Escenario

COBERTURA. La estrella colombiana ofreció un espectacular concierto la noche de este miércoles en el primero de siete conciertos que dará en el emblemático recinto de la CDMX

Shakira en el Estadio GNP: El espectacular reencuentro de la loba con su manada mexicana

Shakira en el Estadio GNP (Francisco Guasco/EFE)

Shakira es uno de los grandes hitos de la música mundial en los últimos años, no cabe duda, pero lo curioso de los últimos dos años es que ha convertido la que probablemente sea la faceta más tormentosa de su vida, por la cruel forma mediática y sentimental que se dio el final de su relación con el futbolista Gerard Piqué, en casi una revolución musical.

Se ha ganado la atención del mundo convirtiendo su dolor y rabia en un acto de libertad. Especialmente las mujeres han unido su voz al grito de “las mujeres ya no lloran las mujeres facturan” para empoderarse y dar un giro de tuerca a la historia dictada por el patriarcado. Un grito simbólico femenino que Shakira ha convertido en una fiesta.

La artista colombiana ha elegido la simbología de la figura de una loba, con toda la resiliencia que eso implica, con todo el peso de la figura de una madre que utiliza su amor para anteponerse a toda adversidad. Junto a ella, millones de mujeres han conectado con su forma de hacerse dueñas de su destino y trabajar por sus sueños. La noche de ayer tocó el turno de que la loba se uniera a su manada mexicana.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

1. PROTEGERÁS Y CUIDARÁS A TU MANADA POR ENCIMA DE TODO

Este miércoles Shakira se presentó en el Estadio GNP en el primero de siete conciertos que dará en el recinto. La primera mujer en lograrlo. Con un escenario espectacular de pantallas gigantes el show tardó hora y media más de lo esperado para dar inicio.

Fue hasta las 22 horas que las luces del lugar se apagaron y tras un momento de oscuridad apareció en la pantalla un video introductorio que hace guiño al arte digital en el que se involucró desde el 2021 cuando lanzó el concepto de “La caldera”, en el que aparece uno de sus tokens digitales en el desierto siendo absorbida por la arena hasta volver a salir de ella. Su renacimiento estaba dado al sonido de “Caloris” de fondo.

Su entrada triunfal se dio por uno de los pasillos del lado izquierdo del escenario viéndolo de frente. Vestida de plateado encabezaba la manada seguida por su cuerpo de bailarines caminando y saludando a su público hasta llegar al escenario. Con picardía asomó sus ojos quitándose poco a poco sus lentes oscuros causando gritos de las 65 mil personas presentes. Sus gafas se convirtieron en el primer regalo de alguno de sus fans en las filas cercanas, el segundo fue su chamarra plateada que lanzó con desparpajo. Era momento del show.

El concierto comenzó con los sintetizadores que marcaban el inicio de la primera gran cualidad de una loba. Se escuchó “La fuerte”, ese tema que lanzó el año pasado junto a Bizarrap y que permitió a la cantante lucir por primera vez sus peculiares movimientos sensuales que la han inmortalizado por encima de una plataforma que se elevaba un par de metros mientras las pulseras luminosas del público la acompañaban al beat de la música.

Tras ese tema sobre intentar superar un amor del pasado de su disco Las mujeres ya no lloran, llegó el empoderamiento de “Girl like me” en el que colaboró con Black Eyed Peas unos cuantos años atrás. En un vestido rosa la cantante derrochó sensualidad y se dejó cobijar por los halagos de la letra en voz de sus fans: “Quiero una mujer como Shakira”, “esta latina está rica” y “quiero una chica de familia”, fueron algunas de las frases que resonaron. Ella respondió con énfasis en un repaso de las banderas latinas haciendo un particular acento en México.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

2. NO PEDIRÁS PERMISO PARA SER TÚ MISMA

Luego tocó el turno de hacer un repaso de las glorias pasadas con el synth pop de “Las de la intuición” que habla sobre otra cualidad de las mujeres como reza su nombre y que hizo sentir una mayor conexión con las fans que llevaban pelucas moradas como las de su icónico video. La carta de presentación siguió al mezclar ese tema con una de sus grandes perlas como es “Estoy aquí”, que también tiene un aroma a una mujer que intenta superar un desamor. Fue uno de los primeros grandes picos climáticos del show.

