Escenario

ENTREVISTA. La cineasta chilena, especialista en el cine documental, nos habla de su proyecto de ficción que compite este sábado en los Premios Goya a Mejor Película Iberoamericana

Maite Alberdi cuestiona el rol de la mujer en la sociedad en ‘El lugar de la otra’

La cineasta Maite Alberdi. (ESPECIAL)

Maite Alberdi volvió con otro proyecto interesante que, si bien de cierta forma se alimenta de sus raíces como documentalista, se alimenta de ellas para crear un relato de ficción sobre un caso real en El lugar de la otra, filme que aspira a llevarse el Goya como Mejor Película Iberoamericana este sábado y que se puede disfrutar en Netflix.

La película nos lleva a Chile, 1955. Cuando la popular escritora María Carolina Geel asesina a su amante, el caso cautiva a Mercedes, la tímida secretaria del juez encargado de defender a la acusada. Después de visitar el departamento de la escritora, Mercedes comienza a cuestionar su vida, identidad y el rol de la mujer en la sociedad al encontrar en ese hogar un oasis de libertad.

Crónica Escenario charló con ella sobre este proyecto y las reflexiones que busca dejar en el camino.

“Lo que me interesó más de este caso fue que es parte de un libro de no ficción que se llama Las homicidas, basándome en el caso real de una mujer que fue perdonada por la justicia siendo asesina sólo por el hecho de ser mujer y condenarla era visibilizarla más”, comentó.

“Al mismo tiempo hay un perdón y un indulto de clase que también me pareció interesante volver a mirar sobre una mujer que decide escribir un libro y aprovechar su encierro para transformarlo en un espacio creativo para ella”, mencionó la chilena sobre lo que hay detrás de este filme.

“Pensaba en hacer un documental de época sobre este caso donde tenía todos los materiales, los archivos, los testimonios de expedientes, las cartas, las fotos, la prensa, todo, pero no tenía a nadie vivo para testificar. Entonces, como documentalista decidí inclinarme por una ficción sobre el caso con Mercedes (Elisa Zulueta) como nuestra guía”, agregó Alberdi.

EL SIMBOLISMO DE SU PROPUESTA

La directora de El Agente Topo (2020) y La memoria infinita (2023) usa el recurso de los espejos para expresar la importancia de la mirada. “Hay algo importante en ellos y en los retratos, como ella se saca fotos que cumplen una función similar a la del espejo, y son mujeres que se están mirando, y que a partir de esa mirada van aprendiendo cosas”, comentó.

“Vienen de una generación donde los modelos a seguir eran siempre masculinos, pero uno miraba poco a otras mujeres. Creo que los aprendizajes en todo ámbito se producen desde mirar ejemplos de otras y de eso se trata la película, de una mujer que se descubre a sí misma y las necesidades básicas que tenía a partir de la observación de la otra”, explicó.

Asimismo, existe el tema de la libertad y los espacios que Mercedes encuentra. “Su gran revelación tiene que ver con el cuarto propio y con la necesidad de tener un espacio mínimo de silencio, de creatividad, que a veces cuesta tanto defender”, dijo.

“Claro, hemos hecho grandes batallas por la conquista de la defensa del espacio personal y eso creo que es lo que lo que encuentra ella y también la otra como una mujer que fue capaz de rebelarse a los cánones de la época y que no sólo conquista su independencia sino su espacio creativo”, meditó Alberdi.

LA MIRA EN LA NULA VISIBILIDAD DE LA MUJER EN CHILE

No puede faltar la resonancia del tema de la nula visibilidad que las mujeres tenían en los sistemas de esos tiempos en Chile. “Evidentemente es una película de época y las diferencias son radicales en el posicionamiento de los hombres conforme al espacio que tienen comparado a las mujeres en esta época”, expresó.

“Ellas realmente no podían entrar al club, no tenían permitidas muchas cosas y es un patriarcado que invisibilizaba mucho y en donde costaba que las mujeres tuviesen otro rol. Creo que eso también se marca mucho en el relato”, apuntó Maite.

