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El Festival Internacional de Cortometrajes de Clermont-Ferrand es uno de los eventos más importantes para el formato corto, considerado el “Cannes de los cortos”. Cada año, reúne a cineastas emergentes y consolidados de todo el mundo, brindando visibilidad a proyectos que luego pueden dar el salto al largometraje.
Grandes productores han pasado por este circuito, como Nicolás Celis de Pimienta Films, quien antes de producir la exitosa y polémica Emilia Pérez, trabajó en cortometrajes como Ver llover de Elisa Miller, con el que México ganó la Palma de Oro en Cannes 2007.
El cortometraje sigue siendo un trampolín para el cine mexicano, y en esta edición del festival, que se celebró en la ciudad francesa del 31 de enero al 8 de febrero, la representación mexicana es destacada.
Entre los seleccionados estuvieron Buscando un burro de Juan Vicente Manrique; Lanawaru de Angello Faccini; Aferrado de Esteban Azuela (que ganó en la categoría Lab), Como si la tierra se las hubiera tragado de Natalia León; Saarvocado de Víctor Orozco y Domingo familiar de Gerardo del Razo el cual es estreno mundial en este festival.
Este último presenta una propuesta innovadora y provocadora, sobre la cual en Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de conversar con su director.
Domingo familiar gira en torno a la rutina diaria de recolección de dinero entre los comerciantes y residentes del área. Un domingo en particular, un comerciante no ha pagado su cuota. Como consecuencia, un grupo de sicarios llega para darle un ultimátum, creando una atmósfera de tensión y violencia inminente en el edificio donde se encuentra el comercio.
“Estoy presentando en Clermont-Ferrand una película que se llama Domingo familiar, que es una producción del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), una escuela pública en la Ciudad de México”, nos contó Gerardo del Razo.
Sobre su formación, agregó: “El CCC es una escuela muy interesante porque este mes ha tenido varios estrenos importantes: Domingo familiar en Clermont-Ferrand, Casa chica de Lau Charles en la Berlinale, que es de una de mis mejores amigas...y en Rotterdam se estrenó Levantamuertos (de José Eduardo Castilla). Es una escuela que, a pesar de ser pública y muy barata, tiene una presencia constante en festivales internacionales”, dijo.
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Uno de los aspectos más llamativos de Domingo familiar es su estructura narrativa y visual: un plano secuencia con un uso estratégico de los zooms.
“La idea surge de dos lados. Por un lado, crecí en la zona donde filmé, en la frontera entre Iztacalco e Iztapalapa, donde el tema de las extorsiones es muy fuerte. Es un problema enorme en Ciudad de México y en el país en general, donde negocios han tenido que cerrar porque los amenazan con quemarlos si no pagan”, expresó.
“Me interesaba escribir algo sobre esto. Y, por otro lado, quería hacer un ejercicio formal que reflejara la circularidad de la violencia. Es un problema que no tiene una solución clara, se repite constantemente”, añadió.
Sobre la elección del plano secuencia, explicó: “Me interesaba contrarrestar la idealización del crimen organizado en las narcoseries. Quise hacer una película incómoda, que no estuviera hecha para entretener, sino para provocar. Hay un momento en donde la locación se queda vacía por un minuto, y la idea era generar un vacío en la audiencia”, sumó.
El rodaje del cortometraje fue un reto: “Trabajamos durante un mes con los actores y el equipo de stunt, pero solo tuvimos dos días para filmar porque no teníamos dinero. Todo el corto costó alrededor de tres mil dólares”, comentó.
“Hicimos un solo día de ensayo en locación y seis tomas el día de la filmación. La luz que necesitábamos solo nos duraba hora y media, así que tuvimos que ser muy precisos. Fue un proceso de meses que se ejecutó en pocas horas”, siguió.
Sobre su participación en Clermont-Ferrand, Del Razo admitió: “No me lo esperaba. Hice el corto sin pensar en los festivales, solo en que fuera honesto. Nos rechazaron de muchos lugares antes de que Clermont nos aceptara. Lo metí como una esperanza, sin certeza de nada. Afortunadamente, el corto les habló y aquí estamos”, destacó.
Finalmente, al preguntarle en qué festival o sala de cine en México le gustaría estrenar Domingo familiar, respondió:
“Me gustaría mucho ir a festivales que no son los más reconocidos. México centraliza mucho la cultura en Ciudad de México, Morelia y Guadalajara, pero hay festivales interesantes en Los Cabos, Ensenada y otras regiones. Me interesa llevar el corto a lugares donde este tipo de cine no es tan común y pueda conectar con otros espectadores”, cerró.