“¡Hola México! Es una de las noches más especiales de toda esta gira. Es la primera de siete noches en esta ciudad que tantas alegrías me ha dado. Juntos estamos haciendo un récord histórico y les prometo que voy a dar todo de mí”, fueron las primeras palabras de la cantante a sus fanáticos.

“No hay mejor reencuentro que el de una loba con su manada mexicana. Ciudad de México esta noche somos uno”, enfatizó para después viajar una década al pasado y entonar el inicio de “Empire”, una balada rock en inglés sobre la búsqueda de un amor tan poderoso que su imperio podría hacer que “el mundo se uniera”, la cual unió con otro de sus grandes clásicos como “Inevitable”, una canción tan rabiosa como sanadora sobre la honestidad y la resignación ante una ruptura amorosa.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

3. BAILARÁS Y CANTARÁS PARA SANAR

Pero la artista no solo lució en su noche mágica en México por su voz y baile. En su propuesta artística también hubo actos de performance como ocurrió con “Te felicito”, que daba entrada a los ritmos urbanos. El tema que en su momento lanzó con Raw Alejandro comenzó con la representación de uno de sus bailarines como un autómata que es arreglado por un momento para después descomponerse, una representación simbólica de la letra de la canción que habla sobre reconocer la falsedad de una relación.

Sin detener la música llegó otro himno reciente. “TQG” que lanzó junto a Karol G y que puso a bailar a las decenas de miles de asistentes a ritmo de su sensualidad y uniendo su voz a la “venganza musical” que Shakira hace en la letra: “verte con la nueva me dolió, pero ya estoy puesta pa lo mío”, pero rematando con una frase que bien describe la noche: “Más buena, más dura, más level”.

“Esto es increíble. Ya hoy no puedo estar mejor. Estos últimos tres años no ha sido un camino de rosas (... ) De las caídas nadie se salva pero si algo he aprendido es que las caídas no son el final sino el inicio de algo más alto. Que las mujeres somos más fuertes. Si queremos llorar lloramos, si queremos trabajar, trabajamos, y si no… facturamos. Bienvenidos a Las mujeres ya no lloran”, dijo la cantante para cantar un tema que estaba casi en el olvido como “Don’t bother”, pero que hace eco en la gira porque refleja la historia de una mujer que se compara con la nueva pareja de su ex, destacando todas las cualidades ‘perfectas’ de la rival.

Shakira en el Estadio GNP (José Méndez/EFE)

4. AULLARÁS PORQUE NADIE TE PUEDE CALLAR

El siguiente número tuvo un preludio a piano llamado “Wolf children” que representa en arte digital a la loba cuidando a sus dos cachorros y que hace referencia a sus dos hijos y que hizo más emotivo el momento en que dio vida a “Acróstico” en la que expresa su amor y cómo el dolor se puede convertir en fortaleza y que está dedicada a Sasha y Milan, cuyas grabaciones aparecieron en un momento en las pantallas.

Un nuevo interludio llegó ahora con el arte digital mostrando a Shakira convirtiéndose en sirena que dio un cambio de ritmo al baile urbano de “Copa vacía” que el año pasado sacó junto a Manuel Turizo para hablar de la insatisfacción de estar con alguien que no puede dar suficiente afecto.

Con sus caderas marcando los cambios de ritmo la canción se mezcló con “La bicicleta”, que hizo junto a Carlos Vives, porque una loba también tiene memoria y en su letra nos invita a viajar a los lugares simbólicos de la infancia a ritmo de vallenato. El ambiente en el Estadio GNP fue bailable y alegre mientras Shakira emulaba estar en una bicicleta creada en performance por sus bailarines como aquel video viral del festejo de fútbol.

Sin detener la música la festividad llegó a otro clímax cuando su sensualidad se elevó al máximo al ritmo de “La tortura” que en su momento lanzó con Alejandro Sanz, cuya letra habla de una mujer dañada por su novio infiel y que en la noche la venganza llegó con bailes seductores en el escenario que robaron más que suspiros.

