Existe un hecho dentro del mundo de la política mexicana que marcó una generación: el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas en 1994. ¿Qué pasaría si un trío de personajes egoístas, fracasados y muy opuestos entre sí, tuvieran una profecía tres días antes de este hecho y estuvieran a hacer todo lo que estuviera en sus manos para evitarlo? Ese viaje cómico lúdico que incluye muchas bebidas y drogas además de deliciosas exageraciones es lo que propone ColOZio.
El segundo largometraje de Artemio Narro con Diego Calva, Manolo Caso y Orlando Moguel que más que una ficción histórica toma este asesinato como punto de partida para hablar de la mentalidad del mexicano y sus constantes sueños frustrados. En Crónica Escenario charlamos con ellos al respecto de este interesante proyecto que llegó a la Cineteca Nacional el pasado 19 de mayo.
“El asesinato del candidato solo es un pretexto para irnos a un viaje que tiene más que ver con el fracaso y con el camino del héroe caído. Este hecho funciona como detonante para hablar de nuestra relación como país con la derrota y la mediocridad. Somos una nación que culpa a todos los demás menos a uno mismo”, expresó el cineasta Artemio Narro.
“Nunca aceptaremos que cometimos un error, por eso existen los pretextos como que no era penal, que vinieron los españoles, que nos quitaron Texas y California, que el neoliberalismo. Siempre hay alguien más que es culpable y nunca asumimos nuestras culpas. En el momento de escritura del filme, el acontecimiento más contemporáneo relacionado a eso era el atentado contra Colosio, pues si no lo hubieran matado se tiene la idea de que México sería la potencia que no es. De ahí surge este relato”, añadió.
Un filme maltratado por la pandemia
“Curiosamente podríamos echarle la culpa a la pandemia de que, después de tener su premier mundial en Rotterdam ya no pudo llegar a más festivales porque las restricciones lo impidieron. Entonces existe un paralelismo muy curioso en ello”, comentó Orlando Moguel, que interpreta a Mundo, un burócrata con pocas aspiraciones, acerca de este espíritu satírico del filme.
“De hecho yo hice esta película porque mi idea era debutar en Primera División para llevar a la Selección Nacional al quinto partido pero me rompí la rodilla y entonces acabé actuando”, complementó el sentido irónico del comentario el actor Manolo Caso, que hace el papel de Gael, un escritor frustrado que quiere ser grande pero no hace nada para lograrlo.
Diego Calva, que hace de un DJ con mucha droga y aspiraciones altas, ofreció un enfoque diferente del impacto de este hecho en su vida. “De hecho el asesinato de Colosio, generacionalmente no nos tocó vivirlo a mí ni a Manolo. Creo que somos más bien parte de esa primera generación que creció con el mito del candidato mimetizado como esa esperanza de lo que no fue”.
Artemio añadió: “Eso es lo que significa su figura, y era importante tomarlo para ver cómo pensamos los mexicanos pero también quería hacer algo divertido, donde nos la pasáramos bien y quizá reflexionáramos sobre estos temas pero no desde el lado del adoctrinamiento. Esta es una comedia psicodélica que no pierde ese sentido del humor”.
Las figuras públicas también representan sueños rotos
Calva también habló acerca de las figuras públicas que de repente son esos emblemas de la esperanza pero acaban por ser otro sueño roto. “Es algo que resuena pero siempre lo ha hecho, desde la búsqueda del vellocino dorado o el Santo Grial. Algo que me movió mucho sin saber realmente el pedo que pasó con Colosio en 1994 es la idea de que todo lo que hacen estos güeyes parte del egoísmo y les vale madre el candidato. Mi personaje lo ve así: si lo salva, igual puede tocar en el Azteca. Es una motivación similar a la de los personajes del Mago de Oz. Existe la chance de que nadie quiera a Dorothy y el pedo es que cada quién quiere algo y hará lo que sea por conseguirlo”.
Caso complementó la idea con un ejemplo muy curioso pero común, el fútbol: “Lo retomo porque, sin llegar a ser algo político, siento que a mí me mejoraría más la vida con un triunfo de la Selección. Esa es la mediocridad y egoísmo de los que Artemio y Diego hablan. En mi caso, un sueño personal es ver a México no ser campeón del mundo sino mínimo que pase a los cuartos de final. Lo otro es de trámite para los alemanes o brasileños pero para nosotros es la meta”.
