Escenario

ENTREVISTA. El actor Diego Martínez Villa nos habla de la obra que busca conectar con una audiencia diversa, pero en especial con las personas de barrios que nunca se han visto reflejadas en el teatro

‘No concreto’: Una travesía emocional en teatro que rinde homenaje a la CDMX

Diego Martínez Villa en la obra No Concreto (CORTESÍA)

El Foro Shakespeare abrió sus puertas a No concreto, un unipersonal que retrata los contrastes de la vida en los barrios de la Ciudad de México. Con funciones todos los miércoles a las 20:30 h, del 5 al 26 de febrero, la obra promete sumergir al espectador en un viaje de emociones, recuerdos y crudeza urbana.

Protagonizada por Diego Martínez Villa, No concreto narra la historia de una infancia moldeada por los sueños y el impacto de la violencia, evidenciando cómo estos dos elementos pueden coexistir en un mismo espacio.

UN MONÓLOGO ÍNTIMO

A través de un monólogo íntimo y contundente, la puesta en escena busca provocar una reflexión sobre la resiliencia, la esperanza y la identidad en un entorno donde las realidades más duras contrastan con los anhelos más genuinos.

En entrevista con Crónica Escenario, Diego Martínez compartió todos los detalles sobre esta puesta en escena: “Para mí es muy importante y disfrutable poder hablar de las historias que siempre he tenido cerca en la vida y con las cuales crecí. Para mí es un homenaje para un montón de personas, su historia es importante y resaltar esas voces también”, dijo.

“Me encanta el teatro en México, pero a veces pienso en la necesidad e historias aún más cercanas a los barrios de la CDMX y a la clase trabajadora, estas historias más crudas y con espacios menos sublimes, es importante darle a una historia cotidiana de la escena”, añadió.

La obra sigue el recorrido introspectivo de un hombre que, ante un punto crucial en su vida, regresa a las calles de su infancia para descubrir cómo su entorno influyó en sus aspiraciones y cicatrices.

“Es un trabajo en conjunto, yo arrojaba las ideas y Thelma Carrizosa le fue dando una vida formidable y una forma única, al final del día ella encontró la historia y a mí me fascinó cuando llegamos a ella”, expresó.

“Es la historia de una persona a la que le cambió la vida después de un acto y empieza a caminar las calles en las que creció, a partir de ahí se ilumina el concreto que por sí solo pareciera árido, el reto es poder encontrar todas esas potencias, desde la violencia que avasalla a un individuo, pero también cómo nos movemos y cómo soñamos”, agregó.

DEDICADA A LOS NACIDOS EN EL BARRIO

La producción está enfocada en las personas que nacieron en los barrios y vivieron estas experiencias, pues es una manera de hacer el teatro cercano y accesible para todas y todos.

“Ahora yo lo que quisiera es que sea una historia para la gente que no ha visto teatro, que una persona se pueda ver atravesada por la potencia de la palabra, del cuerpo, del poder de la danza y del poder de la metáfora. Además, buscamos lo universal y que la historia conecte con diversos públicos”, agregó Diego.

Todo el equipo está conformado por gente que viene de diferentes barrios de la Ciudad de México y de clase trabajadora. Posteriormente se dedicaron al arte en otros espacios, por lo que no les costó trabajo acercarse a estos espacios y conectar artísticamente.

“Creo que estos espacios urbanos y precarios, muchas veces en cuanto a su calidad de vida es un tema universal porque ahí nos desarrollamos muchas personas y a partir de ahí aprendimos a soñar y tener la mejor versión de la historia que creamos día con día, tratar de construirla en medio de estos lugares complejos”, concluyó el actor.

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