Tras un momento de silencio, en las pantallas llegaron mensajes que hacían una premonición excitante de lo que se vendría a nivel de baile pero con un mensaje feminista que se llevó los aplausos: “De las caderas de una mujer nació el primer hombre y las caderas nunca... nunca mienten”. En medio de la ovación sonó el ritmazo de “Hips don’t lie” que es un hito en su carrera junto a Wyclef Jean con su pegadizo “Shakira, Shakira” y una forma de bailar simplemente impresionante y cautivadora.

Shakira en el Estadio GNP (José Méndez/EFE)

5. UNA LOBA NUNCA ATACA, SE DEFIENDE

Uno de los momentos más creativos del show se dio cuando regresó a los sonidos urbanos de la mano de “Chantaje” que en su momento hizo junto a Maluma, pues en la pantalla apareció un movimiento de cámaras que la seguía por debajo del escenario y mostraba en tiempo real como cambiaba de vestuario y le arreglaban el outfit mientras cantaba el tema hasta aparecer de nuevo en el escenario en el clímax de la rola con un toque de salsa.

Entre su juego de ritmos también se llegó a la bachata con “Monotonía”, esa reclamo musical a una ex pareja desde el fracaso amoroso que genera la rutina y el aburrimiento. A este tema llegó otro hit bailable de merengue electrónico que es “Addicted to you” para cambiar el tono del discurso a la búsqueda de un deseo de atracción que dejó embelesado a su audiencia y que mezcló junto a otra joya fiestera como es “Loca” que lanzó con El Cata.

“Hay canciones que vienen a cambiar estigmas”, dijo. “Recuerdo que cuando un hombre llegaba a los 40 años sin pareja ni hijos se le llamaba soltero de oro, pero para las mujeres no es lo mismo (...) Se puede ser feliz casado o soltero pero que sea donde se sientan libres. El amor con alguien es bonito pero también el amor propio”, expresó la cantante causando sensación y comenzando a cantar “Soltera”, uno de sus más recientes éxitos, con aullido multitudinario incluido y con un baile en tubo para acelerar corazones.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

6. UNA LOBA NUNCA COMPITE CON LAS DE SU ESPECIE. LAS LOBAS SE AYUDAN Y PROTEGEN

Una de las grandes sorpresas de la noche se dio cuando tocó el turno de rendir un pequeño homenaje a México. Invitó a pasar al Mariachi Gama Mil para hacer una extraña pero fascinante versión de esa maravillosa declaración de amor que es “Ciega, sordomuda” que puso gritos en todo lo alto y que también hizo continuidad con “El jefe” que lanzó en el 2023 con Fuerza Regida. Esta última podría ser la única que va más allá del concepto del show pues no habla del desamor sino de denunciar las injusticias laborales y sociales pero es colaboración con mexicanos.

De regreso al show normal volvió hace un guiño a la Shakira más rockera con su interpretación de “Cómo, dónde y cuándo” sobre lo importante de vivir en el presente y la importancia de valorar el tiempo que se pasa con alguien que se quiere. Además en este número musical se dio a la tarea de presentar a su banda para que recibiera su respectiva ovación.

El tema pasado forma parte de su disco Las mujeres ya no lloran lo mismo que “Última”, una balada a ritmo de piano que podría ser la letra más bella del disco y que narra los altibajos de la relación con su ex y los destellos de arrepentimientos tras la ruptura. En este momento también destacó por lucir un vestido largo plateado en el centro del escenario que dejó una postal hermosa pues las mujeres enfatizaron un aplauso y ovación en un gesto de empatía muy simbólico.

Shakira en el Estadio GNP (José Méndez/EFE)

7. NO RENUNCIARÁS A TU ESPÍRITU SALVAJE

De nuevo a las glorias bailables tocó el momento de deleitar al público con sus movimientos sensuales pero esta vez con los ritmos árabes de la seductora canción “Ojos así”, cuyo sonido del bajo era tan poderoso que hacía retumbar el recinto entero aunque no tanto como la forma en que el baile de Shakira hizo pasar electricidad por los cuerpos de todos. El momento más sensual de la noche sin duda.

La naturaleza de la loba también fue dejarse llevar por la nostalgia de la juventud y luego de mostrar una breve compilación de imágenes y videos de sus orígenes musicales y unos versos recitados por un niño, hizo sonar “Pies descalzos, sueños blancos” que es uno de los grandes himnos de su historia.

