
Después de su exitoso paso por el Festival Internacional de Cine de Venecia, la cinta Babygirl llegó en fechas navideñas como una propuesta polémica sobre la sexualidad, la masculinidad tóxica y otros abordados por Halina Reijn, quien acompañada de una actuación importante de Nicole Kidman y su contraparte, Harris Dickinson, ofrecen interesantes reflexiones al respecto.
Crónica Escenario charló con la cineasta y sus dos protagonistas sobre este filme que, seguramente, también incomodará a algunos y que es una propuesta interesante para reflexionar sobre el deseo de las mujeres a propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Halina comenzó abordando la génesis de este sensual relato. “Siempre me pregunté cómo podía integrar todas las partes diferentes de mí misma como mujer y sentía que algunas me gustan tanto que quería mostrárselas al mundo”, dijo.
“Pero existen otras de las que me avergüenzo bastante y me ponen nerviosa. Así que Babygirl levanta ciertas preguntas sobre si es posible amarlas todas y aceptarlas A partir de ahí, traté de crear una cinta entretenida y divertida con una pregunta existencial y un humor bastante negro”, añadió.
UN FILME SOBRE LA EXPLORACIÓN FEMENINA DE LA SEXUALIDAD
Para Nicole Kidman, tomar el reto de este papel la llevó a cumplir su deseo de trabajar con Reijn. “Me gustaba pensar que ésta era un área del thriller que jamás había explorado antes, sobre todo por la exploración femenina de la sexualidad, sus deseos y su propio descubrimiento”, dijo.
“Todo eso a través de una montaña rusa bastante original. Cuando leí el guión, le tuve que llamar a Helena para hablar del papel y ahí comenzó la metamorfosis de todo el proyecto a su lado”, siguió.
“Es un filme muy visceral y eso nos puso a todos en un punto de agotamiento, a veces incluso de regocijo y de adrenalina que nos ayudaban en una cinta como ésta”, señaló Kidman.
“Es una historia tan seductora en el sentido del mundo que creamos alrededor de ella así que vivimos una presión todos para lograr sacar lo mejor que teníamos en las diferentes locaciones”, agregó Halina.
UN PERSONAJE DOMINANTE DE DICKINSON
Harris Dickinson también habló sobre su rol como el personaje dominante de esta relación con Nicole. “Es un joven que apenas está descubriendo quién es, tratando de comprender su lugar en el mudo a la vez de cuál es su papel en una dinámica sexual”, expresó.
“Hay muchas formas en las que un hombre moderno puede ser y él batalla con su confusión al respecto hasta que conoce a alguien tan respetada como ella, en una posición de alto rango y va en contra de ella desde el inicio, rompiendo los parámetros de lo que sería un lugar de trabajo corporativo. Además, siempre traté de entender su mente desde la perspectiva de un interno en estos puestos de oficina”, siguió.
“A pesar de que constantemente mostramos la mirada femenina en la cinta de la mano con la feminidad, era muy importante hablar de la masculinidad y lo que eso significa en estos días”, mencionó la directora.
“Por eso ponemos tanto a este joven como a Jacob, interpretado por Antonio Banderas, que hace el papel del esposo de Nicole, pues queríamos mostrar esa parte humana también sobre todas las cosas”, sumó.
Pero el papel de Harris también mantiene cierto halo de inseguridad que lo carcome. “Si bien de inicio parece un depredador que parece perseguirla, de repente no teme en hablarle con seguridad y de una forma muy normal. Sabe lo que provoca y eso hace interesante su persona”, expresó.
“Creo que él se siente atraído por ella pero realmente no sabe cómo actuar al respecto. Y así, ambos se someten a estos roles que son como un velo para ambos mientras aprenden a navegar esos escenarios y los matices que Samuel va presentando”, explicó el actor.
LA QUÍMICA ENTRE LOS PROTAGONISTAS
Una parte clave en Babygirl es la química que hay entre Harris y Nicole durante todo el filme, algo que se creó con respeto por ambas partes.
“Una vez que hablamos sobre todo esto y reconocemos que estamos en esto juntos y mostrarnos cómodos haciéndolo. Con él, me sentí así inmediatamente porque es un caballero, está muy alerta y te cuida mucho”, manifestó la actriz, que añadió sobre la labor de Banderas a su lado.
“Somos muy experimentados así que con él fue más sencillo, pues ambos teníamos en nuestro historial cintas donde lidiamos con el sexo aunque esta es la primera vez que me dirige una mujer”, continuó.
