Escenario

Adriana Barraza reconecta con su pasado a través de ‘El último vagón’, filme sobre los maestros rurales

ENTREVISTA. La actriz mexicana forma parte del nuevo proyecto de Ernesto Contreras que actualmente aspira a los Premios Ariel a la Mejor Película por ‘Cosas imposibles’

La mujer de negro
Barraza también es parte de Monica, película del director Andrea Palloro, que fue ovacionado en el Festival Internacional de Cine de Venecia por 11 minutos. Barraza también es parte de Monica, película del director Andrea Palloro, que fue ovacionado en el Festival Internacional de Cine de Venecia por 11 minutos. (EFE/ Netflix)

Los 50 años que lleva de ser maestra influyeron en que Adriana Barraza aceptara ser parte del próximo filme de Ernesto Contreras, El último vagón, una “conmovedora” historia que le permitió a la actriz mexicana hacer “un homenaje a los maestros rurales” y reconectar con su país y su pasado en el campo, según narra en entrevista con Efe.

Soy maestra de hace muchos años -50- y para mí, internamente es un homenaje al maestro rural, al que se despoja de todo y que es capaz de vivir en la situación más precaria con tal de que los niños aprendan”, cuenta la actriz.

La película, recién filmada, retrata la vida de quienes forman el “último eslabón” de la cadena de trabajo ferrocarrilero a partir de los ojos de un niño, una historia marcada por la pobreza a la que suelen enfrentarse muchos mexicanos, pero marcada por la belleza de la naturaleza del país.

“Ernesto Contreras tiene la capacidad de tocar el alma de los personajes sin caer en trampas melodramáticas, sino de llegar al alma”, cuenta la actriz nominada al Oscar en el 2007 por Babel (2006).

Después de varios proyectos en el extranjero y de radicar oficialmente en Miami, Barraza confiesa que el haber sido parte del firme del actual nominado al Premio Ariel por su película Cosas imposibles (2021), la reconectó con su pasado y sus raíces mexicanas.

“Yo crecí viendo el campo. Mi papá y su familia tenían ranchos y cada ocho días íbamos al rancho, a la huerta, entonces yo sé ver el maíz, estar ahí me regresó a todo esto. Fue un regalo el que me hicieron hacer esta película”, asegura.

MULTIFACÉTICA

De filmes comerciales, de superhéroes y terror, a películas de autor, Barraza no ha parado de reinventarse y de plantear con sus personajes temas que ponen a la mesa discusiones sobre la migración, la diversidad sexual, la feminidad, entre otros.

Entre los trabajos más recientes, de los que ha sido parte, está la serie Diario de un gigoló, una historia que cambia el paradigma acostumbrado en torno a la prostitución masculina, donde da vida a Minou, una refinada proxeneta.

“(A los gigolós) Siempre se les trata (en la ficción) como algo picaresco, como los jóvenes que van a tener relaciones sexuales con las señoras y todo es así, con risitas y codazos, aquí no es eso, es en serio (...) tan terrible es Minou queriendo convencer jovencitos, como cualquier hombre que vive de las mujeres”, dice Barraza sobre la serie que ya está disponible en Netflix.

Sin embargo, también confiesa que existe una parte positiva en su personaje.

“Minou constantemente está hablando de por qué no las mujeres podemos tener esta vida que tienen los hombres, donde la mujer tiene todo el derecho a tener una vida sexual amplia y a ser recompensada de una manera sexual porque se lo merece, esa es su filosofía, aunque está metida en un mundo de delito que no es justificable”, ahonda.

Y Barraza también es parte de Monica, película del director Andrea Palloro, que fue ovacionado en el Festival Internacional de Cine de Venecia por 11 minutos, que si bien no pudo estar presente, le recordó la vez que en Cannes recibió por más de 20 minutos el aplauso por el filme Babel.

“Es abrumador, empiezas a sentir que ya no sabes qué hacer y te empieza a entrar una emoción tan enorme que lo único que puedes hacer es llorar realmente”, recuerda.

La película cuenta el regreso de una mujer a su casa después de 20 años para cuidar a su madre enferma, es protagonizado por la actriz trans Trace Lysette y desde la perspectiva de la Adriana da un acercamiento humano a una problemática social aún poco entendida.

“Lo menos importante por así decirlo es si el personaje Monica es trans o no, lo más importante es que es un ser humano que está buscándose para saber quién es independientemente de su preferencia sexual y eso nos pasa a todos”, considera.

Actualmente, Barraza comenzará un rodaje en Brasil de una película de la que no puede adelantar mucho.

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