‘Batman’ de Tim Burton: A 35 años de la oscura pero accesible narrativa del superhéroe
CORTE Y QUEDA CLASSICS. Una de las grandes joyas burtonianas fue el acercamiento al personaje de los cómics de DC más importante de todos los tiempos y lo hizo de una forma única
cine
Fotograma de 'Batman'.
Dedicado con cariño a Rodolfo Luna
Hace mucho, mucho tiempo; existió en este planeta un director que rompió estereotipos cinematográficos al contar historias que podían ser obscuras pero accesibles para todo tipo de audiencia y que fue, paso a paso, formando un ejército de feroces seguidores que lo convirtieron en culto etiquetando a su cine como gótico contemporáneo (sic). Llegando incluso a acuñar el honorable y muy valioso título de Cine de Autor en el punto más alto de su carrera.
Ese director se llama Tim Burton, un realizador que dejó en la historia del cine mundial obras verdaderamente asombrosas que a la fecha son buscadas por las nuevas generaciones quedando marcadas, como las predecesoras, en sus historias personales con relación al cine.
Sin embargo, en algún punto de esa carrera, la creatividad de su cinematografía se empantanó y estandarizó dejando atrás el ser un realizador de propuesta para convertirse en lo peor que le puede pasar a un narrador de historias: Reciclarse ad nauseam.
Por lo mismo, este texto va dedicado al director fresco y audaz que rompía esquemas narrativos para no solo contar historias sino darles un contexto y un sello único que no creó escuela porque nadie se atrevió a arrebatarle ni un ápice de creatividad so pena de ser acusado de plagio.
Un homenaje que toma la forma de una película parteaguas no solo en la historia del cine mundial sino a lo que significa adaptar un cómic al cine hecha por ese director que yo extraño cantidad y que me dio tantos momentos inolvidables en mi cultura cinéfila.
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“YO SOY BATMAN”
El 12 de octubre de 1989 se estrena en México la otra película de Warner que marcaría toda una narrativa en las películas adaptadas de cómic a la pantalla luego de su estreno: La primera fue Superman (1978) de Richard Donner y la segunda, 11 años después, es Batman de Tim Burton.
Originalmente fue estrenada en premier el 3 de octubre de ese mismo año en 31 salas alrededor de la Ciudad de México, con tal éxito que para el 12, el día del estreno comercial, se sumaron 15 más para hacer un total de 46 cines donde tuvo una exhibición continua de tres meses ininterrumpidos en su corrida de estreno para después moverse por otras salas tanto del Distrito Federal como del resto del país.
Y así como Donner estableció un “libro de reglas” para hacer películas de superhéroes con Superman (1978); Tim Burton hizo lo propio con esta versión que daba la oscuridad necesaria a un personaje complejo como Batman para escribir, en el otro extremo del parámetro, como se deben hacer películas más rebuscadas, abrumadoras, crudas y desde luego, oscuras del cómic al cine.
Este fue un movimiento inesperado porque, si bien el Batman del comic ya dejaba ver en esas fechas una faceta más seria y totalmente alejada de la serie de televisión Batman (1966) y las consecuentes caricaturas de Las Aventuras de Batman (1968), Las nuevas aventuras de Batman con todo y el insufrible Batiduende (1977) y toda la saga animada de los Súper Amigos (1973-1986), nadie esperaba, a finales de la década de los ochenta, que alguien diera ese giro de 180 grados al personaje y a todo su contexto.
Tim Burton en el set de rodaje de Batman con sus protagonistas.
¿ALGUNA VEZ BAILASTE CON EL DIABLO BAJO LA PÁLIDA LUZ DE LA LUNA?
El resultado fue una historia donde los dos personajes antagonistas son de una similitud asombrosa (el Batman de Michael Keaton y el Joker de Jack Nicholson) en cuanto a tener una psique un tanto retorcida y de muchas aristas debido a un pasado igualmente tortuoso.
Dos personajes complejos que se enfrentan en algo más elaborado que un simple dominio del uno sobre el otro so pretexto del orden y el caos; no, aquí lo brillante del guión es presentar en un sub-texto el acercamiento al espejo que representa el uno con el otro y donde lo peor de cada quien es lo que rige su existencia una vez que se conocen.
En un contexto paralelo donde se descubre que uno no puede existir sin el otro para preservar su esencia vital; para existir con todo aquello que los hace un ser con individualidades tanto físicas como sociales y psicológicas.
Teniendo este conflicto como columna vertebral de la historia; lo demás era ponerlos en un campo igual de sombrío y ¿Qué mejor que reconstruir Ciudad Gótica quitándole toda la luz y optimismo que nos parecía tan american way of life de la posguerra para hacerla una obra del Art Deco?
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El diseño de arte fue trasladado de la aún fresca mente de Burton a la pantalla gracias al trabajo de Terry Ackland-Snow, Nigel Phelp y Leslie Tomkins quienes dieron forma física a toda una ciudad para hacerla atemporal y siniestra donde el mal si se ocultara en las sombras hasta que el vigilante ocupara su lugar.
Cuenta también el impactante trabajo del diseño de vestuario de Bob Ringwood no solo para el icónico traje negro (y sumamente incomodo de usar en palabras del propio Keaton) sino de Joker y el resto de los maleantes de su pandilla.
Pero ellos no fueron los únicos; la fotografía de Roger Pratt fue esencial para la narrativa de Burton y desde luego que la película no sería la misma sin la música del compositor fetiche de Burton, Danny Elfman que, al igual que el director, aún tenía la creatividad compositora fresca para dejar a la posteridad un tema que, suene donde suene, será identificado de inmediato. A eso se le conoce como trascender en el tiempo y no cualquiera lo logra.
Y hablando de trascender; hay otra cosa que a la fecha causa admiración donde quiera que se vea.
Una de las escenas más icónicas.
¿DE DONDE SACA ESOS MARAVILLOSOS JUGUETES?
Punto y aparte es la creación del Batimóvil que, desde su primera aparición en 1939, ha sido parte fundamental de los “juguetes” del encapotado al igual que su traje.
Para la versión de 1989, Tim Burton y los productores Guber y Peters autorizaron el diseño del ilustrador Julian Caldow bajo la guía del diseñador de producción Anton Furst quien trabajó con el equipo constructor de John Evans quienes usaron el chasis de dos Chevrolet Impala y un motor Chevy V8 como base para realizar el diseño final y característico de la turbina y la nariz además de las alas en el guardafangos trasero.
Caldow y Furst también fueron los diseñadores del Batiavión que tiene su momento cumbre al perfilar su silueta en la luna llena en las escenas finales de la película y de todo el equipo que utiliza Batman durante todas las secuencias de acción incluida la baticueva.
El diseño de varios de los “juguetes” del Joker fueron diseñados directamente de los trazos del propio Tim Burton dándole un toque aún más personal al filme.
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SOLO UNO PUEDE RECLAMAR LA NOCHE
En resumen: El Batman de Burton queda en la historia del cine como un parteaguas de la narrativa cinematográfica y que aún ahora - con todo y el extraordinario trabajo que realizó Nolan para terminar de forjar al personaje en su versión al cine - es una fuerte influencia en las actuales películas de héroes y villanos que produce Warner en conjunto con la DC sin dejar de lado el trabajo de animación en series realizadas por Bruce Timm, Michael Goguen, Matt Reeves y J.J. Abrams.
Y aunque sí le pegó el paso del tiempo a la película, siempre es un gozo regresar a ella y dejarse llevar de la mano de Burton para entrar en las calles húmedas, vaporosas y obscuras de Ciudad Gótica.
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