La película Close fue la gran triunfadora, con siete galardones, en la duodécima edición de los Premios Magritte del cine belga, que consagró a Un amor en Escocia como mejor película y a su director y protagonista, Bouli Lanners, como mejor realizador.
La cinta de Lukas Dhont, candidata al Oscar a mejor película internacional, obtuvo anoche el Magritte a la mejor película flamenca, mejor guión original o adaptación, mejor imagen y mejor decorado tras haber sido galardonada con el Grand Prix en el Festival de Cannes y haber triunfado en festivales internacionales.
El filme sobre la amistad truncada entre dos niños al llegar la adolescencia le valió también el premio a mejor actriz secundaria a Emilie Dequenne y al mejor actor secundario a Igor Van Dessel, así como el galardón a actor revelación para Eden Dambrine.
En unos premios enfocados en el cine francófono, Close no competía por el premio a la mejor película, que recayó en Un amor en Escocia, drama romántico por el que Bouli Lanners obtuvo también el Magritte a mejor realizador.
El también intérprete belga se hizo además con el premio al mejor actor, en este caso por su papel en el thriller policíaco La noche del 12, mientras que la belga Virginie Efira se llevó el galardón a mejor actriz por su rol en Revoir Paris, que ya le valió el premio en esta misma categoría en los César franceses.
El Magritte a la primera película fue para Rien à foutre, de los franceses Julien Lecoustre y Emmanuel Marre, que recibió además el premio al vestuario y al montaje, mientras que el galardón a mejor documental se lo llevó Soy libre, la cinta de la cineasta Laura Portier que sigue durante quince años los pasos del hermano de esta.
La actriz, guionista, realizadora y cantante francesa Agnès Jaoui recibió, por su parte, el Magritte de Honor como reconocimiento a su trayectoria en una ceremonia presentada por Patrick Ridremont y con la presencia de la actriz Lubna Azabal, presidenta de los Premios.
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