“Eso ayudó a que todo fuera aún más seguro, porque Halina entendía a cada uno de nuestros personajes y lo que intentaba hacer con ellos. Además, estaba dispuesta a reescribir o quitar algunos aspectos según lo que convenía a la narrativa. Siempre estuvo involucrada con nosotros y eso nos ayudó a tener mucha claridad en lo que hacíamos”, complementó la galardonada australiana.
UNA ATMÓSFERA DE TENSIÓN
Asimismo, Reijn ofreció detalles sobre el proceso creativo para generar la atmósfera de tensión que se vive en esta relación retorcida.
“Creo que eso viene del teatro y mi experiencia como actriz en ello. Me parece que mucho de lo que esta cinta es se alimenta del teatro clásico como Shakespeare, Ibsen, O’Neill. Aunque la historia es moderna y espero que se sienta de esa forma, existen muchos elementos en los personajes de la misma que tienen esa esencia”, explicó.
“Ellos tenían que aprenderse muchos diálogos y eso requería mucho de los actores técnicamente hablando”, continuó la directora.
“Siempre buscamos la electricidad adecuada para el momento que nos la daba justamente el lenguaje entre ambos y cómo pasaba del texto a la interpretación. Jugamos con ese elemento de peligro, porque es parte de lo que propone la dinámica del filme, incluso buscamos crear cierta incomodidad hacia la audiencia pero también un toque sexy que esperamos haber conseguido a través de ese sentido de intimidad entre ellos”, añadió.
UNA CUESTIÓN QUE GENERA UNA CRISIS EXISTENCIAL
Aunque Babygirl propone esa cuestión de la sexualidad femenina, para Kidman también expone lo que es vivir una crisis existencial.
“Aunque ella tiene todo lo que podría desear, realmente la sacuden ciertas inquietudes que creo todos vivimos. Y cuando el joven Samuel aparece, tiene la cualidad disruptiva que detona todo entre ellos y le hace preguntarse a sí misma quién es y qué es lo que verdaderamente quiere, incluso a nivel de deseo. Su estado mental es empujado hacia la destrucción total donde está a punto de perderlo todo ofrece una exploración muy interesante”, dijo.
La inquietud del placer es otro de los temas que plantea Babygirl. “La cinta trata de eso, Esme, mi personaje, es alguien que comienza a ser demasiado honesta consigo misma. Y también habla de poder, de cómo más allá de la situación en la que vive no puede soltar su posición”, mencionó Nicole.
Si bien Babygirl se alimenta de los thrillers de los 90, para la realizadora y guionista era importante no seguir algunos de sus pasos. “Era importante capturar la dualidad de todos nuestros personajes. Pero aquí no matamos a nadie ni castigamos a quien tiene un amorío”, dijo la cineasta.
“Queríamos resaltar un punto sobre eso, jugar un poco con las expectativas del público y no hacer lo que esperaban. Pero siempre la intención fue mostrar esa cara humana, con sus claroscuros que todos tenemos. Nadie es un ángel y si suprimimos nuestro lado oscuro, esa bestia, es lo más peligroso que puedes hacer”, apuntó Halina.
“Lo mejor que puedes realizar es dejarlo salir, hablar sobre ello. En sí, la historia se convierte en un cuento precautorio, una fábula oscura en donde a pesar de la oscuridad, cada quien regresa a la luz que tiene. Por ello, el rol de Nicole vuelve con su esposo y permite que ese lado tan íntimo crezca entre ambos sin parecer una amenaza, aceptándose el uno al otro y abrazando la sexualidad de ambos”, añadió Reijn.
REFLEXIÓN SOBRE LA MASCULINIDAD
Sin embargo, Babygirl también habla de cierta forma sobre lo que es la masculinidad y la toxicidad con la que los hombres son incapaces de encarar sus problemas de vez en cuando. “No nos enseñan a lidiar con nuestra oscuridad y agresividad. Como hombres jóvenes tenemos esta agresión confundida que nos es innata y no sabemos cómo navegar con ella, solo la suprimimos”, indicó a su vez Dickinson.
“Y esa parte sale de formas dañinas para todos. Fue interesante mostrarlo desde estas perspectivas, especialmente en la escena de pelea que mi rol tiene con el de Antonio, donde después de sacar su ira, tiene un momento íntimo a pesar de ser los peores enemigos”, concluyó.