Escenario

ENTREVISTA. El cineasta y su protagonista Aksel Gómez no sudan detalles de la película mexicana que se perfila para ser una de las grandes joyas del año en el cine mexicano

Isaac Cherem inspira a derribar fronteras con el amor adolescente de ‘Déjame estar contigo’

‘Déjame estar contigo’ de Isaac Cherem Fotograma del filme. (Cortesía)

Dentro del cine que se está haciendo en México hay espacio para las películas que no se inscriben dentro de la comedia romántica o el arte miseria, del cine de denuncia, que busca llegarle a las audiencias desde otros ángulos e historias, una de esas es Déjame estar contigo de Isaac Cherem, protagonizada por Andrea Sutton y Aksel Gómez, la cual narra la inusitada relación entre una joven y un chico deportado de Estados Unidos, una relación que les marcará profundamente, así como a los espectadores.

Para platicar de esta cinta en Crónica Escenario charlamos con su director, Isaac, y su protagonista, Aksel.

Isaac, regularmente en México se le tiene miedo al melodrama porque se le tiene asociada con malas connotaciones, pero cuando un director sabe llevar la historia de la manera correcta obtenemos películas entrañables como Déjame estar contigo, ¿cómo es que desarrollas esta historia?

ISAAC CHEREM: Bueno, me ofrecieron el guión, los productores pensaron, después de tener ese guión en sus manos y querer hacer esa película y haber visto mi trabajo previo, que yo sería buen director para el proyecto y sí, lo leí, iba justo dentro de mis intereses, de mis curiosidades, los temas que se tocan, los personajes, la etapa en la que están, son cosas que me interesan como creador.

¿Cómo es que llega aquí Aksel, que se volvió revelación en esta película?

IC: Teníamos a una directora de casting en Los Ángeles que se llama Carla Hool, quien tenía la tarea de buscar el personaje de Bruno que era muy particular ya que tenía que ser el inglés su lengua nativa para que tenga el acento de su manera de hablar español, el estilo, sobre todo que fuera un actor que pueda nutrir a ese personaje desde su propia experiencia.

Nos mandó muchísimos videos de diferentes actores de todo Estados Unidos y Aksel fue, en el instante en el que lo vi, fue muy obvio y muy inmediato el saber que era él quien tenía que darle vida al personaje de Bruno.

Axel, ¿cómo conectas tú con el personaje de Bruno? Tienes una personalidad muy llamativa en pantalla, pero además es un personaje muy entrañable y logras transmitir todas sus emociones. ¿Cómo es tu interacción con el personaje?

AKSEL GÓMEZ: Para mí, cuando leí en el online casting fue de “como que conozco a Bruno o conozco a alguien que se parece a Bruno” y para mí fue como de que tengo que hacerlo, tengo que intentarlo porque yo soy de Texas, como Bruno, hablo inglés y español. fue algo como lo tengo que hacer y bueno pues lo hice, envié unos tips y se quedó, y cuando empezamos a filmar estaba conociendo el país junto con Bruno y fue algo muy divertido.

‘Déjame estar contigo’ de Isaac Cherem Fotograma del fime. (Especial)

¿Cómo fue este choque de ver la ciudad de México, donde estás descubriéndola a la par del personaje?

AG: Fue chido, la ciudad está enorme entonces no conocí tanto de la ciudad aparte de la filmación. Estoy muy agradecido de conocer la ciudad junto con Bruno y a veces, en unas partes, se me figuraba más a Monterrey, entonces me sentía en casa.

Isaac, tu película va a llegar en un momento que curiosamente asemeja cosas que están sucediendo en la actualidad, una circunstancia que también permite que la película se vea con otra mirada ¿qué tan importante es para ti hablar de estos temas, más allá de la coyuntura política que vivimos ahorita?

IC: Es muy importante, sobre todo ejercitar la empatía, que siento que de pronto hace falta, y poner la cámara en un personaje y no en una situación como política entre dos países, sino adentrarnos en las emociones de un solo personaje que está viviendo esa situación tan trágica, porque es algo que vive mucha gente, pero podemos acercarnos más a través de lo personal y de alguien que es arrancado de su vida, de su familia, de su casa, de sus amigos, de su escuela.

Es algo con lo que para aquellos que no tenemos cercanía con alguien en esa circunstancia, no entendemos la gravedad del asunto. Entonces me alegra mucho haber tenido el privilegio de poder poner la cámara en un personaje que sufre esa injusticia y sí, es un momento en donde la narrativa está muy volcada hacia eso y qué bueno que podamos contrarrestar un poco la falta de empatía con esta película.

En Leona tenemos a esta mujer que está luchando contra todos los estereotipos sociales, con todo lo que sucede y en esta nueva película no hay un villano como tal, sino simplemente el villano es la misma situación de la vida. ¿Cómo es que logras jugar con estos elementos para atraerlos a tu estilo y crear una película Isaac Cherem?

Pues eso es una cosa que se da como medio inconsciente, como que uno toma decisiones conforme a quién es uno y pasa que después encuentras las similitudes. Siento que mi visión de la vida es lo que intento plasmar en mis películas y en mi visión de la vida no pienso en un villano, intento matizar las cosas, buscar la diversidad de los sentimientos, explorar las diferentes cosas.

