La noche ya estaba presente en la Ciudad de México: la luna iluminaba las calles, el aire fresco se hacía presente y el público comenzaba a descender del metro y comenzar el camino con rumbo al Palacio de los Deportes.
La mercancía se hacía presente desde el primer momento, el nombre y la cara de C.Tangana aparecían en cada playera y sudadera que voltearas a ver, las gorras, gorros y tazas también se dejaban ver para algunos fanáticos que se detenían a comprar.
Después de cruzar los distintos filtros dentro del recinto el público comenzó a ocupar sus lugares, las zonas generales poco a poco se comenzaban a llenar de fans que pacientemente esperaba a “Puchito”.
En la pantalla gigante se veía el título “sin cantar ni afinar” acompañado de un mensaje en letras pequeñas: “La contaminación lumínica puede entorpecer la experiencia, por lo que recomendamos desactivar los celulares”.
Fue en punto de las nueve que la locura total se desató, las luces se apagaron, el público gritó con todas sus fuerzas, el telón azul se abrió y el show de C. Tangana dio comienzo.
Desde el primer tamborazo el corazón se aceleró, el vello del cuerpo se enchino y la magia comenzó. Los tambores resonaban por todo el recinto y las trompetas también se hacían presentes para darle paso a “Puchito” quien comenzaba a entonar el tema “Still rapping” para inmediatamente continuar con “Te olvidaste”.
La gente comenzaba a corear con todo su aliento “¡pucho, pucho, pucho!” para volver a desatar un grito cuando las notas de “Cambia” comenzaron a sonar, tema que vino en compañía de una sorpresa, pues el cantante Adriel Favela subió al escenario para deleitar al público en compañía del español.
“Muy buenas noches México, ¿cómo estáis?” fueron las primeras palabras del madrileño hacia el público mexicano quien no perdía la oportunidad para aclamar el nombre del músico, él comenzó a cantar los temas “Yelo” y “Comerte entera”.
Inmediatamente la locura detonó nuevamente como en aquel pasado Vive Latino cuando se pudo escuchar la voz de Ed Maverick, quien en compañía de 20 mil voces más cantaba “Párteme la cara” junto a C. Tangana.
Una auténtica fiesta era la que vivían los fans que no paraban de brincar, cantar y bailar, pero cuando nuevamente los tambores se escucharon la emoción estalló, pues todos sabíamos que se trataba del tema “Demasiadas mujeres”, en el cual el público brincaba de tal forma que hacía que el suelo vibrara.
Como ya es todo sabemos, los shows de C. Tangana son una delicia creada para que desde cualquier lugar lo disfrutes, pues la planeación cinematográfica se nota en cada una de las canciones.
Llegó la sobremesa al escenario, y fue aquí donde “La húngara” se lució con el tema “Mala, malita, mala” el cual le dedicó al madrileño en forma de broma, por lo que “Puchito” no se quedaría sin responder e inmediatamente comenzó ese rasgueo de guitarra que nos hizo soltar un grito, pues el tema “Ingobernable” se hizo presente en el show.
“Muchas gracias por estar aquí en esta sobremesa, la sobremesa va de compartir y hoy trajimos una canción especial y a mí me emociona mucho cantarla”, fueron sus palabras para comenzar a cantar “Sabor a mí”.
La sobremesa terminó con el cantante sobre la misma mesa bailando “Tranquilísimo” para generar el grito eufórico que por milésima vez se escuchaba en la noche por parte del público.
“¿Qué tal la banda? ¿cómo estamos?, vamos a brindar por este público, es inmejorable este público, casi rompo la mesa en tranquilísimo”, decía bromeando para después darle paso a una divertida introducción del porqué cantó el tema “Llorando en el limo”.
Las pantallas seguían mostrando todo lo que pasaba alrededor del cantante, como los músicos brillaban, como algunos tomabas y como otros (al escenario ser un bar) tomaban en compañía del madrileño, quien seguía deleitando al público.
“México, quiero pedirles un favor, podrían prenderme las luces del móvil”, fue la petición que inmediatamente se concedió para el tema “Nunca estás”, mismo tema que Tangana aprovechó para decir: “Gracias por estar aquí el día de hoy”.
La noche era algo mágico, la música no dejaba de sonar y nuevamente “La Húngara” nos maravillaba con su hermosa voz para acompañar el tema “Tú me dejaste de querer”.
Ya el show estaba por terminar, pero una nueva sorpresa se presentó, y esa era el tema “Suavemente” de Elvis Crespo, el cual puso a bailar a todos arriba del escenario igual que a los miles de fanáticos que estaban felices.
El tema “Un veneno” llegó para sorprender a todos, pues al final se pudo disfrutar el ritmo de “Hasta que te conocí” de Juan Gabriel, cerrando así una noche increíble de música en compañía del madrileño.
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