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Aunque es cierto que la música trasciende a la época en la que surge, existen canciones particulares que a la fecha continúan generando un fuerte impacto en las nuevas generaciones, tal es el caso de “Mi eterno amor secreto”, una composición original de Marco Antonio Solís, que ahora es renovada por el joven intérprete y productor musical de 22 años, Andry Kiddos.
“Presentar este tema a las nuevas generaciones es un gran reto. Es como tomar un puesto que nadie se ha atrevido a ocupar, siempre se van a lo seguro con algún tema de reggaetón comercial que funcione. Y yo, más que un cover, creo que es una re-interpretación con mucho respeto”, enfatizó el músico venezolano en entrevista con Crónica Escenario.
Para Andry, el sumar dos décadas distintas en esta nueva versión es una gran responsabilidad, sobre todo, por presentar el tema a un público mucho más joven que no necesariamente está familiarizado con él, pero que representa una de las composiciones más emblemáticas de El Buki.
“Me gusta hacer mucho este tipo de cosas arriesgadas, y cuando funciona uno se da cuenta que de eso se trata, de arriesgar. Aún no sé sí mi equipo de trabajo ya le hizo llegar esta versión. Sería increíble saber sus reacciones", menciona Kiddos ante la interrogativa de saber si Marco Antonio Solís ya ha escuchado su reversión.
Y es que, realmente, la versión del joven artista fue algo inesperado. Escuchar esta canción en un ritmo más fresco resulta atrevido, pero bien capturado y con el sentimiento necesario para sobresalir.
Este tema, como otros en camino, formará parte de Las Qué Escuchaba Mi Papá, el próximo álbum de estudio de Andry Kiddos.
“El nombre del disco hace alusión a la manera en la que se hacía música antes, por la generación de artistas que marcaron la vida de mi papá. Realmente no va tanto de hacer reversiones como este sencillo, solo la vibra y emociones que las canciones antañas me hacían sentir a mí de más pequeño, pero transmitidas a través de mis propias letras y sonidos”, aclaró que no se trata de un material compilatorio de reversiones, sino que contendrá canciones inéditas.
Pese a su relativamente corto trayecto en la industria musical —en la que empezó a la edad de 14 años—, ha adquirido la experiencia suficiente para entender los cambios constantes y retos que se presentan dentro de la escena.
“No sé cómo me veré en el futuro. Por ejemplo, lo que estoy haciendo ahorita, de componer y cantar, no me lo había planteado antes. Yo era productor musical y pensé que eso seguiría haciendo”, admitió.
“Solo Dios sabe lo que me depara el destino. Lo que sí te puedo decir es que voy a seguir trabajando mucho para que en el futuro, lo que haya hecho me haga sentir orgulloso”.
Uno de los objetivos claros para Andry Kiddos es el de dejar huella a través de la exploración de ritmos y la libertad creativa que le proporciona la composición.
“Hice varios temas con proyectos de México como Christian Nodal, con quien hice algunas cosas de regional y banda. Tengo un boletito por ahí también con su propia esencia. Por ahí también tengo otro tema que es medio corte urbano pero tiene un final con una trompeta muy al estilo de salsa. Me gusta mucho agarrar un poquito de todo y hacer una mezcla con ello; de eso se trata el arte, de atreverse a hacer algo bien elaborado”.
“La música lo es todo, une a mucha gente. Si no hubiera sido músico, igual recurriría a ella como oyente porque ahí es mi lugar seguro para desahogarme, me ayuda a aclarar muchas cosas”.
“No sé cómo sería el mundo si no existiera la música. Simplemente el ir caminando e ir escuchando una canción en tus audífonos es una cosa increíble, es recrear una película en tu cabeza, es algo mágico”.
“Me gusta el reggaetón, el perreo y la música de discoteca, pero esto (canciones de balada) es lo que me inspira y lo que me ayuda a estar bien. Mi visión en algún momento es tener un estilo propio que se sume a la escena musical actual”, concluyó.
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