Por su parte, Narro declaró: “Si llegásemos a la final ya de verdad sería una cuestión de preguntarnos qué cambió o qué pasó. Si México ganara el mundial de fútbol, amaneceríamos con unas calles sin un solo bache. La bacanal de ver borrachos brincando entre sí se quedaría corta con ello”, bromeó el realizador.
Algo interesante del filme es la química y la contraposición de los protagonistas en ColOZio, pues representan dos caras de una misma situación. “Creo que es una de las grandes ideas de esta película, el mostrar ese agua y aceite. Juntar a unos chavos drogadictos con un burócrata que no tienen nada que ver pero que de alguna manera funciona en este viaje. Eso fue parte de lo maravilloso de trabajar con Orlando”, afirmó Manolo.
“Sobre todo ese choque, de dos tipos que pertenecen a la güerocracia del arte mexicano y un cabrón que aunque es político tampoco le interesa mucho el rumbo del país, solo quiere ser el todas mías y ligarse a la compañera de oficina”, complementó Diego.
“El hecho de que mi personaje traiga corbata es como poner a un tipo a decirles a estos morros ‘güeyes, respétenme´. Eso porque Mundo pertenece al círculo de la política, entonces cree que por eso merece ese respeto. Pero sobre todo, lo hace de una manera falsa y mediocre, pues está como diez mil empleados alejado de Colosio como para decir que trabaja con él”, expresó Moguel.
“A veces, solemos agarrarnos de esas cosas para tener tema de conversación, presumir cuando en realidad lo único de lo que fanfarroneas es de tu mediocridad. Es muy a todo dar la forma en que hacen esta relación los dos chavos con él en medio del ácido, las drogas y de confrontar esos objetivos que si llegaran a lograr, sucederá algo que nadie realmente alcanza”, agregó.
ColOZio fue producida en el 2020 y ahora llega un estreno limitado después de tres años, algo que implica un largo viaje que les trae grandes memorias a los involucrados. “Ese viaje que nos dimos en Durango a la hora de filmar fue muy loco. Entre los cambios de locaciones, que estábamos en medio de la nada inmersos en la película me parece que es algo de lo bello de esta chamba”, dijo Calva.
“Cuando haces una peli es durante equis cantidad de meses y te vuelves una microfamilia que te absorbe por completo hasta lograr grandes amistades. La realidad ColOZio es un tanto como la película y en este particular caso fue algo muy locochón, hacerla fue como un gran chiste de una buena borrachera”, continuó el actor.
“El gran triunfo de ColOZio es fracasar”: Manolo Caso
“Definitivamente fue un viaje muy divertido para todos. Fue algo muy freestyle, recuerdo que Manolo perdió su avión antes de llegar al rodaje. Luego en el estrés dejamos a Orlando en el primer día de filmación varado en el hotel. Pasábamos ese tipo de situaciones y eso solo sumaba al delirio de lo que estaba pasando”, dijo Narro.
“Además, el COVID fue el primer fracaso de este filme pero cuando de repente se va al Festival de Guanajuato y gana el Premio de la Prensa y una mención especial fue algo sorpresivo. Pero bien podríamos habernos quedado pensando en qué hubiera sucedido si la pandemia no pasaba y llegábamos a otros lugares”, meditó el director y artista plástico detrás de la cinta.
Por su parte, Manolo ofreció una definición interesante para este proyecto. “El gran triunfo de ColOZio es fracasar. Es una paradoja porque es una oda al fracaso y cuando fallamos se logra el cometido de la cinta. Puedo sonar muy mamón pero me parece que lo que vivimos es similar a cuando Eric Satie oía críticas de su música y se enojaba y decía que su música era para ser ignorada, que es algo que va en contra de la intención de la música en sí”, dijo.
“Las intenciones de Artemio no eran por obtener el aplauso ni por lo que hace la mitad de la industria del cine, que es por reconocimiento, sino por una cuestión completamente suya y eso es algo que valoro y respeto de él”, concluyó.
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