidad a los involucrados de que puedan aportar. Eso hace que la película crezca”, añadió.
Otro ejemplo citado por Cherem, fue al momento de planear y rodar una escena climática, en la cual los protagonistas sostienen un diálogo importante mientras andan en bicicleta.
“La bicicleta por ejemplo, fue una idea del fotógrafo Bruno Gaeta. Estábamos pensando cómo íbamos a hacer esa escena porque originalmente los personajes estaban acostados en el pasto y de pronto se decían algo... y Bruno fue el que dijo ‘¿Por qué no los ponemos en movimiento en patines o en bicicleta o algo?’ y yo le dije ‘Pero ¿sí puedes? o sea, tú estás diciendo esa idea pero va a ser tu responsabilidad lograr hacer eso’ (risas) y me dijo ‘sí puedo’ y me enseñó como un videoclip que había hecho así en la bicicleta y dije ‘pues va’”, contó.
“Entonces tienes la apertura de opinar, tienes la apertura de proponer y tienes la responsabilidad. Es un ciclo muy positivo en el vínculo con todas las personas que trabajaron en la película. Los vínculos que formamos entre los que la hicimos fue muy gratificante. Compartir esta historia, este guión, esta realización con estas personas, pues fue un muy lindo regalo. Y eso, esperemos que lo vea mucha gente y lo vean muy bien”, finalizó.