Publicado originalmente en 1974, Calabozos y Dragones es un juego de rol que se apoya en un tablero y donde la suerte a los dados es fundamental, su popularidad no fue inmediata, pero al tercer año ya triplicaba las ventas del lanzamiento, llevando a sus creadores a expandirlo para hacer más aventuras y llevar el juego a nuevos territorios. En la década de los 80 es cuando se da el estallido del juego, siendo adoptado por universitarios y otras audiencias. En cine ha tenido diversas adaptaciones siendo el turno ahora de Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones (Dungeons & Dragons: Honor among thieves), con resultados sorprendentes.
Edgin Darvis lleva una vida de bandolero tras la muerte de su esposa, al lado de la guerrera Holga Kilgore, el hechicero Simon Aumar, el estafador Forge Fitzwilliam y Sofina. Cuando Edgin y Holga son atrapados en un robo fallido, la banda se dispersa. Cuando escapan de la prisión deciden ir en busca de la hija del primero, la que ha quedado al cuidado de Forge, quien gobierna ahora apoyado por Sofina que es una bruja en busca de conquistar el mundo. En el proceso de cumplir su misión se unen a ellos sus antiguos amigos y nuevos aliados.
Adaptar el juego al cine no es tarea sencilla, el fanatismo que rodea sus reglas y circunstancias le hacen un trabajo complejo para quienes lo intentan, desde la fallida adaptación de Mazes and Monsters protagonizada por Tom Hanks en 1982. Pasando por la trilogía de films del 2000, 2005 y 2012, las que nunca lograron atrapar de forma convincente el mundo del juego, sin olvidar la serie televisiva de 1983 de la CBS. Lo que parecía imposible se ha logrado con Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones, desde donde el título busca avisar de que es sólo una pequeña aventura ambientada en ese mundo y no un intento de abarcarlo por completo.
La cinta es dirigida por la mancuerna de John Francis Daley y Jonathan Goldstein, quienes ya han llevado a la pantalla otros juegos de mesa, consolidando con esta película su capacidad de atrapar la esencia de ellos, logrando una película que recupera la emoción de participar en la aventura y que retoma elementos clave del mismo de una forma lúdica y atrevida.
Como protagonista principal tenemos a un encantador Chris Pine, flanqueado por Michelle Rodriguez, quienes forman una familia forjada en las aventuras y pesares, en su camino se les une Sophia Lillis como una druida que se trasforma en diversas criaturas, y Justice Smith quien da vida un torpe mago. En su ruta aparece Regé-Jean Page tiene a su cargo un papel muy complicado, en primera instancia es un asesino reformado, que ayuda a la gente, pero en realidad su rol es uno muy importante para aquellos que han jugado Calabozos y Dragones, en esencia es el Amo del Calabozo, the Dungeon Master, el que impulsa la historia, el que orienta, el que hace crecer los personajes. El villano es interpretado, con toda su carisma, por Hugh Grant, aliado de Daisy Head.
Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones tiene un inicio lento pero interesante, uno que es necesario para que aquellos que no están familiarizado con el mundo del juego de rol puedan entrar a este de forma amigable, una vez que llega el amo del calabozo todo cambia, todo es posible, desde un dragón gordo hasta una pelea final donde el ataque es por turnos. Se siente un genuino interés de adaptar el juego al cine y de darle a los fans detalles que les harán recordar otros intentos de la franquicia, por ejemplo, tenemos por ahí, en algún punto, a los personajes de la serie animada de los 80.
La forma en que vemos crecer este mundo nos invita a explorar y a pensar en las posibilidades de que esta no sea la única cinta con estos personajes y creativos, Gary Gygax y Dave Arneson podrán, ahora sí, estar contentos sobre la adaptación a su juego de estrategia y batallas, por fin llegó un alguien que se convierte en un Dungeon Master capaz de entender el juego y complacer a los que le disfrutan.
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