Escenario

COBERTURA. El veterano cineasta mexicano estrenó hace unos días el filme que conmemora el 87 aniversario de la expropiación petrolera

Sergio Olhovich, en busca de la verdad histórica con ‘1938: cuando el petróleo fue nuestro’

Fotograma de 1938: cuando el petróleo fue nuestro (CORTESÍA )

Hace unos días, se conmemoró el 87 aniversario de un hecho que marcaría de forma significativa el rumbo de nuestro país, cuando en 1938 el entonces presidente Lázaro Cárdenas decretó la expropiación del petróleo, que en ese entonces era explotado por al menos 17 empresas extranjeras. De ese modo, el valioso recurso pasó a ser propiedad de la nación y quedó bajo el control del estado mexicano.

Este hecho decisivo en nuestra historia es abordado por el veterano cineasta Sergio Olhovich en su más reciente trabajo titulado justamente 1938: cuando el petróleo fue nuestro, al cual le tomó bastante tiempo para ser completado y estrenado por fin en salas, como el mismo realizador relata:

“No fue fácil. Nos tocó a Carlos Montemayor y a mí, hacer varios años de investigación. Hay mucho material, muchos libros, muchas reacciones contradictorias. Había que encontrar la verdad entre un montón de diferentes versiones”, expresó en la presentación del filme.

“Leímos muchos libros, vimos muchas fotografías... el primer guión que escribimos, yo creo que era para una serie como esas que se hacen ahora. Salieron como 300 páginas. Entonces pues había que recortar y cortar y cortar. Luego se murió Carlos Montemayor y me quedé solo, y me tocó a mí escribir el guión cinematográfico”, explicó.

UN OBSTÁCULO EN EL CAMINO

Otro de los obstáculos que tuvo que enfrentar el filme fue el asunto del presupuesto: “Durante el gobierno de Felipe Calderón y luego en el de Enrique Peña Nieto, en lo que esperaba a que aprobaran el proyecto, al final me dijeron que se acabó el dinero y no había presupuesto para crear la película. Eso se dio tres veces,”, narró Olhovich.

“Allí me di cuenta que como que no querían que se hiciera la película, porque la política entonces era acabar con Pemex y acabar con la industria petrolera en México y vender otra vez a las compañías”, continuó.

“Gracias al nuevo gobierno que entró, de la 4T con Andrés Manuel, pues finalmente tuve apoyo suficiente, e incluso el presidente me prestó Palacio Nacional y filmé finalmente la primera parte de la película”, sumó.

“Luego un coproductor se rajó y nos dejó a medio camino y tuve que esperar otros dos años para terminar, para hacer la segunda parte de la película, que es la historia de los periodistas y de la secretaría (dos de los protagonistas de la trama, N. del E.). Apenas terminé la película hace ocho meses, y luego me tocó editar y todo eso”, detalló.

UN FILME PARA REFLEXIONAR SOBRE EL PRESENTE

Ya con anterioridad el tema del petróleo había sido abordado por el director en una película suya: Esperanza, de 1988. Pero él afirma que tal interés en el tema se generó tiempo atrás, y tiene relación íntima con su propia historia familiar. Algo que de hecho, quedaba manifiesto desde su cinta de los ochenta.

“Sucede que mi papá era ingeniero petrolero y yo desde niño vivía el tema del petróleo en mi casa. Luego él me llevaba a campamentos petroleros, tanto en Tabasco como en otros países donde ellos buscaban petróleo. Y me contaba la importancia del petróleo, y cuánto petróleo hay en este país. Y a mí me quedó la idea fija de la importancia del petróleo en nuestro siglo pasado y actual”, aseveró.

“Falta mucho para que el petróleo deje de ser importante. Yo creo que faltan unos 50 años o más. El petróleo es esencial para los países que tienen la suerte de tenerlo”, aseguró.

Y subrayó que “como dice el subtexto de la película, es esencial para nuestra economía y para la soberanía. La soberanía es el subtexto de esta película. Coincide también con la época actual, con lo que está pasando en la república mexicana hoy”, dijo.

“Con la política en México hoy. La soberanía es fundamental para un país. El petróleo nos da esta gran posibilidad. Eso es por lo qué hice esta película, porque sentía la necesidad imperiosa que se hiciera una película para nuestro país, que hablara de él y su soberanía”, agregó.

“EPOPEYA DEL PUEBLO MEXICANO”

Echando mano tanto de dramatizaciones como de imágenes de archivo, Sergio Olhovich muestra varios de los instantes importantes del hecho. Uno de esos instantes de lo que él describe como “la gran epopeya del pueblo mexicano” es cuando, para poder reunir el capital e indemnizar a las empresas petroleras extranjeras tras la expropiación, en solidaridad la gente comenzó a donar de sus propios bolsillos para reunir la cantidad necesaria.

“Esas imágenes de archivo le dan veracidad a la reflexión que presentamos”, señaló. “Y la prueba contundente de exactamente cómo fue la expropiación. La riqueza de lo que sucedió entonces, que no se cuenta que el país, que el gobierno, tenía que pagar la expropiación, que se debía indemnizar a las compañías extranjeras”, mencionó.

“El pueblo, todo, como uno solo, se reunió y aportó cada quién lo que podía: los niños de escuelas donaron sus domingos; las muchachas y mujeres ricas sus joyas; los campesinos sus pollos y puercos; y los hombres de negocio sus cheques. Se reunió mucho dinero, mucho. No suficiente, pero fue bastante para lograr algo fundamental: la unión del pueblo con su gobierno”, contó.

“Lo mismo que está sucediendo hoy con nuestro pueblo y nuestro gobierno. Por eso yo pienso que esta película es absolutamente actual. Aunque narra los sucesos de 1938, es como si estuviéramos hablando del día de hoy. Se está retribuyendo la historia en alguna forma”, declaró.

Al preguntársele si su película podría calificarse de nacionalista, Sergio Olhovich respondió afirmativamente. “Claro que es una película absolutamente nacionalista. También internacionalista porque esta película se puede exhibir en cualquier parte del mundo y la van a entender, porque es un problema para todos los países del mundo”, expresó.

“Los que tienen y los que no tienen el petróleo. Hoy en día el petróleo sigue siendo definitivo en los destinos del mundo. Todas las guerras que se están haciendo, son por el petróleo. Y sin petróleo no funciona la humanidad hoy. El petróleo es fundamental”, finalizó.

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