
Laura, una intrépida perezosa de 12 años y su maravillosa pero extraña familia, quedan devastados cuando una tormenta destruye su restaurante. Eso los obliga a subirse a su viejo y destartalado camión de comida, sin nada más que su preciado libro de recetas y la pasión por la comida que los une.
Esa es la trama de Los Pérez-Osos y Crónica Escenario charló con los artistas de doblaje, Mariazel, Faisy y Lola Cortés, sobre su participación en este emotivo y divertido filme.
Mariazel interpreta a la madre de familia, Gaby. “Es una mamá en toda la extensión de la palabra. Es amorosa, protectora, y una mamá que lo que quiere es mantener a su familia unida”, dijo.
“Y pues ha heredado este recetario de la familia, por generaciones, tiene muy buena sazón y la comida es lo que los mantiene tan unidos de alguna manera. Entonces, ahí empieza todo el dilema, porque justo por ese recetario es que empieza toda la aventura en esta película”, añadió.
UNA HISTORIA CON EMOTIVIDAD
Pero un giro interesante se da con cierta particularidad de su personaje que hace que su historia se vuelva más emotiva en el arco con su hija.
“Tiene este tema de una enfermedad que va empezando y pues con la que me identifico mucho porque mi madre la tuvo, entonces que me llegue un personaje así creo que nunca es casualidad nada. Lo disfruté mucho y fue muy conmovedor también darme cuenta de que ya está perdiendo la memoria”, reflexionó la también actriz y conductora.
Faisy deja de lado los villanos animados para dar voz a Mani, hermano de Laura, papel que también le ofreció conexiones peculiares. “Soy de espíritu muy jovial. Además, me apellido Pérez”, comentó.
“Entonces, cuando me llega la propuesta del personaje, no sabía muy bien de qué iba la historia, pero quería hacerlo con Mariazel que tenía muchas ganas de hacer doblaje y siempre hemos compartido juntos y saber que la villana era Lola, con quien trabajé en Toc Toc, me motivo a ser parte de esto”, siguió.
“Hubo muchos guiños durante la grabación y la historia que me dieron mucho sentido. Por ejemplo, hay una parte de una foto que tiene el personaje de Lola y atrás viene una fecha y es el año de mi nacimiento. Hubo detallitos en el relato que fui descubriendo ya que acepté el proyecto, que me hicieron encajar muy bonito con el personaje”, señaló el actor y comediante.
LAS PECULIARIDADES DE LA ANTAGONISTA
Lola Cortés se divirtió como la antagonista de este relato, Dotti Pace, que es la encargada de una gran empresa de comida rápida en la ciudad.
“Con esta villana, estamos viendo la parte de la gente que hace negocios. Cómo se desprende, cómo no le importa y lo que quiere es acaparar todo. Las cosas familiares las hace a un lado porque ella no tiene tiempo para nada, va para adelante, para adelante, para adelante”, afirmó.
“Y es maravilloso que se dé cuenta de esto, de lo que es la unión familiar. No es una comida como tal o el libro de recetas y ya. Es lo que ese libro significa para la familia, que ha venido de generación en generación y que ella de repente, le pega durísimo darse cuenta de que perdió eso porque no lo entendía. Es maravilloso hacer una villana, me parece muy divertido y lo hago muy seguido”, agregó.
UNA METÁFORA DEL CAPITALISMO
Dotti también funciona como una interesante metáfora del capitalismo en esta fábula familiar. “Ella lo que nos demuestra es esta parte de la gente que hace sus negocios, que no le importa, de esta gente fría, calculadora. ¿A quién le importa la familia?”, cuestionó.
“O sea, es el dinero y poder hacer más y más sin importar por encima de quien pase. Es terrible, pero lo ves desde una forma muy linda, está muy bien explicado y los padres también se van con esta experiencia de ver algo que conecta con todos por igual”, explicó Cortés.
Pero es la comida, en específico la mexicana, la que toma un papel de suma importancia en el relato y las historias alrededor de estos Pérez-Osos.
“Soy de León, Guanajuato y creo que mucho de la comida une a la familia y de repente no nos damos cuenta las tradiciones, el cómo a partir de ahí puedes volver a comenzar y te das cuenta que es una evolución o continuar una historia”, manifestó Faisy.
“En mi caso, tengo un problema muy grande y me di cuenta de la comida y su importancia el día que mi madre se fue. Desde ahí ya no supe hacer nada, me di cuenta que ella en su memoria tenía todos los recetarios de años atrás, de toda la vida y dije ‘en la torre, nunca le pregunté absolutamente nada’”, siguió.
“Para mí fue como el dolor de saber que ya no voy a poder comer el pastel de choclo o las empanadas chilenas. Cuando hice la cinta, me pegó durísimo eso. Además, nunca me metí a la cocina porque soy malísima y entonces ella me corría”, confesó Cortés.
UNA REFLEXIÓN FAMILIAR CON PROFUNDIDAD
Una reflexión familiar que llegó a tocar sensibilidades más profundas: “Mi mamá también murió y solo mi hermana mayor, que era la que estaba pegada a ella cuando cocinaba, es la que medio mantuvo la tradición”, expresó Mariazel.
“A mí también me pegó y le dije a mi hermana, que tenía que escribirlas en algún lado y obviamente ponerle más atención a lo que hacía cada Navidad, sobre todo porque la comida va más allá de alimentos. Es amor, es unión, son recuerdos, son tantas cosas”, señaló.
“Y me acuerdo muy bien que cada Navidad nos sentábamos y en una ocasión fue impresionante porque probamos la comida y se nos cayeron las lágrimas, porque fue como si mamá hubiera cocinado, y mi hermana dijo: ‘hoy sentí que mi mamá me lo estaba diciendo al oído’. Entonces, sí, es hermosa esa conexión”, resaltó.
“Cuando se pierde el recetario vemos cómo los aromas, los sabores, hacen que se olvide un poco la enfermedad de Gaby”, complementó.
LOS SUEÑOS DE LA CIUDAD
Otro punto es el de la paciencia, que se contrapone a la velocidad de la ciudad y de Laura, la hija soñadora de los Pérez-Osos.
“Cuando vemos al papá plantar el arbolito y tratar de ellos mismos, generar los ingredientes con lo que se cocina y un poquito el otro extremo a lo que dijo Lola del capitalismo al tener el control de tu huertito y de todo, creo que es bien bonita esa meditación sobre ello”, destacó.
“Y es que a veces tarda un poquito más el hacer las cosas como queremos que salgan, pero lleva más cuidado, más cariño y también está bien el tener paciencia y el utilizar tus recursos, más allá de pensar en recorrer un camino que alguien más ya hizo”, indicó Faisy.
Finalmente, la voz de Mani apuntó hacia otro gran mensaje para los padres e hijos que se encuentra latente en la cinta.
“Tuve la oportunidad de disfrutar con varias familias de esta cinta y escuchar la reacción de los niños y cómo el guión toma una importancia diferente a partir de los dibujos animados, que también los papás salen entendiendo esta moraleja de cómo hay que dejar que los hijos tomen su rumbo y nosotros tratar de seguir el nuestro, no de imponer, es algo hermoso”, concluyó.