Escenario

‘El año de la plaga’, una historia que hace eco de la realidad con amor, comedia y sci-fi

ENTREVISTA. El cineasta C. Martín Ferrera y la actriz protagónica Ana Serradilla nos hablan de esta película mexicana que llegó a las salas hace unos días y que conecta con tiempos de covid aún cuando fue hecha antes

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El filme compitió en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en 2018 y tuvo su estreno hasta hace una semana.

El filme compitió en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en 2018 y tuvo su estreno hasta hace una semana.

CORTESÍA

Después de un retraso en su estreno debido a la crisis sanitaria vivida en el mundo, llega por fin a salas de cine mexicanas la cinta El año de la plaga, adaptación de la exitosa novela de Marc Pastor en la que un amante de la ciencia ficción tendrá que enfrentarse a una plaga de verdad así como a sus problemas de desamor para tratar de sobrevivir una extraña infección. En Crónica Escenario tuvimos oportunidad de charlar con C. Martin Ferrera, director y Ana Serradilla, protagonista de este filme con tintes proféticos que combina comedia, terror y sci-fi.

“La adaptación ya estaba más o menos escrita cuando llegó al proyecto. Hubo varias versiones del guión y me propusieron dirigirla, que inicialmente iba a ser un poco más oscura. Era algo que me parecía muy interesante desde la novela, un relato muy fresco, divertido, tocando elementos que me interesan pero sobre todo con la capacidad de mezclar esos géneros, que a mi parecer era el principal reto del filme. Esa fue una de las razones que más me llamó la atención para formar parte del proyecto”, mencionó Ferrera.

Una de las partes más llamativas del relato es justamente la química entre los protagonistas, una labor que dejó un muy buen sabor de boca en el realizador español. “He tenido la suerte que me acompañaron en este viaje grandes actores que me apoyaron mucho en la filmación. Se involucraron de lleno en el filme y han estado ahí con su talento. Es curioso ver que algunos tienen un mejor talento para la comedia que otros, lo que hacía que afrontar esta adaptación fuera más sencillo. Insisto en que, no solo para mí, sino también para Ana (Serradilla) e Iván (Massagué) y todo, mantener ese tono entre comedia romántica, ciencia ficción, aventura y thriller característicos de la novela”, dijo.

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Por su parte, Ana Serradilla tomó esto como un reto interesante dentro de su carrera. “Para mí fue entrar en algo completamente diferente a todo lo que había hecho. Irene si está en un tono muy distinto, con una comedia negra que tiene mucho que ver con el relato Además el saber que era una adaptación de la divertida novela de Marc (Pastor) con un elenco impresionante fue atractiva. Eso sí, nunca me iba a imaginar que esta obra, escrita en el 2011, y la película, que la hicimos hace cuatro o cinco años, se convertiría en algo tan simbólico para nuestro presente por todo lo que pasamos desde el 2020 que comenzó nuestra plaga”, reflexionó la actriz.

“En el caso de Iván y Ana tuvieron una gran conexión desde el inicio. Allá donde las secuencias pudieran ser un tanto más complicadas, sernas o serias, ellos lo hacían divertido. Era increíble porque justo antes de una secuencia muy formal siempre bromeaban entre ellos, se reían y hacían que todo fuera muy ligero. Después de ese momento fuera de cámara, era sorprendente cómo se metían en el papel. Si tenían que llorar, gritar, lo hacían sin problema. Además, ambos se vuelven entrañables mientras la cinta sigue su curso. Son una pareja con la que quieres pasar el rato, deseando que les vaya bien a pesar de las circunstancias”, confesó el cineasta ibérico.

Serradilla añadió en cuanto al trabajo del cast: “Fue una labor en equipo. Estar con Iván, con Miriam Giovanelli, Silvia Abirl, Brays Efe, todos aportamos un granito para que nuestro director pudiera hacer una cinta que es distinta a lo que hemos visto. Deseo poder verla de nuevo, porque la presencié en el Festival de Guadalajara hace unos cuatro años y sé que la perspectiva que tenía antes con la que tengo ahora después de lo vivido, seguramente será muy diferente”. 

El filme estrenó en el último fin de semana del 2022.

El filme estrenó en el último fin de semana del 2022.

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De muchas formas, El año de la plaga se ha convertido en un preludio hacia un evento tan fatídico como la pandemia que vivimos, algo que ha dejado diversas consecuencias en la ficción y la realidad. “La cinta es una ficción cómica y me quedo con esa experiencia porque la realidad que vivimos y a lo que se anticipó el filme fue terrible. Todos tuvimos pérdidas de amigos, seres queridos, en fin. Al final, se dice que la realidad suele superar a la ficción. Recuerdo que la cinta fue grabada en pre pandemia y no teníamos ni idea de lo que iba a suceder. Pero fue algo casual, que de alguna manera hizo mella en la producción porque se modificaron las fechas de estreno en todos lados de cintas que, curiosamente, jamás alcanzaron a ser exhibidas en cines sino solamente en festivales o directo en streaming. Son las consecuencias de la plaga real que vivimos”, meditó Martín Ferrera.

