Escenario

Daniel Drexler: “El arte es como la biología, una cadena que va hacia adelante”

El cantante y compositor uruguayo, Premio Gardel de la Música [2013], estrena su nuevo sencillo “En esta cama”, acompañado de un videoclip>

Retrato en blanco y negro de un hombre barbudo mirando hacia arriba
El sencillo formará parte del material que lanzará este año. Foto: El sencillo formará parte del material que lanzará este año. Foto: (Cortesía de Jesús Conejo)

El compositor uruguayo Daniel Drexler [53 años] comparte la experiencia y visión que ha acumulado con el paso de los años y la manera en que las incorpora a su vida como un mantra que hoy replica con su reciente sencillo “En esta cama”, el cual se desprende del que será su próximo álbum.

“La canción viene con mucha intensidad y pasión; me lo permití porque quizá hace 10 o 15 años no me animaba a poner frases tan directas como ‘llevar a donde pida el corazón’, una frase que parece hasta naif. Toda la canción es como un encuentro erótico hacia un clímax”, explicó en entrevista con Crónica Escenario.

“Me di cuenta de la intensidad del vínculo y no solo de un deseo en la era Tinder, donde uno dice ‘paso las páginas y elijo’; éste es un deseo intenso con una determinada persona, con la que hubo una historia previa”.

Además, el tema cuenta con un videoclip grabado bajo la dirección de Diego Stickar y Dante Martínez: “La canción es de intensidad concentrada y necesitaba que eso se reflejara en el video. Me gusta el trabajo de Diego y Dante y por eso los fui a buscar; tuvimos largas discusiones que por suerte ellos ganaron”, bromeó.

“Lo que buscaba lo lograron con una imagen contrastada a partir de los colores y especialmente con el pulso narrativo; de alguna manera lograron sumar imagen a una canción que no es fácil llevar a un video”.

Por otro lado, comentamos con Daniel la frase incluida en la canción: “las ganas de escaparnos del reloj, poner en pausa un mundo tan veloz”, para cuestionar si el amor (de pareja, familiar o de amigos), es una manera de abrazar el presente y poner pausa.

“Yo creo que sí, uno a veces valora las cosas a partir de la ausencia, cuando no están, pero creo que también la frase es producto de estos últimos dos años donde antes los encuentros se daban naturalmente como hacer un asado en casa con amigos, y lo último que se te ocurría es que esa situación pudiera ser peligrosa desde el punto de vista epidemiológico; creo que me llevó inconscientemente a escribir de ese tema y darme cuenta hasta qué punto la intensidad en las relaciones es una forma de frenar el tiempo y el reloj”.

“Quizá lo que uno más sufre en estas nuevas coordenadas de relaciones efímeras, ya sean laborales, de amistad, familiares, eróticas o de pareja, es que uno tiene la sensación de que logramos detener el tiempo y quizá lo que uno más anhela cuando hace una canción es que eso sea un fin en sí mismo y el tiempo quede detenido”.

Hablando sobre el concepto de detener el reloj, preguntamos qué piensa sobre vivir más en el presente y de la importancia de amar el quehacer laboral:

“Estamos viviendo un cambio dramático, una fase de aceleración exponencial; antes un cambio tecnológico podía demorar 100 o 200 años, en el siglo pasado podía tomar de 5 a 6 años y hoy en día puede ocurrir en año o año y medio… eso sin lugar a dudas impacta nuestras vidas”.

“Creo que el trabajo tiene una dimensión afectiva. Con el esfuerzo que uno está poniendo en algo que es más que simplemente ganar dinero, es una actividad creativa. Hay una canción de Jorge (Drexler) que yo adoro y que sacó en su más reciente disco que dice ‘hazlo por amor al arte’, osea cobra lo que tengas que cobrar pero hazlo por amor al arte”.

“Es importante también amar lo que uno hace, si no se convierte en una fuente de angustia. ¿Dónde está puesto tu corazón?, ¿dónde estás buscando tu creatividad? Yo trato de que esa dimensión no utilitaria de la vida siga existiendo, esa dimensión de lo que uno hace por amor al arte, y congeniar con que sea viable para vivir”.

Y es esa capacidad de supervivencia lo que ha movido su carrera, sorteando los cambios dentro de la industria, donde algunas tendencias favorecen más a ciertos proyectos; producto de las nuevas formas de consumo de las generaciones más jóvenes.

“Creo que bajar de la montaña con una verdad absoluta nunca fue válido y en este momento todavía menos, pero también estoy muy contento de vivir un momento tan emocionante y dinámico”.

“No tengo la visión de que las generaciones que vienen detrás estén perdidas o que la música que están haciendo como el trap o el reggaeton sea una porquería y que nosotros tenemos que venir a enseñarles lo que es la música. Por el contrario, el arte es como la biología, una cadena que va hacia adelante; me interesa ver cómo va aleatoriamente hacia adelante esta pelota con sus ensayos y errores, sus aciertos y equivocaciones”, concluyó.

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