“Por ejemplo, María Carolina es una mujer que tiene que estar dando explicaciones al novio porque no quiere casarse, se está claramente revelando con el patriarcado y con los cánones de la época sobre el rol de la mujer. Y al mismo tiempo hay un sistema patriarcal que cuestiona a la mujer asesina”, dijo.

“Y la visión de la mujer de la época es que tiene que ser buena, no puede haber malas. Por eso el perdón de la justicia también se da, porque ella no puede ser entendida como una asesina. Y si es una asesina, está loca o tiene problemas hormonales, que es lo que planteaban los informes psiquiátricos. Es anular la maldad en el género, que también es una forma de invisibilizar”, complementó la cineasta.

“Lo que más resuena en el presente es que, por supuesto, esa invisibilidad sigue existiendo, y para mí lo que más se vive en el presente, es que quizás la justicia funciona muy distinto para las mujeres. Hoy día, en muchos países de Latinoamérica, la justicia condena más, y las sentencias son más grandes a veces para las mujeres que para los hombres, que es bien insólito cómo se dio vuelta a eso”, aseveró a su vez la reconocida chilena.

“Pero creo que donde se siguen visibilizando las mujeres hoy es en el espacio doméstico, que es el mismo de Mercedes. Y quizás las conquistas del feminismo, muchas tienen que ver con los espacios públicos, pero hemos podido manejar muy poco la conquista de los espacios domésticos y la carga mental de las mujeres en el hogar sigue siendo exactamente la misma cuando salimos a trabajar. Eso sigue siendo muy parecido a como lo ve la película”, señaló tajantemente Alberdi.

EL ARTE DE HOY SE INSPIRA EN EL ARTE DE AYER

Otro toque característico del filme recae en las ensoñaciones que tiene por momentos Mercedes y su estética particular. “De alguna manera para mí eso es una reconstrucción documental del ¿cómo me imagino yo que fue a partir de lo que me dicen? Pero en realidad es solo reconstrucción de escena, que es lo que estoy haciendo en esta ficción a partir del archivo, tratando de reconstruir escenas de alguna manera”, razonó la directora.

“Lo otro que también era desafiante ahí es que María Carolina es un personaje que nunca le habló a la justicia ni a los medios y que nunca quiso decir sus razones. A mí me parecía muy injusto ser la que le ponía voz a un personaje que no quiso hablar. Entonces es Mercedes la protagonista, porque era muy injusto obligar a la otra a dar respuestas que ella nunca dio. Entonces es otra la mujer que mira, que imagina y reconstruye y nos lleva a esas escenas, que también soy yo mirando”, meditó Alberdi.

Existe una frase que llama la atención en la cinta: ‘El arte de hoy se inspira en el arte de ayer’, algo sobre lo que Maite ofreció sus pensamientos. “Uno sabe que no está inventando nada nunca. De alguna manera todas las películas son reversiones de otras, y todas las lecturas están ahí en el aire y se cruzan, y pasa mucho que los cineastas estamos pensando lo mismo en los mismos momentos”, dijo.

“Entonces uno encuentra películas que dialogan, pero me encanta la frase porque lo que está diciendo es una de las posibles tesis de por qué mató al hombre, que es que fuera un performance artístico de cómo otra escritora hizo lo mismo para matar en el mismo hotel en el mismo lugar a su amante unos años antes”, añadió.

La chilena no dudó en señalar que, si existe algo en común en su filmografía, es el hablar de esos lugares donde todo surge. “Mi cine y El lugar de la otra lo que hacen es hablar de espacios mínimos porque es ahí donde sucede la vida. En esta cinta todo sucede en un departamento, entonces creo que al final, la transformación sucede en un lugar”, comentó.

“Creo que lo importante de mi cine es la capacidad de comprender que es ahí donde suceden los cambios sociales y la vida misma. Y que desde lo íntimo hablamos de lo público, por ello en esos espacios se produce la identificación para hablar de las grandes temáticas”, finalizó.

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