
Quizás sea una osadía hacer la afirmación pero la mejor voz que se presentó en el Vive Latino fue la de Mon Laferte durante su presentación en el escenario principal. La cantante de origen chileno pero mexicana por convicción dio una cátedra de manejo del escenario con un show de esencia burlesque pero de contenido de emociones fuertes.
“La primera vez que toqué en el Vive Latino fue en la Carpa Intolerante, y mírenos ahora”, dijo la cantante a su público en uno de los momentos del concierto y es que su show ha sido una lúdica demostración de evolución musical.
La potencia de su voz se hizo notar desde el primer tema que fue “Tormento” en la cual ya contagíaba una sensación extraña de dolor con cierto aire de placer porque su talento vocal es muy peculiar.

Uno de los puntos climáticos de su voz como la gran sensación se dio con el segundo tema “Aunque te mueras por volver” que enchinó la piel, ni qué decir de la icónica “Mi buen amor” que no dejó a uno solo sin tener la necesidad de hacerla de coro.
Con su cabello corto y rubio, y su vestimenta de ese universo de cabaret en que convirtió a su escenario dió hizo gala de su gran carisma entre actos musicales con bailarines y sus bailes que exaltan su feminidad con sensualidad y una sonrisa pícara es que se escucharon temas como “Flaco”, “Amor completo”, “Supermercado” o “Pornocracia”, que fueron un deleite.
Mon Laferte es una artista que no solo se clava por los oídos con su voz privilegiada, o por los ojos con su carisma, sino que también es una inspiradora emocional para el desahogo con letras de canciones que sonaron como “Si tú me quisieras”, “Pa’ donde se fue” y “Antes de ti”.

Además la cantante se dio el lujo de hacer una muestra de agradecimiento a sus fanáticos de la mejor forma posible que es con música nueva, así que hizo nacer en vivo la interpretación de “Noche de llorar”, que será todo un hit en el año por la belleza lírica y una interpretación muy emocional que tanto la caracteriza.
La recta final la dedicó al baile y el regocijo con canciones como “No te fumes mi mariguana”, “El diablo”, “El beso” o “Amárrame”, esta última también dentro de lo más destacado en su acto.
Pero sin duda el momento más impresionante fue cuando cantó su himno: “Tú falta de querer”. Esta canción que le dio el empuje a la fama y que en el Estadio GNP la cantante decidió callar por momentos para escuchar el mágico coro que la acompañó. Notablemente emocionada se dejó empapar por el canto de sus fans a modo de intercambio por el gozo de una noche que quedará dentro de lo más memorable de esta edición.