Asimismo, el director ahondó en las claras referencias a clásicos de la ciencia ficción, entre otros enfoques que ayudaron a sacar adelante este proyecto. “Pastor, autor de la novela y de parte del guion, es muy fanático de Body Snatchers. A mí también me gusta mucho, pues fue una cinta que me marcó de pequeño y a toda una generación. Claro que esta es la gran referencia en la obra pero también hay detalles que le añado el tipo de comedia visto usualmente en Sundance, en proyectos independientes, así como el tinte cómico dramático dentro del sci-fi como Safety not guaranteed de Trevorrow que se volvieron referentes para mí durante la realización del proyecto”, declaró.

Para Serradilla, El año de la plaga deja como aviso que a veces, como diría el dicho, la realidad puede superar cualquier tipo de ficción. “Me parece que Negro, el rol de Iván, se siente mucho de esa manera, que la realidad supera la ficción. Él es un fanático de este tipo de cine de sci-fi y de pronto, que lo que el consume se convierta en algo que está sucediendo en su realidad, es algo con lo que ahora, tristemente, todos podemos empatizar. El estar consciente de que una historia que vemos en cines de pronto la vivimos en carne y hueso y además, que alguien nos dijera que eso nos iba a pasar, honestamente hubiéramos creído que era una gran mentira, que solo podía acontecer en la ficción. Y bueno, nos pasó, seguimos experimentándolo y ahora no sabemos qué otra cosa podría pasarnos”, expresó la mexicana.

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Imagen de la presentación en el festival en el pasado mes de octubre.

Esto se ve reflejado en el boom que últimamente tienen las cintas de sci-fi, hablando de futuros que tristemente ya no lucen tan distantes para que sucedan en realidad. “Definitivamente existe este boom donde este género nos muestra esa problemática del miedo a lo que se viene o ya está aquí. Me vino a la mente, por ejemplo, Intersetelar de Nolan, que es sci-fi pero que abiertamente podría pasar. Es terrible ver que estas ficciones parecieran convertirse en preludios de lo que pudiera sucedernos, es algo que deberíamos reflexionar bastante”. Ana agregó: “Estamos viendo en este género que plantea panoramas donde vemos que, simbólicamente, estamos creando una realidad que parece inevitable que se nos pare de frente en nuestras caras”.

Al retomar este tema de las cintas que parecen convertirse en una amarga posibilidad del destino de la humanidad, la actriz mexicana consideró lo siguiente: “No hay que ir muy lejos para encontrar comparativos interesantes de la aterradora realidad. Me parece que esta cinta es un claro ejemplo de ella. Me parece que lo que cuenta esta historia y el cómo lo aborda, es muy aterrador porque carga con muchas similitudes a lo que nuestra sociedad actualmente vive en muchos sentidos. Más allá de los otros grandes clásicos que nos están alcanzando, creo que si tenemos que pensar en la posibilidad de que el destino nos anda alcanzando”.

Volviendo a El año de la plaga, Martín Ferrera explicó los retos que fue hacer algo a gran escala a diferencia de otras cintas más contenidas en su filmografía del género. “A diferencia de Zulu o La Jauría, en ésta el foco tiene que estar en varios sitios y estar pendiente de más cosas que hacen que la labor se complique un poco más. Pero la verdad es que rodar El año de la plaga fue muy divertido, una especie de master class de la que aprendí muchísimo por su complejidad. Si bien es cierto que no había muchas locaciones, tuvimos muchos actores involucrados, muy poco tiempo para filmarla y todo eso hacía que tuviera que tener un pulso importante para dirigirla exitosamente. En ese sentido, estoy satisfecho, me sentí cómodo con ello más allá de si las cosas pudieron salir mejor o peor”, afirmó.

Fotograma de 'El año de la plaga'.

Fotograma de 'El año de la plaga'.

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Ante el encierro premeditado y lo experimentado en estos años, tanto el director como la protagonista sienten que, a pesar de lo vivido en 2018 y 2019, la experiencia de ver el filme ahora es radicalmente diferente a antes de la pandemia. “La única vez que la vi con audiencia fue en SITGES, festival que de muchas maneras me ha visto nacer y poco a poco consolidarme con varias películas. Siempre me han acogido bien y en el caso de esta cinta, recuerdo momentos memorables con el público riendo, espantándose, eso vivirlo en un auditorio como lo es el de este gran Festival fue una maravilla que me motiva siempre a seguir creciendo. Al público le ha gustado y creo que, definitivamente, la experiencia ha cambiado desde antes a ahora, después de la pandemia, para todo el que la vea”, aseveró Ferrera.

“Es curioso, porque di muchas entrevistas en ese entonces, cuando apenas comenzábamos el lanzamiento de El año de la plaga en Guadalajara (2018) y, aunque no lo tengo presente ahora, apostaría que dije cosas muy distintas a las que puedo decir ahora de la cinta. Se ha convertido en algo muy simbólico, casi profético, con momentos muy duros que, después de vivir nuestra propia plaga, pues claramente provocan diferentes sensaciones y reflexiones”, manifestó Serradilla.

Finalmente, el realizador español respondió a una cuestión muy importante. Si enfrentara una plaga como la de su cinta, ¿qué haría para sobrevivir?: “Es una pregunta complicada, no sé realmente qué haría para sobrevivir a lo mejor tratar de ofrecer mi ayuda a la gente que lo necesite y de alguna manera contribuir a que las cosas mejoren. Obviamente también está el factor de luchar por salir con vida de donde sea y hacerte acompañar, porque no, de la gente querida alrededor de ti. En una de esas, puedes convertirte como Víctor Negro y convertirte en un héroe involuntario”, concluyó. 

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