Escenario

‘Andor’: Una serie que funciona como un espectáculo oscuro

CORTE Y QUEDA. La producción de Disney brilló con luz propia este año y le dio a Diego Luna una nominación al Globo de Oro al Mejor Actor en una Serie de Drama

El pasajero
La serie figura dentro de lo mejor del año. La serie figura dentro de lo mejor del año. (CORTESÍA DISNEY)

A pesar de los tropiezos que la ampliación del mundo de Star Wars ha enfrentado con una trilogía poco afortunada y algunos productos olvidables, parece que en la plataforma de Disney+ esta expansión ha encontrado mejor suerte con sus series de televisión live action y animadas, cimentando el camino bajo la sombra del éxito que fue The Mandalorian.

Aunque estamos acostumbrados a ver Jedis, sables de luz y el uso sabio de la Fuerza, la galaxia creada por Lucas no abarca solamente esto, pues también hay factores humanos o alienígenas cuyas historias son importantes para el desarrollo de esta gran mitología alrededor de Star Wars.

Por ello, Tony Gilroy nos entrega una serie que nos recuerda que la resistencia y la rebelión a veces es necesaria en Andor, precuela de una de las mejores cintas de este universo en los últimos años llamada Rogue One, donde Diego Luna vuelve a meterse en la piel de Cassian, este involuntario personaje que no busca formar parte de ninguna rebelión, abogando sólo por sus propios intereses, pero cuya perspectiva va cambiando conforme el Imperio Galáctico va creciendo.

El show se enfoca justamente en los años donde esa Alianza Rebelde comienza, pero sobre todo le da una profundidad interesante al personaje de Cassian Andor, mostrando sus orígenes, su importante relación con Maarva (Fiona Shaw), su madre, así como el encuentro fortuito con un misterioso individuo de nombre Luthen (Stellan Skarsgard) que será quien le muestre el camino hacia su destino.

Si bien Andor es una serie más para Star Wars, lo novedoso recae en el factor humano, alejado de toda la habitual parafernalia que rodea este universo creado originalmente por George Lucas, para mostrarnos el declive de una República dominada ahora por un Imperio bastante fascista que suprime las libertades a voluntad, imponiendo su absoluta autoridad así como las figuras de aquellos héroes involuntarios que buscan generar una chispa, un cambio que no permita que esa oscuridad se extienda por la galaxia.

A pesar de ese enfoque pocas veces visto sin la ayuda de los elementos fantásticos de la saga, Andor respeta el canon establecido en Rogue One y las precuelas para sentar de buena forma su tono, uno que se basa más en las relaciones íntimas entre los personajes, en su complicidad y la realización consciente de poder alzarse ante las injusticias de un sistema que los somete, los olvida y los maltrata, dándole pie a la fuerza del pueblo galáctico.

Aunque es Cassian quien mejor muestra este miedo y la renuencia a ser partícipe de una causa debido a su pasado, también vemos la otra cara de la moneda con la Senadora Mon Mothma (Genevieve OReilly), que pone en riesgo todo lo que tiene apoyando una causa que pareciera a todas luces perdida. Ellos dos muestran los sacrificios que una causa vive, las pérdidas insostenibles y cómo el más pequeño de los actos sirve para encender una mecha.

Crédito aparte para Diego Luna, que parece haber encontrado en Cassian Andor al personaje más icónico de su carrera. A través de este personaje, vemos un arco que, si bien el ritmo en el que se desarrolla puede ser un tanto pesado, al final funciona bien no sólo para esta primera temporada, sino como el preámbulo de lo que será este guerrero rebelde y los porqués de su decisión, apuntando hacia una segunda temporada prometedora que lo llevará a su fatídico final en Rogue One. No en balde su trabajo ha ameritado una nominación al Globo de Oro este año.

Así , la aventura de Andor sigue alimentándose de buena forma de la visión de los Gilroy con sus respectivos directores de los 12 episodios de esta primera temporada, mismos que son muy ricos en el guión al darle profundidad a los buenos y malos metidos en el embrollo galáctico pero sobre todo al crear cierta tensión, una sensación de que la rebelión y las causas siempre cuestan hasta la vida. Además de que la fotografía en ciertos episodios es magnífica y el diseño de producción combinando el uso de efectos prácticos con moderados toques de efectos especiales le brindan esa esencia clásica de Star Wars.

Por ello, la primera parte de esta historia funciona como un espectáculo oscuro en que el panorama no es alentador para nadie pero que deja pavimentado el camino para una segunda temporada en la que la Rebelión estallará, la fuerza despertará y el camino del héroe involuntario de las fuerzas rebeldes, Andor, encontrará su final pero sobre todo esa causa que lo volverá imborrable en el mundo galáctico creado por Lucas y reafirmado por Gilroy.

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