Escenario

Brandon Cronenberg exhibe en Berlín su último horror

COBERTURA. El director canadiense exhibió hoy en la Berlinale ‘Infinity Pool’, el último film de horror que lleva la firma de un apellido identificado con el cine inquietante>

El elenco de la película "The Northman" en la alfombra roja del Festival de Cine de Berlín.
Jalil Lespert, Alexander Skarsgård, Mia Goth y el cineasta Brandon Cronenberg Jalil Lespert, Alexander Skarsgård, Mia Goth y el cineasta Brandon Cronenberg (Especial)

El director canadiense Brandon Cronenberg exhibió hoy en la Berlinale Infinity Pool, el último film de horror que lleva la firma de un apellido identificado con el cine inquietante y que aportó al festival berlinés una alfombra roja rica en estrellato.

De “subjetiva” y “algo salvaje” calificó Cronenberg su nueva película, proyectada en la sección Berlinale Special con rango de estreno europeo, tras su paso por el festival estadounidense de Sundance.

El escenario elegido es un resort turístico exquisito, instalado en una corrupta dictadura de un país extremadamente pobre. Al visitante le conviene no tratar de salir del recinto, puesto que tras las vallas de protección le puede pasar lo de al matrimonio formado por James y Em -Alexander Skarsgard y Cleopatra Coleman-.

Un accidente de automóvil puede implicar pena de muerte, que solo evita un extranjero rico si accede a pagar una fuerte cantidad y dejar que se genere un clon suyo perfecto, al que se ejecutará ante sus ojos.

En la misma sala donde se le comunica la sentencia hay un cajero automático para facilitar la operación, tras lo cual se ingresa también casi automáticamente a una comunidad de ricos decadentes. Practican el procedimiento reiteradamente y coleccionan las urnas de los ejecutados.

El filme de Cronenberg, continuador de la escuela de su padre, David Cronenberg, no se inscribe realmente en el género del terror, sino más bien del cine violento.

Su programación en la Berlinale dio al festival los rostros más mediáticos de la jornada. Junto al propio Cronenberg acudió Skarsgard -hijo a su vez de un habitual en otras ediciones, Stellan Skarsgard-, así como Mia Goth.

“Mi personaje es un novelista sin talento que lleva años sin publicar y que vive a expensas de su adinerada esposa. Es un perrito que reacciona al primer halago”, explicó Skarsgard, respecto a un personaje que le lleva a aparecer más y más ensangrentado a cada ejecución de algún clon.

Gabi, el personaje de Goth, es una actriz asimismo sin talento que, como James, lleva una vida de lujo gracias al marido millonario.

La diferencia entre ambos es que uno seguirá siendo, tras sucesivas operaciones de clonado, un personaje sometido, mientras que ella desarrolla un sadismo aparentemente ilimitado.

Infinity Pool sigue la regla del “nada es verdad, pero todo es posible”, en palabras de su director, una de las características de la filmografía Cronenberg, padre o hijo. Que el ejecutado sea el clon o el original es una de las preguntas que queda para el espectador.

La película deriva en una exhibición de violencia extrema, más algunas escenas de sexo bajo alucinógenos, que causó cierta decepción a quienes esperaban algo en la línea de Antiviral, que fue exhibido en Cannes en 2012.

El festival berlinés suele alternar estas producciones fuera de competición, que aportan las presencias mediáticas que generalmente no genera el llamado cine de autor de la sección oficial a concurso.

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