Uno es quien es y ya solo uno se descubre más bien y yo me he descubierto a través de hacer cine y justo a través de hacer ya dos películas es más fácil identificar quién soy yo y cómo veo las cosas y cómo veo las situaciones y siento que lo principal es que para yo empatizar con los personajes de una película pues tiene que haber una conexión cercana con quién soy con cómo siento las cosas y por eso me cuesta empatizar con, no sé, villanos, supervillanos, si hay un supervillano y un superhéroe, como que digo, ¿y los matices dónde? Ahora, bueno, muchas de esas películas ya tienen matices, pero la vida misma es lo que intento plasmar.

¿Cómo se da esta interacción entre Andrea y Aksel? ¿Cómo platicaron ustedes para hacer estos personajes, para crear esta empatía?

IC: La verdad es que fue elegir bien a los actores que van a ser estos personajes, y Andrea Sutton es una persona muy generosa, muy madura, y Aksel es alguien muy emocional, muy en contacto con sus emociones. Entonces crear el ambiente en donde nos permitimos ser vulnerables y cuidarnos los unos a los otros, eso aunado al trabajo de ellos, siento que fue la clave.

AG: Conocí a Andrea por primera vez en persona en California, cuando hicimos los castings de química y todo pasó bien rápido porque llegué a la ciudad dos semanas antes de empezar filmaciones y agradezco mucho a nuestro coach, Mario Aguilar, porque en esa semana tuvimos ensayos, tanto de emoción como de conectarnos y Andrea es una chica muy buena persona y me ayudó mucho, fue algo muy rápido que hicimos con la conexión.

Isaac, me gustaría mucho si nos puedes platicar de las secuencias que haces de videollamada. Muchas películas quieren jugar con el celular, quieren llevarlo, pero se ve siempre falso, se ve impostado, y en tu película yo siento algo muy natural. Sí veo la interacción que tiene la sociedad con el celular, pero también siento esta cuestión de volverlo un juego visual que funcione en pantalla. ¿Cómo fue que decidiste abordarlo de la forma que lo abordas en la primera llamada que tienen ellos y en la última llamada que tienen?

Principalmente creo que no podemos como creadores y lo intentamos, siento, como industria en todo el mundo, evitar. O sea, incluso yo cuando tomé algunas clases de cine decían “no muestres la pantalla del celular porque es plano, porque no hay emociones”, pero ya estamos en un punto en donde no podemos, si estamos intentando retratar la realidad, fingir que no existe el celular, que no estamos estrechamente vinculados con nuestros celulares y que nuestra comunicación está estrechamente vinculada a los celulares.

Entonces fue una conversación muy profunda, de muchos días, de muchas horas, con el fotógrafo Bruno Gaeta, de cómo vamos a mostrar esto y vimos referencias, hay mucha gente que lo hace de distintas maneras. Como que pensamos que la mejor manera era esta, como usándolo y atravesando por el celular hacia la otra persona y viceversa.

¿Qué tal fue sacar de su zona de confort a Regina Blandón?

Pues increíble, la verdad, o sea, Regina yo creo que tiene una capacidad gigantesca y de verdad exquisita de presenciar desde los ensayos, nos la pasábamos riendo, reescribiendo los diálogos, llevándolo hacia un lugar, luego hacia el otro, tiene una capacidad de juego y de convertirse en diferentes cosas.

Entonces es una actriz que es una plastilina, que se puede hacer así o asá, ella aporta muchísimo. Yo creo que ella creó a ese personaje más que yo, más que el guión. Siento que no fue tanto un reto para mí. Siento que ella tiene la capacidad y que nada más fue propuesta tras propuesta y lo único que yo hice fue elegir.

Aksel, tienes una gran sonrisa al escuchar lo anterior, lo que me habla que tú hiciste una gran relación con Regina también. ¿Cómo fue tu interacción con ella?

Esos días con Regina fueron mis primeros días en el set. Todas las escenas con ella son mi primera actuación, entonces sí, fue una gran introducción para conocerla y a ver cómo trabaja atrás de la pantalla. Y en algunas escenas de la película quiero reír, pero me estoy aguantando porque estoy en toma, pero fue algo muy divertido. Días llenos de carcajadas.

Esta película es una película rareza, igual que fue en su momento Leona, dentro del cine mexicano, no se inscribe dentro del arte miseria, tampoco es comedia romántica, pero es una película muy entrañable, eso me lleva a preguntarte ¿qué tanto podemos esperar que te mantengas en esta línea de seguir haciendo cine contra sentido de lo que me parece la industria quiere ver, pero que es un cine muy necesario y que es muy importante actualmente?

Pues últimamente he reflexionado sobre mi identidad y siento que soy ajeno a la industria del cine mexicano, pero también soy ajeno a mi familia, pero también soy ajeno a mis amigos, pero también soy ajeno al grupo con el que hago ejercicio, o sea, en todos lados me siento un poco ajeno. Entonces no es de que yo quiera ir contra corrientes, es de que así me siento.

Yo hago lo que siento que va conmigo, que entiendo yo, que a mí me hace sentido y lo que ha pasado es eso. Pero no es que yo me estoy resistiendo a hacer lo que hacen otras u otros directores en nuestro país, es simplemente que no me encuentro en el mismo lugar que esos otros creadores, como que ser hijo de inmigrantes, haber crecido fuera de la Ciudad de México, haber tenido la historia que tengo, el origen que tengo, me hace mucho de quién soy y las decisiones que tomo y cómo veo la vida y cómo siento las cosas.

Entonces, pues sí, lo que puedo decir es que el futuro probablemente incluso va a ser más cercano a mí porque ahora sé quién soy más que antes, entonces sí, no podría hacerlo de otra manera que no fuera fiel a cómo me siento y a quién soy.

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