Escenario

ENTREVISTA. Crónica Escenario charló con Jorge Ramírez Suárez, director y guionista del filme, así como con Adriana Barraza y Kristyan Ferrer a propósito del reestreno del filme

‘Guten tag, Ramón’ celebra una década en medio de una discusión sobre la migración

Fotograma de Guten tag, Ramón (CORTESÍA)

Pocas veces una cinta mexicana logra celebrar un aniversario en cines. Y qué mejor que un relato sobre un joven que busca una mejor oportunidad de vida y la encuentra en Alemania, sea la que viva aún en la memoria de la gente. Es así que celebramos una década de Buenos días, Ramón (Guten tag, Ramón), que tiene un reestreno limitado para conmemorar una historia de bondad y humanidad.

Crónica Escenario charló con Jorge Ramírez Suárez, director y guionista del filme, así como con Adriana Barraza y Kristyan Ferrer, protagonistas del emotivo relato que refrescó la cara del cine mexicano.

La cinta tiene en el centro a Ramón, un joven que es noble y que busca lo mejor sin hacer daño a nadie, entablando una conexión con una jubilada alemana. “La película habla de eso, de la amistad de dos personas que potencialmente es muy difícil que se conozcan”, comenzó el cineasta.

“Un muchacho de una ranchería del norte de México y una señora retirada de una ciudad de Wiesbaden en Alemania, pero cuando lo logran conocerse, es posible un lazo y eso es o que conecta con la gente, que hay una solidaridad con el desamparado y con la dulzura del personaje”, aseveró Jorge.

Ramón es una persona de bien, es un buen tipo, es alguien que se niega a ser delincuente, y eso, para mí era lo más importante de contar. No todos los jóvenes de México optan por ese camino, como muchas veces retratan las otras series que hacen los americanos sobre el narco, inclusive películas mexicanas que ponen como si ya todo el mundo fuera, su única opción sea ser delincuente y narcotráfico”, añadió.

ADRIANA BARRAZA MEDITA SOBRE LA MIGRACIÓN

Adriana Barraza, que representa a la abuela Esperanza en la cinta, reflexionó sobre las motivaciones que hay detrás de la migración, en específico con Ramón y su conocimiento del caso en primera mano.

“Primero es neutra y después le muestra a su nieto que hay muchas personas que creen que solamente hay dos caminos. O te metes al narco a trabajar con ellos o te vas a los Estados Unidos. Entonces es maravilloso esta película que esta cinta dé diferentes opciones, pero todo radica en quién es Ramón”, dijo.

“Él es una persona que no desea meterse al narco, no necesariamente tiene que seguir ese camino”, complementó la actriz nominada al Oscar.

La actriz habló sobre su experiencia en el séptimo arte con el tema: “Cuando hice Babel tuve la oportunidad y la necesidad de hablar con muchas personas en Tijuana, e hice una investigación larga. Y encontré a una jovencita que se llamaba Adriana, no tendría más de 23 años, que ya había cruzado cinco veces”, comentó.

“La quinta vez, como conoció los Estados Unidos, fue en la cárcel. Siempre la regresaban hasta que estuvo casi un año en prisión. Entonces sabemos que la película nos muestra situaciones completamente reales”, continuó.

“El hecho de Ramón se haya ido a Europa es una de las situaciones que no solamente es novedosa, sino que nos transmite todavía algo verdaderamente difícil para este joven. Pero además, en esta abuela también podemos ver el gran amor que tiene por su nieto”, siguió.

“Y lo que le tiene que decir es una realidad que viven muchos compatriotas de nosotros, que si los jóvenes no trabajan en algo, pues cómo van a sobrevivir. Mujeres que quedan solas después de que los hombres ya se fueron a donde sea, ya los mataron o están en Estados Unidos o huyeron simple y sencillamente”, aseveró Barraza.

KRISTYAN FERRER, UN ACTOR AL QUE LE CAMBIÓ LA VIDA

Kristyan Ferrer da vida al bonachón de Ramón, personaje que cambió drásticamente su carrera y que ahora percibe con otra mirada después de una década del estreno.

“Definitivamente, la película para mí es un parteaguas, no nada más por lo que fue mi carrera, sino que creo que en ese momento todavía no era tan visible esta necesidad de tener otra mirada con respecto al cine”, expresó.

