Fundadora de su propia compañía, Godot Media, la carrera de la joven cineasta Claudia Quijas comenzó por el lado de la publicidad y ahora la ha llevado a triunfar gracias al corto Siluetas. Recientemente, la mexicana tuvo presencia en el Festival de Cannes con su cortometraje Azul naranja (2022), el cual formó parte de la programación del Short Film Corner de este certamen. En Crónica Escenario tuvimos el gusto de hablar con la talentosa mexicana acerca de este último proyecto.
“No me la creo, no puedo creer que pasé dos semanas en el Festival más importante de cine del mundo. La verdad estoy muy feliz, recapitulando todo te das cuenta de la gente que conociste, las películas que viste, los contactos que hiciste y si está muy cañón”, comentó de inicio Quijas, aún con la emoción en la voz.
Ya es una década de trayectoria para Claudia, un camino que se dice fácil pero que ha estado lleno de muchos aprendizajes que la han llevado a estar en estas alturas y poco a poco en esta senda de triunfo. “La verdad es que en el 2012 empezó mi pasión por hacer cine porque me gustaba mucho, lo hice de una forma súper amateur y mi primer corto lo hice a los 12 con mis amigos de teatro. Realmente lo que me ha enseñado es que no lo sabes todo, que una persona que se dedica a cualquier forma de arte jamás está 100% preparado. Siempre hay algo nuevo, mucho que revolucionar y también mucho que narrar, muchas historias qué contar y creo que eso ha sido lo difícil pero gratificante. Luego es difícil aceptar el hecho de que nos corrijan, porque me ha pasado la mayoría de mi carrera pero al fin y al cabo tienes que aprender a tomar ese tipo de enseñanzas y pasarlas a algo bueno”, expresó la cineasta.
Parte de esas experiencias fue su paso por uno de los certámenes más retadores para cualquiera que busca hacer cine: el 48 Hour Film Festival, que consta de filmar en dos días un cortometraje. Curiosamente, es así como se crea Azul naranja, iniciando su camino inesperado hacia Cannes. “Este era nuestro sexto año entrando a este concurso así que ya nos la sabíamos de todo. Es un certamen que va en contrarreloj, donde tienes que ver qué género te toca y cómo resuelves hacerlo”, dijo.
“Prácticamente es eso, un ejercicio de resolver y lo padre es que siempre acabas con un producto que enseñas, hiciste una película en dos días, nos gustaba mucho ese reto y Azul naranja vino porque por tercos quisimos hacerlo en pandemia. Nuestro crew de 30 personas se redujo a 15, teníamos un filtro de salud para todo y nos tocó el género romance, donde tenía ya una idea que se me había ocurrido de una monja caminando en medio de la calle y que unos amigos la recogían. En mi cabeza estaba pensada para que fuera una película de amigos pero la adaptamos para que se enfocara en el romance”, explicó Quijas.
El cortometraje conlleva una temática LGBTIQ+, algo que ciertamente le ha ocasionado estar en el ojo del huracán y recibir cierta crítica social al respecto, pero para Claudia es algo inherente al contar cualquier historia. “Siento que son cosas que pasan, no pretendemos criticar ningún tipo de creencia ni nada, más bien son realidades plasmadas y me gusta mucho narrar las cosas directas, pero no de la forma en que restriegan las cosas, solo planteo la historia y de ahí sacas tu criterio, para meterme o abordar temas más críticos o pesados aun no me siento lista, pero ya se dará con el tiempo”, declaró la mexicana.
Después de tener grandes éxitos con sus proyectos en cortometraje, parecería que el siguiente paso sería aventurarse a hacer un largometraje, aunque Claudia Quijas confesó que es algo en lo que no ha pensado. “No me había pasado por la cabeza, pero para bien o mal llevo siete años haciendo cortometrajes de forma profesional, pero si ya pude hacer esto y llegar hasta acá (Festival de Cannes), puede que sí sería muy bueno dar el salto y justo con Azul naranja hicimos un corte más largo y aun así me quedé con ganas de dar más, porque hay mucho que contar aún, pero aún me falta más confianza para ello, es decir, no soy como los otros cineastas reconocidos, pero justamente estar en este certamen me dio la seguridad de que muchos estaban vendiendo ideas de películas. Si ellos lo hacían, ¿porque yo no?”, señaló.
Ahondando un poco más en Azul naranja, la realizadora nos comentó algunas de las partes que tuvo que cortar de la historia original que ella tenía en mente pero sin perder el hilo y hacerlo en poco tiempo. “De hecho tengo un rollo de que cuando hago el corto lo veo como 10 veces al día, para analizar que había salido bien o mal. Cuando lo reviso pienso en que si quería algo más largo y ya fuera de las bases del concurso le dije a mi crew si podíamos filmar algo más largo y tomar las escenas más difíciles y realizarlas en un corte largo. Lo hicimos y a pesar de eso quería todavía más, eso no me había pasado con otro corto, pero en éste sí me quedé con la espinita de hacer más y mi coguionista también me decía eso, justo ellos me dan la confianza para dar el siguiente paso, mi ópera prima prácticamente”.
También habló de su compañía, aquella que le ha dado satisfacciones en esta carrera. “Somos cuatro fundadores y dos estudiamos comunicación y somos actores. Es ahí donde conocimos a los otros dos, pues estudiaron teatro y todos queríamos hacer películas ya que nos encantaban. Entramos a ese concurso en el 2015, pedimos a nuestros amigos que se unieran a Godot Media, que es nuestra productora que fundamos pero realmente la dinámica de trabajo con todos ha sido increíble, somos compañeros de vida, hemos estado en lo malo, lo bueno, y haber ido a Europa juntos fue toda una experiencia, conocimos a Guillermo del Toro, lo saludamos, platicamos con él y cuando nos despedimos nos volteamos a ver sin creer que acabábamos de conocer a Memo”, expuso emocionada.
Aunque Claudia sabe desarrollarse en diversas partes de la producción cinematográfica, no es un secreto que se siente más cómoda en el aspecto de la actuación. “Me encanta, mi mano derecha es dirigir y la otra es cantar y actuar. Estudié teatro, he estado en cortometrajes y estoy viendo cómo llegar al punto de actuar en mis propias películas, y mis amigos también dirigen sus propios proyectos en los que les pido que me incluyan en el reparto. Actualmente estoy estudiando diplomados de actuación en cine porque si es algo que me gustaría hacer más a profundidad”, confesó.
Cerrando la amena charla, Quijas afirmó que la mejor forma de motivar “Que amen lo que hacen, cada vez que a mí me preguntan la fórmula mágica no me queda más que decirles que aparte de lo técnico y lo artístico, es muy divertido hacer cine y viene desde el amor y viene de un rollo de emociones muy personal, que todo llega a tiempo y habrá muchos errores pero no te estanques ahí, mucho se dice que en la industria no sobresales sin contactos, pero nosotros no teníamos nada de eso y de la nada estamos en Cannes saludando a Guillermo del Toro, es un salto de realidad super amplio que aun no lo creo”, concluyó.
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .