Netflix suma a su catálogo una bella historia basada en la autobiografía de Bárbara Anderson, periodista convertida en activista por los derechos de las personas con diversidad funcional a través de la experiencia con su hijo, Lucca.
Decidida a ayudar a su hijo, Lucca, quien tiene parálisis cerebral, la madre devota Bárbara emprende un viaje emocional a la India con toda su familia. A pesar de las dificultades financieras, buscan una terapia experimental que podría reactivar las conexiones en el cerebro de Lucca.
Crónica Escenario charló con la autora así como con los actores que protagonizan esta adaptación cinematográfica, Bárbara Mori y Juan Pablo Medina, nuestros guías para vivir Los dos hemisferios de Lucca.
“Admiro a los guionistas y la capacidad que tienen de convertir un libro en un guión. Creo que se logró la meta de que la película no fuera ni melosa ni condescendiente o se ubicara en un lugar de misericordia, sino que transmitiera algo costumbrista en algunas partes, que refleja la vida de las familias con discapacidad, que así se les llama, y que vean lo complicado que es cada día, desde levantarte, bañarte, comer, ir a la escuela, conseguir un trabajo, acomodar tu vida, tu agenda, tu presupuesto, tu todo”, comentó Anderson sobre la adaptación.
“Es muy difícil transmitir eso y hay muy poca información acerca de ello. Y finalmente contar algo que puede ser hasta esperanzador, una tecnología que puede ser esperanzadora para otras personas con otras condiciones de vida. Entonces creo que esa era la razón por la cual también escribí el libro. Quedó sumamente bien resumido y bien empaquetadito en esta hermosa película”, añadió la periodista y escritora.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES
Una parte clave para la cinta es la dinámica entre los padres, interpretados por Mori y Medina, con su hijo, interpretado por el niño Julián Tello, joven que comienza su carrera de actuación y que padece parálisis cerebral como Lucca.
“Para mí fue hermoso. Amo a los niños y estaba muy nerviosa el día que lo iba a conocer porque dije ‘si no conectamos, no hay película’. Lo logramos inmediatamente y le decía que nuestra conexión era almática”, expresó la actriz.
“Siempre fue realmente muy cariñosa nuestra relación. Era hermoso verlo trabajar. Es un niño que nunca ha trabajado como actor y parecía que toda su vida lo había hecho, que había nacido en un set. Verlo trabajar y ver el compromiso, a pesar de su cansancio, querer estar ahí porque este proyecto era todo para él era muy inspirador y muy aleccionador para nosotros actores que llevamos toda una vida aquí”, siguió.
“Fue una experiencia espectacular, la verdad desde la ejecución y que obviamente su cabeza va a mil y todo el tiempo estábamos platicando y que no pudiera hablar y que tenía que usar el cuerpo de cierta manera”, manifestó Juan Pablo.
“Le tenían que dar un par de indicaciones y parecía que llevaba actuando toda la vida. Es impresionante y muy esperanzador, además fue hermoso conocerlo. Él lo que quería era que los niños vieran que las personas con discapacidad pueden lograr sus sueños. Realmente tenía eso en mente y disfrutamos muchísimo hacer esta historia con él”, agregó.
UN VIAJE TRANSFORMADOR
Otro punto interesante es el viaje transformador que emprenden por la salud de Lucca, algo que llevó a los protagonistas a grabar en la India y que los impactó de diversas formas.
“Todo te transforma. Nunca había ido allá y haber estado allá, trabajar con el crew, el equipo, todos, fue hermoso, con unos lugares increíbles, la conexión que tuvimos, estar en el templo escuchando rezos reales, es muy bonito. Esta película a mí en lo particular me dio demasiado”, confesó Medina.
“Para mí también, aunque ya había estado allá porque filmé una película de Bollywood y todo, pero regresar después de 15 años con este papel y el tener a todo el crew de allá mientras el arco de Lucca se desarrollaba fue una experiencia realmente maravillosa. A mí me encanta la India. Me quedé en un retiro incluso y regresé muy feliz”, apuntó Bárbara.
Pero para Anderson, el peregrinar ha sido diferente. “En mi caso, han sido muchos viajes y sigue ocurriendo. Primero lograr que una empresa de streaming como Netflix decidiera adaptar el libro, para mí fue inmediatamente como un sueño, porque hay muchísimos libros. Ya de por sí, y esto es un paso previo, pero cuando publiqué el libro de Lucca, en la editorial me decían, recibimos cerca de 500 bocetos por mes y solo sale uno al mes”, reflexionó.
“Poder pasar esos filtros eran señales de que algo pasaba con este relato. La historia de Lucca siempre ha sido muy mágica. A pesar de todos los asegunes de vivir con una discapacidad, he vivido rodeada de casualidades y de buena voluntad. Hay una energía muy bonita alrededor de él”, continuó.
“Y me ha traído gente increíble a mi vida que yo no me hubiera imaginado. Me ha llevado a lugares increíbles como la India. Me he puesto a hablar con presidentes para conseguir cosas para él. He llegado a lugares que jamás hubiera llegado y ha sido un viaje muy largo”, complementó la también activista.
UN MENSAJE DE ESPERANZA
Aunque la cinta muestra los retos y da una luz esperanzadora para el tratamiento de estos padecimientos, también maneja un dilema interesante acerca de los beneficios de la ciencia y la tecnología y cómo éstos pueden enfrentar dilemas.
“Es una de las cosas que también invita a esta película, a cuestionarnos también dónde estamos con el tema, así como el sistema de salud y muchas cosas que nos invita a esta película a reflexionar”, aseveró Mori.
“Tantas puertas cerradas en este sistema, tanta corrupción detrás de todo y al final lo que sobresale y lo que prevalece es el espíritu humano que no se da por vencido, que no pierde la esperanza y es por eso siento que la historia de Bárbara es un testimonio hermoso para todos, porque a pesar de las circunstancias y del entorno, el espíritu humano siempre vence”, añadió la actriz.
“Totalmente de acuerdo, creo que lo que realmente esperamos es que abra canales de comunicación, que genere más conciencia y que podamos hablar de reformas y de muchas cosas más. Bárbara lleva mucho tiempo en esta lucha y todos nos estamos sumando a ella. Y al final lo más importante, es el poder que ha tenido como madre, el poder de la familia y las barreras que nos hacemos, qué hay que irlas destruyendo. Y esperemos que se abran más puertas, la verdad”, acotó Juan Pablo Medina.
“La película en cierta manera, y por eso se llama Los dos hemisferios de Lucca, es como una metáfora entre los hemisferios del cerebro y los hemisferios del mundo”, apuntó Anderson.
“Estamos muy acostumbrados a que la tecnología ocurre en el hemisferio occidental, donde todas las novedades se inventan en Houston o en Berlín, y tenemos muy olvidado el otro hemisferio, el hemisferio derecho, que es el hemisferio más creativo, más religioso, con más esperanza”, dijo.
“El lado izquierdo suele ser muy pragmático y el lado derecho suele ser un poquito más permisivo. Entonces hablar de los dos hemisferios del mundo también es decir que hay que darle vuelta al mundo. Hay que probar otras cosas, hay que animarse a tirar un volado y ver si cae”, siguió.
“Y me parece que es una gran lección de que no todo ocurre en los lugares donde uno generalmente piensa que ocurre. Luego están todos los asegunes de permisos, de adecuaciones y de gobiernos. Pero me encantaría que esta película sea un impulso para que más gente empuje, porque es la misma energía hacer esto por Lucca que hacerlo por miles de niños en México, de verdad”, concluyó la argentina.