El Club de los Graves llegó a Disney+ con 10 episodios disponibles dentro de esta plataforma, en un relato que se enfoca en Amaranto Molina (Carlos Vives) y su desempeño como maestro, donde ayuda a varios jóvenes a cumplir su sueño de hacer música. La llegada de esta serie se siente como un punto culminante para la celebración de tres décadas de carrera para el artista colombiano en los que se ha encontrado con mentores y ha ejercido el papel de maestro para otros músicos Crónica Escenario estuvo presente en la plática que tuvo el cantante con los medios para hablar del show donde actúa y compone las canciones.
“He aprendido muchas cosas en 30 años y siempre he dicho que mi música no es folclor ni tradicional, le llamó rock and roll pues ninguno de los otros géneros se plasma en un álbum. Además, siempre abogué por crear una modernidad en mi sonido a partir de la tradición. Ese ha sido mi camino y lo comparto con mi rol en la serie del Profesor Molina, que busca transmitir ese espíritu a sus alumnos para encontrar su identidad”, comenzó reflexionando el colombiano.
El Club de los Graves marca su regreso a la actuación después de muchos años, por lo que Carlos se encontró con un panorama diferente al que conocía. “Volver a este oficio me dio cierto temor por el desconocimiento a los cambios dentro de la industria. De hecho, nos hicieron la oferta a mí y a mi hija al mismo tiempo. Por mi parte, retomé cosas que ya había estudiado, tomé cursos de actuación, hice ejercicios y traté de llegar a plenitud para la grabación. Además, compartí con ella todo ese proceso. Verla en ese esfuerzo de poder cumplir con las cosas fue algo impresionante”, declaró.
“Todo ha cambiado mucho en la industria. En ese tiempo, cuando actuaba por primera vez, no había tanto apoyo, éramos unos verdaderos guerreros y se producía con muy poco. Honestamente, sufro menos esta nueva etapa que la inicial como actor. Hay mucha comunicación, asesoría, cuidados. Pero he de confesar que cuando regresé al set esta vez sentí la misma emoción de la primera vez que puse pie en un estudio de televisión para crear este personaje”, añadió Vives.
El talentoso artista mencionó que su lazo con Disney viene no tanto desde el aspecto cinematográfico o de series, sino a partir de la música, por lo que hacer este show es algo muy significativo para él. “Recuerdo que las primeras películas de Disney, no las vimos sino las oímos. Ese imaginario nos provocaba soñar, imaginar y representó siempre algo muy especial. El poder estar en un relato producido por ellos, con talento local, en mi casa que es Colombia, con esta historia que muestra la diversidad de lo que somos, me tiene muy emocionado. Eso, sumado a las tres décadas de carrera que andamos celebrando y con la que he podido alcanzar este punto que, sin las experiencias vividas, no me hubiera brindado esta oportunidad”, afirmó.
En la serie, Carlos es un profesor diferente que busca ayudar a los jóvenes a encontrar su camino, algo que también ha sucedido fuera de la ficción con otros artistas para encontrar su propia voz en la industria. “Me gusta mucho hacerlo porque después puedes ver cómo van creciendo musicalmente. Es parte de lo que realiza el profesor Molina en la serie. Él ve el valor de la identidad, la localidad en los chicos, lo que resuena en mí porque, cuando era joven en mi carrera escogí el encontrar un camino de un sonido moderno lleno de una diversidad que me ha hecho ganarme el cariño de la gente”.
“Ahora, muchos buscan y quieren el éxito, buscan forjar su camino a través de lo que les apasiona buscan encontrar ese espacio. He tenido la oportunidad de compartir la información que he aprendido en mis años de carrera con ellos y me encanta hacerlo. Creo que tengo esa alma de profesor sin la pretensión de creerme un sabio, pero si aprovechando las oportunidades que la vida me da para hablar con ellos y que se genere un aprendizaje para toda una generación de nuevo pop colombiano que eran muy pequeños cuando empezaba. Así que sí, tengo algo de Molina en mí”, agregó el intérprete de “La gota fría”.
