Escenario

‘Confesiones’: Una exploración de “una sociedad en putrefacción” desde el terror psicológico

ENTREVISTA. El cineasta Carlos Carrera y sus protagonistas Juan Manuel Bernal, Claudia Ramírez y Emilio Treviño comparten detalles del filme que llega este jueves a las salas nacionales

Fotograma de 'Confesiones'. Fotograma de 'Confesiones'. (CORTESIA)

Carlos Carrera es uno de los grandes cineastas mexicanos de las últimas décadas. Filmes como La mujer de Benjamín (1991) y El crimen del Padre Amaro (2002), o el cortometraje El héroe (1994) han dejado una huella profunda en nuestro cine. En la década pasada regresó a la ficción en el cine con su esperada película de animación Ana y Bruno (2017) y, tras una larga espera, ahora regresa a los terrenos del cine de ficción con Confesiones, que llega a las salas nacionales este jueves luego de estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

En su nueva pieza fílmica Carrera utiliza el terror psicológico y el suspenso para contar una historia en busca de la verdad de lo que define la oscuridad del ser humano en una sociedad llena de apariencias. En esta ocasión se adentra en la “perfección” de una familia acomodada que rompe su cotidianidad cuando uno de los integrantes desaparece.

Tras unas horas un hombre llega a la casa de la familia para discutir su regreso. Los términos no son monetarios, sino una confesión de un miembro de la familia que ha cometido un acto atroz. Uno por uno, confesión por confesión, el intruso expone a cada miembro de la familia revelando sus secretos más profundos e impactantes.

“En lo que me motivó para esta película estaba la venganza por un lado y estaba la frustración ante la violencia que ya había explorado en Backyard un poquito y, pues hablar de otras cosas, de cómo veo yo las relaciones humanas, no sólo en situaciones tan extremas sino en general de cómo no cómo podemos ser capaces de, por ejemplo, en una familia no conocer o no comunicarnos con nosotros miembros de la familia y de hecho, pues, o sea que aparentemente son personas muy conocidas, pero en realidad son unos extraños”, expresó el cineasta.

“Y por otro lado, pues hacer una película de estas características. Era una película de género hacer un thriller o terror psicológico. A mí me gusta mucho el teatro de cámara donde hay pocos personajes y me gusta mucho estos trucos que se llama Stringer y entonces ahí sus personajes se juntan y entonces se hacen pedazos entre ellos ahí, o sea, son tres personajes, entonces esta película puede fallar, así que quisimos hacer algo parecido”, añadió el cineasta en entrevista con Crónica Escenario.

Con la venganza como catalizador, se trata de una historia que amalgama de thriller psicológico, suspenso y drama, que invita al espectador a reflexionar sobre el papel hegemónico que juegan las redes sociales en nuestra vidas y su autoridad para perjudicar a los demás.

“Hago de este personaje que llega a irrumpir a esta familia y a tomar la batuta de Dios entre ellos. Lo que más me encantó de mi personaje es la torpeza. La torpeza de cómo lleva todo, porque desde la entrada se ve que es alguien que llega a irrumpir un hábitat que está en perfecta paz y llega tratando de comportarse como un profesional pero no lo es y se le nota”, expresó Juan Manuel Bernal.

“Va haciendo un Tour de Force y va tratando de forzar todo para tratar de llevar las cosas a donde él quiere llegar a pesar de su torpeza. Me encanta como este universo contado por Carlos cómo se va resquebrajando. Cómo vamos, y con el ejemplo de la cebolla, quitándole capas para llegar al corazón, al meollo del asunto en donde no hay tapujos y se muestra la miseria humana”, añadió el actor.

Además, para el actor, la película, desde la perspectiva del personaje desvela un sentir común en la sociedad: “Hay un dolor tremendo detrás del personaje, pero para el espectador su torpeza es lo que le da esa comedia involuntaria. A mí me encanta encontrar esas cosas de los personajes porque siento que andamos por la vida diciendo que sí, ‘andamos bien, a toda madre’, pero por dentro muchas veces nos está llevando la chingada y esa es la manera en que nos protegemos de los demás. Por eso esta película me parece un gran ejercicio de cómo es una sociedad en putrefacción”, enfatizó. 

Por su parte el personaje femenino más potente recae en Claudia Ramírez como la madre de familia, una exitosa mujer dentro del mundo académico que también guarda oscuros secretos: “Me sorprende porque yo como persona que difícilmente tiene algún secreto o algo que esconder. Lo que ves es lo que soy. Soy muy torpe y si quiero esconder algo se me sale. Entonces me sorprende Sara porque ella es una maestra de la apariencia y viéndolo desde afuera es la única que hace las cosas sin rodeos, tiene una frialdad que impone y me cae muy mal, porque parece que no le importa nada más que su objetivo a pesar de las circunstancias, es un egoísmo muy duro”, expresó.

En la actualidad, la codependencia que tenemos gran parte de la población a la tecnología, ha llegado a tal grado, que la información que proporcionamos a la red puede perjudicarnos peor de lo que nos imaginamos. Es en este rubro donde el personaje de Emilio Treviño cobra fuerza como el hijo mayor de la familia.

“Lo que me llevo es que nadie es tan malo ni tan bueno como parece, eso me deja el personaje y todas las personas tenemos muchas capas y máscaras y muchas de ellas son inconscientes, además. Creo que lo bonito de este trabajo fue explorar en los personajes las heridas y las razones por las cuales eligen lo que eligen”, expresó Treviño. 

“Me parece que los momentos en que realmente podemos conocer a Juan Pablo, más allá de sus máscaras son momentos que se tenían que trabajar de forma muy profunda desde el guión porque sin conocer sus raíces sería un personaje que quedaría como muy cliché. Es cierto que Juan Pablo es impulsivo y visceral, pero podemos conectar con él porque todos tenemos algo visceral, nada más que muchos aprendemos a controlarlos y en el cine los ponemos en otras situaciones”, concluyó.

Confesiones aspira a contar una historia llena de giros y descubrimientos que poco a poco expondrán a sus personajes. La trama promete momentos de reflexión con temáticas actuales, y una presencia importante de las redes sociales, que servirán como “jueces” a la hora de evidenciar los actos de los protagonistas. Llegó a las salas nacionales este jueves.

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