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Carlos Bruñas Zamorín, mejor conocido como Cruz Cafuné, ha dejado una marca imborrable en el underground de su país. También ha demostrado ser un verdadero erudito musical, con un conocimiento que abarca desde el rap hasta el trap, manteniéndose siempre un paso adelante de las tendencias, como si fuera el profeta del ritmo.
“Contento, ansioso, me muero de nervios porque siempre lo estoy a la hora de cantar, pero el público es puro amor y eso siempre me da ganas de volver”, comienza entusiasmado en una entrevista para Crónica Escenario.
Cruz Cafuné nos contó su perspectiva única sobre su relación con México, revelando lo siguiente: “Siempre estoy en mi burbuja, no uso muchas redes sociales, no soy muy consciente de cómo mi música toda o mueve a la gente. Generalmente, siempre estoy en mi casa o en el estudio. Cuando estoy en México, la gente es muy ferviente, me hacen regalos y me cuentan experiencias personales que han tenido y sus experiencias con mi música. Es un choque de realidad que lo que hacemos tiene un impacto y yo encantado”, dijo.
Compartió con nosotros un emotivo encuentro que tuvo con un fan en Guadalajara hace algunos años. El artista reveló: “Hace unos años en Guadalajara, un chico me contó que había tenido una enfermedad muy grande y que la habría pasado escuchando el álbum anterior. Estuvimos hablando bastantes minutos y nos dimos abrazos. Entiendo que le guste, pero no tan intenso y me marcó por varios meses”.
Nos revela su íntimo proceso creativo: “Vivir cosas, salir, conocer gente que tenga inquietudes parecidas a las mías, que estén dentro de este ramo artístico. Me gusta enamorarme, pero también el proceso de desenamorarme. Viajar también, lo que hace un poco todo el mundo. Las canciones que hago son como la actualización de lo que ha pasado en mi vida”, comentó.
En estas palabras, el artista revela que su inspiración se nutre fusionando su vida personal con su obra de manera única y auténtica. “Viví una pandemia, una ruptura, me mudé a Madrid. Hicimos mucha música, pero también descartamos muchas otras”, complementa.
Estas palabras reflejan la autenticidad y sinceridad con las que el artista aborda su música, permitiendo que sus creaciones fluyan de manera natural, impulsadas por sus experiencias personales y su conexión genuina con el mundo que lo rodea.
“Intento estar en el estudio y contar las cosas que me preocupan. Mis amigos cercanos son los que me conocen, saben qué es lo que necesito contar y cómo hacerlo. Es todo muy orgánico. No intento forzar nada, ya que sería un fastidio estar en personaje cada vez que hago una aparición”, añadió.
“Simplemente voy, escribo y grabo. La gente conecta con eso, les mueve algo y lo hacen suyo”, concluyó.
El cantante se presentó el pasado sábado en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.
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