La Diva de Grecia, Alexandra Gravas que ha sido reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y nombrada Embajadora Cultural de su país regresó a México para presentarse en el VII Festival Internacional del Bolero, evento que reunió a más de 80 artistas provenientes de 15 países para compartir lo más representativo del género, desde sus orígenes hasta lo contemporáneo.
“El bolero significa mucho para mi, es un género mundialmente famoso con las melodías más hermosa; fue un honor recibir la invitación por parte de Rodrigo de la Cadena para compartir con exponentes de latinoamérica, además de otras partes del mundo y representar a Grecia en esta gran fiesta, me siento muy orgullosa de mi participación”, compartió Gravas en entrevista con Crónica Escenario.
Desde 2003, la artista ha visitado a México constantemente, lo que ha formado en ella un gran vínculo afectivo con el país, su cultura y por supuesto, su música. “México me dio la bienvenida al mundo hispanohablante y ha abierto mi horizonte a la música latina que está mi corazón, en mi sangre, sé que suena loco pero por alguna extraña razón para un griego la relación con los ritmos latinos es instantánea, al menos así lo sentí, así que indudablemente México juega un papel sumamente importante en mi carrera y mi vida en este momento”, destacó.
“Es increíble el contraste entre un país y otro, por supuesto la música mexicana es mucho más vibrante, más impulsiva y claro, hablando de consumo, en un país con 100 millones de personas, es un crisol de culturas inmenso, tienes de todo desde jazz hasta folkore y una gran escena clásica, la oferta de México es considerablemente más grande que la de Grecia en donde únicamente somos 11 millones de personas y nos concentramos en nuestra escena de música clásica griega”, agregó.
Durante 2019 la cantante se quedó varada en México debido al cierre de fronteras por la llegada del Covid-19. Durante su estancia en el país Gravas aprovechó para grabar El amor es vida (2021), un disco hecho completamente en español que cuenta con la participación del dúo Los Macorinos integrado por Juan Carlos Allende y Miguel Peña e incluye temas como “La noche sin mi amor”, “Amor eterno”, “Cucurrucucú Paloma” y “La llorona”, por mencionar algunos.
“Chavela Vargas fue mi inspiración completa para este álbum. Yo seleccioné todas las canciones y las aprendí, más que aprender el idioma fue imitando sonidos (actualmente ya hablo un poco más de español), trabajé en los significados, el sentimiento de la canción, la voz; tuve el tiempo suficiente para pulir cada detalle del disco. Fue intenso, cuando estoy con alguna canción me meto hasta los huesos, el alma, todo, fue increíble todo el proceso y estoy sumamente agradecida, fue una bendición quedarme ‘atrapada’ en México”, concluyó.
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