El cine mexicano ha encontrado en “Los dos hemisferios de Lucca” una historia profundamente conmovedora y necesaria. Dirigida por Mariana Chenillo y basada en el libro autobiográfico de la periodista Bárbara Anderson, la película retrata con sensibilidad la vida de una madre y su hijo, marcado por los desafíos que implica vivir con parálisis cerebral.
La historia sigue a Bárbara (interpretada por Bárbara Mori), una mujer fuerte y decidida que, junto a su esposo Andrés (Juan Pablo Medina), enfrenta la compleja realidad de criar a Lucca (Julián Tello), su hijo con discapacidad. La narrativa se enfoca en los sacrificios, la esperanza y las dificultades que atraviesa la familia mientras buscan mejorar la calidad de vida del niño.
Uno de los momentos clave de la película es la decisión de la familia de viajar a la India en busca de un tratamiento experimental. Esta travesía no solo representa una oportunidad médica, sino también un viaje de autodescubrimiento y lucha contra los prejuicios que rodean la discapacidad.
Bajo la dirección de Mariana Chenillo, la película logra una representación auténtica y emotiva de la historia real de Bárbara Anderson. La elección de Bárbara Mori en el papel protagónico aporta una interpretación poderosa, transmitiendo el amor inquebrantable de una madre que no se rinde ante las adversidades. Juan Pablo Medina también entrega una actuación destacada como un padre que busca equilibrar la carga emocional y económica que implica la situación de su hijo.
Más allá de la narrativa familiar, “Los dos hemisferios de Lucca” busca visibilizar la realidad de muchas familias que enfrentan el reto de criar a un hijo con discapacidad en un sistema con pocas oportunidades y apoyo. Además, la historia reivindica la labor de las madres cuidadoras y abre el debate sobre el acceso a tratamientos médicos innovadores y los derechos de las personas con discapacidad.
Estrenada en Netflix el 31 de enero de 2025, la película ha recibido elogios por su sensibilidad y honestidad. Críticos y espectadores han destacado su capacidad de generar conciencia sin caer en la dramatización excesiva. La dirección de Chenillo ha sido reconocida por su realismo, evitando los estereotipos y construyendo personajes complejos y humanos.
Con actuaciones sólidas, una dirección cuidadosa y un mensaje poderoso, la película se posiciona como un referente dentro del cine latinoamericano, invitando a la reflexión sobre la discapacidad y la importancia de la empatía en la sociedad.
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