Con una sencillez e irreverencia, se postraron ante nuestros ojos los Black Midi, en esta, la que fue su primera visita a la Ciudad de México. De la mano de Hipnosis, los británicos tuvieron su fecha en solitario en el Frontón México, el recinto escoltado por el Monumento a la Revolución, después de haber tenido un exitoso encuentro en el segundo día del Corona Capital.
Ya con tres discos bajo el brazo, Black Midi en muy poco tiempo dejaron de ser una de las mayores promesas mundiales, para convertirse en una realidad a la que todas y todos nos tenemos que adentrar.
¿Y es que cómo no amarlos si logran conectar con sutileza con su público, tropicalizándoce sumando adeptos latinos para hacer clic con la gente: tocando y bailando “La Macarena” durante su participación Corona Capital, saliendo al escenario de el Frontón bailando con “Suavemente” de Elvis Crespo, o tocando unos segundo el intro de bajo de “Tiempo pa’ matar” de Willie Colón.
Son unos tipos que, además de tener un talento brutal, realmente se culturizan de los lugares que pisan para empatizar aún más con sus seguidores. Vaya, desde los flyers para sus shows en cada país son con fotografías referentes a algo que hay ahí.
Para esta aventura los miembros de Tajak fueron los encargados de poner las primeras sintonías directas con un show muy completo. Tocando temas de su más reciente disco La sombra del agua, los tapatíos llenaron de sinergia y sonido hipnótico un Frontón que seguía recibiendo a gente ante la lluvia que caía a las afueras.
Después, la fiesta descontrolada arrancó con Geordie Greep, Cameron Picton y Morgan Simpson mostrando su comodidad y alegría ante los mexicanos; bailando, haciendo bromas entre ellos, y mejor aún, desenvolviéndose con toda su entrega en el escenario en un setlist muy equilibrado con canciones muy progresivas y otras más en balada, tocando varias piezas del Schlageinheim (2019) y también de sus dos más recientes producciones Cavalcade (2021) y Hellfire (2022).
Al show de Black Midi tal vez lo único que le faltó fue el sax en algunas pistas de un musical invitado frecuentemente en sus sesiones, pero son una banda tan prodigiosa que hicieron que pasara prácticamente desapercibido. A uno como espectador se le complicaba el bailar las canciones o ver a la banda y su espectacular desempeño.
En un orden de ideas distinto, el show hubiera sido más exquisito y frenético de parte del público si no existiera la separación innecesaria de General A y General B. Con un precio intermedio todo el público podría disfrutar más a plenitud de las bandas que Hipnosis nos ha hecho el favor de traernos a la capital.
Sin duda, el cierre del 2022 nos ha hecho emocionarnos hasta el cansancio con sorpresas como Black Midi por Hipnosis, sin duda otro golazo bien anotado.
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