“En su momento se empezó a discutir sobre la hegemonía de las películas serias, éstas que van a festivales y que sólo hablaban de lo peligroso que era México, que por ende también su gente era peligrosa de una forma sutil o casi disfrazada”, sumó.

“Yo soy muy consciente de la realidad en la que vivimos, pero cuando me ofrecieron este personaje me pude dar cuenta de que existía otra mirada, de que podían existir otras dimensiones y de que no nada más el cine es lo que le llaman el reflejo de una realidad”, meditó a su vez el talentoso histrión.

Y es que, para Ferrer, existía una corriente dominante en el cine nacional que Buenos días, Ramón, retaba. “Siento que había una mirada hegemónica, una cosa que en su momento dijo Paula Markovitch, que era la ‘pornomiseria’”, expresó.

“El cine mexicano se estaba volviendo eso y a 10 años me doy cuenta de lo necesario que sigue siendo tener otra mirada con respecto a nosotros mismos, porque también eso habla de nuestra soberanía. Somos muchísimas personas viviendo en este país con diferentes idiosincrasias y creo que reducirnos a un arquetipo es algo que hay que seguirnos cuestionando”, puntualizó Kristyan.

JORGE RAMÍREZ SUÁREZ Y LA RELEVANCIA DEL FILME EN LA ACTUALIDAD

El tema más resonante de Buenos días, Ramón es, sin duda, la migración, tópico que en los diez años que han pasado desde su estreno, ha adquirido una relevancia global. “Está más vigente que nunca, es impresionante. Por otro lado, es triste que haya tanta guerra contra los migrantes. Pero la verdad, tiene una gran vigencia la película, justamente porque parece que la hicimos ayer”, afirmó Ramírez Suárez.

“Creo que el público sigue respondiendo muy bien a la película, sobre todo que hoy en día que la guerra contra los migrantes en todo el mundo está creciendo. Pero también hay una reacción en contra de medidas anti migratorias en Frankfurt, París y en muchos otros lugares”, mencionó.

“Y eso es muy bueno, porque eso es justamente lo que decimos, hay mucha gente muy buena, que al contrario, abraza las culturas de otros países y enriquece una sociedad en la combinación de las mismas”, continuó el cineasta.

En su turno el protagonista meditó: “Cuando tienes un sistema de creencias tan arraigado como el norteamericano, termina por convertirse en una ideología de esta derecha rancia seguir utilizando términos como que los latinos somos delincuentes e ilegales”, criticó duramente Ferrer a la situación que se vive actualmente en el mundo, específicamente con EU y México. “¿Quién puede ser ilegal en el mundo? Es estúpido”.

“Por otro lado, la película también busca generar nuevas formas de vernos. Es importante que comencemos a través de las películas a mirarnos de una forma distinta y decirle al mundo: ‘esto que te están diciendo es falso’”, continuó.

“Nosotros sabemos que los gobiernos norteamericanos podrán ser demócratas o republicanos, pero al final las leyes no cambian, como la ley Ken Reilly, donde se propone que un niño latino que roba lo pongan en la misma categoría de detención que alguien que asesina. Es importante que comencemos a cambiar la mirada con respecto a quienes somos”, dijo tajantemente el protagonista.

“Para mí es muy claro, pero también no hay que olvidar que el 50% de la población norteamericana no votó por Trump. Desgraciadamente ganó y está siendo un desastre en el mundo. También en Europa están pasando cosas así, pero la mayoría somos buenos y creo que esa es la esperanza. Tenemos que ser combativos efectivamente en contra del racismo”, complementó Ramírez Suárez.

UN ANIVERSARIO EMOTIVO

Finalmente, el reencontrarse con Ramón en este aniversario, sin duda, ha sido bastante emotivo para el joven Kristyan.

“Tuve la oportunidad de ver la película, no la había visto desde hace mucho tiempo y me llevé una grata sorpresa. Me dio mucha nostalgia ver a un chavito que tenía mucha esperanza y que le motivaba hacer cine. Lo pude ver ahí en sus ojitos y fue algo que me conmovió muchísimo”, expresó.

“La película tiene este sentimiento de abrazo a la gente, de tirar buena onda, y creo que el público lo recibe”, acotó el director del filme.

“La historia nos enseñó que si hay público para este tipo de historias y así será y espero que así siga siendo. Guten tag, Ramón, todo el mundo me dice que es una película que recuerdan mucho, y otra vez ahí está, después de no haber estado en plataforma, vuelve a cines y esperemos que después ya llegue a esos medios”, concluyó.

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