Pero nada se pudo comparar con el siguiente movimiento estratégico de su plan macabro para dejar recuerdos hermosos de su concierto: “Ustedes saben que hacías a este país y a ustedes logré mis sueños. Consolide mi carrera. Estoy en deuda con ustedes porque cuando necesité que alguien creyera en mí, ustedes lo hicieron; cuando me rompieron el corazón ustedes me apoyaron. Se los debo”, dijo.

“Ahora les voy a regalar una canción que sé que les gusta y que me piden siempre”, añadió para después dar vida al momento más mágico de la noche cuando cantó “Antología”. La atmósfera que se creó fue de una belleza para no olvidar nunca. Las luces de las pulceras en un amarillo destellante, las 65 mil almas uniendose a la de Shakira en un solo canto y una letra que es hermosa por su sinceridad e inocencia. Un momento increíble.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

8. ELEGIRÁS TU CAMINO SIN QUE NADIE TE LO IMPONGA

El siguiente tema es particularmente interesante porque podría simbolizar una exaltación a la fragilidad. “Poem to a horse” habla metafóricamente de las dificultades de poder conectar con alguien especialmente porque es emocionalmente inaccesible. Una inclusión interesante para el concepto de Las mujeres ya no lloran.

Luego la cantante volvió a encender los ánimos al revivir otro de sus clásicos. Ese que tiene inicio de tango y que evoluciona en una fiesta llena de éxtasis, que data del 2002 y que curiosamente habla de tratar de terminar un triángulo amoroso a modo de una celebración de la resignación.

Para estas alturas del concierto el público estaba envuelto en adrenalina y baile, Shakira ya había tenido una decena de cambios de vestuario y era inevitable distinguir su show como algo digno de una artista en la cumbre. Un espectáculo impresionante al que todavía le faltaba un cierre espectacular.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

9. UNA LOBA NO CODICIA LOS BIENES AJENO, CLARAMENTE

La recta final del concierto fue festiva. La felicidad de reconocer que se está en una etapa de resiliencia y sanación ante el desamor. Así que no hubo mejor canción para demostrarlo que “Suerte (whenever, whenever)”, un tema que en su momento le dio la fama internacional a la cantante colombiana y que en su show simboliza el empoderamiento y su capacidad de volver a enamorarse.

Para continuar su forma de celebrar la vida tomó el tema oficial del Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010 con su peculiar “Waka waka”, que provocó algarabía entre los miles de asistentes quienes acompañaron a la cantante en una gran fiesta llena de algarabía y gozo. A estas alturas ya es redundante decir lo impresionante que es verla bailar pero no para. Shakira es una artista sensacional.

Shakira en el Estadio GNP (Adrián Contreras)

10. UNA LOBA ES LOBA PARA SIEMPRE

Aunque el final estaba anunciado y se había despedido del escenario, la colombiana apeló a la tradición del encore. No obstante la producción aprovechó esa pausa para planear una gran sorpresa. Al puro estilo de Iron Maiden en el escenario apareció una loba gigante cuyos ojos se encendieron una vez que en las pantallas se dictaban los 10 mandamientos de las lobas que dan nombre a cada episodio de este texto.

“Una loba es loba para siempre” es la consigna de Shakira en el último mandamiento, quien en medio de un aullido regresó al escenario para cantar “Loba”, ese emblemático tema que lanzó en el 2009 para dar un mensaje de empoderamiento femenino y cuya idea retomó para su renacimiento musical con el concepto de su más reciente disco.

Luego de que la cantante hizo aullar a su manada mexicana tocó el turno de la despedida de la mano de su último gran himno. “BZRP Music Sessions #53” se ha convertido en el gran fenómeno de su carrera en los últimos años: “Porque una loba como yo no está para tipos como tú” sonó al unísono con un largo aullido del público pero un alarido emocionante se vivió más con la frase de “las mujeres ya no lloran las mujeres facturan”, que se acentuó cuando desde el escenario se liberó una lluvia de lo que parecían papeles pero que en realidad eran billetes con el rostro de Shakira.

Con la euforia en todo lo alto y una sensación de satisfacción Shakira enamoró, cautivó, excitó y regocijó a su manada con uno de los grandes conciertos del año.

Shakira en el Estadio GNP (José Méndez/EFE)

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