Pocas bandas logran reunir a tan multitudinaria población en sus conciertos como lo hacen los oriundos de Ciudad Satélite, EdoMex, Café Tacvba, desde los fanáticos recalcitrantes, los seguidores esporádicos que sólo conocen las canciones más famosas y los nuevos aficionados de la banda a quienes se les nota la emoción de experimentarlos por vez primera y desde luego los fans más pequeños guiados por sus padres a sus primeros conciertos.
“A mi me gusta Café Tacvba, es la música que escuchan mis papás y creo que son buenos, no es la primera vez que los veo pero si aquí (Auditorio Nacional), me dicen mis papás que será un concierto un poco acústico y sinfónico y no se, me gusta la idea”, dijo Santiago de 10 años.
Por su parte los padres del pequeño Santi, Gustavo y Laura, aseguraron que han sido seguidores de la banda desde siempre y que aunque los han visto muchas veces siempre se siente una emoción especial y una ansia por escuchar sus canciones favoritas como “Las flores” o “Medio día”. Mientras, la gente seguía entrando al Coloso de Reforma cual hormiguitas al hormiguero en una fila interminable.
Pasando las 20:00hrs se comenzaron a escuchar las proverbiales llamadas así como las normas de seguridad del recinto y alrededor de media hora después se dio la ansiada tercera llamada ante los precoces silbidos y los gritos emocionados e impacientes de los asistentes.
Algunos minutos después y ante el impasible griterío, envueltos en una atmósfera íntima de focos incandescentes salieron al escenario Rubén Albarrán, Emmanuel del Real “Meme”, Joselo y Enrique Rangel, los tacubos. De forma inmediata y sin decir ¡agua va! tocaron “Maria”, una de las canciones más queridas y más tranquilas en su ritmo porque la letra es dura y contundente, pieza musical seguida por “Diente de león”, no sin antes lanzar los agradecimientos por parte de Albarrán.
“Muchachos, buenas noches, estamos llenos de alegría de poder compartir esta noche con ustedes, compartir la música y desear que podamos volar y disfrutar, irnos con las sonoridades de la orquesta de la banda, con todos los grandes músicos con que vamos a compartir el escenario esta noche, es muy emocionante”, dijo Rubén Albarrán, líder y vocalista principal de Café Tacvba.
“Trópico de Cáncer”, continuó con el concierto así como el entusiasmado aplauso del público, además de ser el primer momento donde muchos de los fanáticos se levantaron de sus cómodos asientos para cantar junto a los satelucos. Igualmente pasó con “El metro”, donde Albarrán recordó que son rolas viejitas pero que tenían ganas de tocarlas porque ya tenía tiempo que no se traían a los conciertos, seguida de “El ciclón” donde además recordó que estas canciones están por cumplir treinta años.
Al interpretar “Bar Tacuba”, igualmente Albarrán recordó cuando eran jóvenes y tenían otras dinámicas como consumir alcohol, aunque aseguró que es algo terrible y exhortó a todos a hacer otras cosas, tras el grito del público que todavía disfruta de las bebidas enervantes.
Dentro de todas las canciones interpretadas por una de las bandas más influyentes del rock nacional, “Las flores” y “La chica banda”, fueron de las más piezas más cantadas de la noche y sin duda de las favoritas de todos los presentes, además de que confirma que a la gente le gusta la música nueva pero aman, sobremanera, los clásicos.
Una de las grandes sorpresas de la noche fue la presentación de Los Bronces de Oaxaca con quienes interpretaron “La muerte chiquita”, una grata sorpresa y una extraordinaria fusión musical, además de “Olita del altamar” en la cual Albarrán bromeó sobre su mensaje ecologista y anti-corporación, regular en su actuación pero que ha sido criticado en eventos anteriores, esta colaboración terminó con “Futuro”.
Otra de las sorpresas fue la aparición de una orquesta sinfónica dirigida por Mario Santos, que se colocó al fondo del escenario y que permaneció por el resto de la velada, junto a ella los satelucos interpretaron primeramente “El aparato”, con la que Albarran aseguró que se sintió como en la película setentera Encuentro cercanos del tercer tipo (Spielberg, 1978).
“La locomotora”, “Las batallas”, “Rarotonga”, “Esa noche”, “Medio día”, “El outsider”, “Chilanga banda”, “Volver a comenzar” y “El puñal y el corazón” fueron las que continuaron la presentación donde además, los tacubos bailaron y se entregaron totalmente a su público que al igual no paró de cantar.
Luego de un breve descanso, para tomar aire y que Albarrán cambiará de outfit, regresaron interpretando “El espacio”, “Volcán”, “Aviéntame” y “Eres”, estas dos últimas cantadas por Meme. Finalmente terminaron con “Quiero ver” y la favorita de todos los melómanos “El baile y el salón”, que desde el inicio del concierto ya las estaban pidiendo algunos insensatos.
Finalmente Rubén Albarrán agradeció a todos los presentes por siempre apoyar a Café Tacvba y pidió un aplauso para las orquestas que los acompañaron, se retiraron… solo unos minutos y regresaron para consentir a su público que ya no se sorprende por el tradicional encore, donde los tacubos cantaron otro de los clásicos “Ojalá que llueva café”, en fin una noche para recordar, para bailar y para sentirse en otra época, faltaron algunas rolas, pero no se puede tenerlo todo.
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