
El Vive Latino ha sido, desde sus inicios, un festival dominado por el rock y la música alternativa en español. Pero la noche del domingo, el escenario principal se transformó en un templo de la música electrónica con la llegada de Rüfüs Du Sol.
La banda australiana, formada por Tyrone Lindqvist, Jon George y James Hunt, no solo se adueñó del escenario Amazon, sino que creó un momento irrepetible que quedará grabado en la historia del festival.
Desde que las primeras notas de “Inhale / Brighter” comenzaron a sonar, la energía del público se sintió como una ola expansiva. La multitud, lejos de dispersarse ante un género que no suele ser el protagonista del Vive Latino, se entregó por completo.
“Hola a todos. Nosotros somos Rüfüs Du Sol y estamos muy contentos de estar aquí con ustedes. ¡Qué impresionantes son!”, dijo Tyrone.

Las palabras de Lindqvist resonaron en un mar de luces y manos alzadas. Era evidente que la banda sentía la misma emoción que el público, que no paraba de moverse al ritmo de cada beat.
Para algunos, la presencia de un acto electrónico en uno de los horarios estelares del festival podría haber sido una sorpresa. Pero para quienes han seguido el ascenso de Rüfüs Du Sol, esto era solo la confirmación de su grandeza.
La banda, que alguna vez tocó en raves con no más de 300 personas, ahora tenía frente a ellos a miles de almas entregadas a su sonido.
La magia de Rüfüs Du Sol no solo radica en sus sonidos envolventes, sino en la atmósfera que crean en cada presentación. Visuales hipnóticos, luces que se fundían con cada beat y una sincronización perfecta entre lo visual y lo sonoro hicieron que el espectáculo fuera una experiencia inmersiva.

Temas como “Lately”, “You were” y “On my knees” convirtieron el espacio en una pista de baile gigante, donde cada asistente parecía perderse en la música, sin importar la hora ni el cansancio de un día lleno de conciertos.
“Cantan hermoso. Muchas gracias. Nos quedan dos canciones más”, con esas palabras, Lindqvist preparó a la audiencia para los últimos momentos del set, que alcanzaría su punto máximo con “Innerbloom”.
Rozando la 1 de la madrugada, las primeras notas de “Innerbloom” comenzaron a fluir como un mantra. La canción, con su progresión hipnótica y emotiva, hizo que el tiempo pareciera detenerse. La multitud, envuelta en luces azules y moradas, se entregó por completo, cerrando los ojos, levantando las manos, abrazándose entre sí.
Cuando todo parecía haber terminado, la banda regaló una última dosis de euforia con “No place” y “Music is better”, cerrando su presentación con una explosión de emociones y agradecimientos.

El Vive Latino 2025 presenció un momento histórico con Rüfüs Du Sol. No solo confirmaron que la música electrónica tiene un lugar especial dentro del festival, sino que lo hicieron con un show impecable, emocionante y lleno de conexión con su público.
Desde los que los vieron en sus inicios hasta quienes los descubrieron en esta edición, todos coincidieron en lo mismo: lo de esta noche no fue un simple concierto, fue un ritual, un viaje, un sueño compartido.