Pero no todos son maestros de vida destacados pues hay algunas contrapartes, como el señor Kramer en El Club de los Graves, que cierra las oportunidades a cierta élite. Esto también resuena en lo vivido durante su carrera. “En la vida me he topado, afortunadamente, con más personas como Amaranto que como Kramer, el antagonista. Entre los juglares de pueblo, los intérpretes de vallenato hasta Celia Cruz y Cachao, que cuando me conocieron me dieron un abrazo y me felicitaron por hacer la música de Colombia. Ya dentro de la industria, te encuentras más la otra cara donde decían que mis creaciones y ritmos no funcionarían. Pero agradezco que, a pesar de ello, siempre hubo maestros que me enseñaron la cultura musical de mi propio país, siendo uno de ellos Armando Manzanero”, manifestó alegre el colombiano.
Algo que entusiasmó a Carlos desde el inicio es el poder entablar una relación con los chicos protagonistas del relato, apoyándose en ellos para la creación de la banda sonora del serial. “El trabajo con los jóvenes fue sorprendente, me recordaron un poco a mi mismo cuando tenía su edad y me causó un choque acerca de todo lo que han crecido en muchas cosas estas generaciones. Pasó con ambos grupos, tanto con los Graves como con los Agudos. Aunque en la historia hay grandes rivalidades y diferencias entre ellos, en la vida real todos eran muy unidos. Agradezco que el guión me diera la oportunidad de poder escribirles cosas a ellos a nombre de un personaje pero que, de alguna forma, se los decía como si fuera su padre”.
Esta relación le trajo recuerdos de cómo han cambiado las cosas para esta generación que también busca la gran oportunidad de ser una estrella. “Tengo un lugar en Bogotá, un pequeño teatro donde también tengo una escuela para niños con estudio de grabación y todo. La gente joven llegaba siempre a trabajar allá y pasaba el tiempo mientras se preguntaban constantemente acerca de cuándo iban a triunfar o les llegaría una oportunidad, cuando ésa era ese día o esa noche. La experiencia con los jóvenes del Club me trajo eso a la mente siempre, fue una experiencia alucinante donde incluso aprendí también algunas cosas de la tecnología que tanto manejan ahora”, aseveró Vives.
Destaca también que en la serie comparte créditos con su hija, Elena, haciendo una doble labor como padre y compañero de oficio. Esto le brindó la oportunidad a Carlos de darle un importante consejo a ella y los demás miembros del show. “Soy su colega de actuación, pero también soy su papá. Creo que el mejor consejo que le he dado es que haga este trabajo sin humo, que no se ponga a sufrir por pendejadas. Creo que eso pasa mucho en la juventud de ahora y me parece algo totalmente innecesario pues, por ejemplo, en el caso del bullying, antes de los celulares y todo esto, si decían algo de ti que no gustaba, te ibas a otro lado y se acabó el pleito. Pareciera que la dependencia emocional de uno está enlazada con un aparato y no es así. Siempre intenté que disfrutara el proceso pues hay que vivir y ser feliz sin necesidad de una vaina que no es necesaria”.
Asimismo, el cantautor colombiano ofreció un interesante pensamiento acerca de estas nuevas generaciones de artistas, resaltando que el mejor mensaje que les puede dar reside justamente en el corazón de El Club de los Graves. “Veo mucha juventud que está en busca del éxito, de ser la nueva estrella o figura, pero olvidan una parte clave que es el estudio y la preparación, la cultura misma. Busca triunfar y componer canciones, pero no leen, no escriben. Una parte clave es cultivarse y tener a alguien que aterrice de buena forma esos sueños. Hay excepciones a la regla, claro, pero no hay que dejar de lado que hay mucha gente que hace dinero explotando esa voracidad de mala forma. Siempre hay que defender la identidad de cada uno y enriquecerse sin caer en ello porque hay reglas para llegar a ese punto. Al final, esta serie lo que busca es resolver la pregunta de qué tipo de persona te gustaría ser, la que tiende puentes o la que construye muros”.
“Además, siempre habrá un Vives, un Luis Miguel, lo que gustes. Pero la historia es para jóvenes que luchan con sus sueños de triunfar, cantar, grabar, bailar, así como un mensaje de que este negocio tiene mucho humo. El problema es ser fiel a uno mismo y encontrar la razón de hacer lo que haces que vaya más allá de la fama o el dinero, descubrir lo que tienes e ir a por ello”, concluyó emocionado el protagonista y compositor del show.
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