Cuando Dayna Goldfine y Daniel Geller decidieron que para contar la historia de Leonard Cohen lo harían a través de uno de sus temas más emblemáticos no podrían imaginar el torbellino de emociones y revelaciones que le darían a los seguidores del cantante canadiense fallecido en diciembre del 2016. Hallelujah: Leonard Cohen, a Journey, a Song no sólo es un recorrido por la vida del cantautor sino que es un generoso viaje por las emociones de crear un tema que ha traspasado el tiempo.
Hallelujah: Leonard Cohen, a Journey, a Song nos lleva a conocer los pormenores de una canción con más de 180 versos escritos y trabajados a través del tiempo, proceso que no terminó con la salida de la canción en el disco Various Positions (1984) sino que continuó evolucionando, no sólo en la voz de Cohen sino en diversos covers, siendo el de John Cale para el disco tributo I'm Your Fan (1991) la más celebrada, tanto que el mismo Cohen la usaría para sus interpretaciones en directo.
“Siempre pensé que había algo malo en mí y que había que arreglarlo a través de la búsqueda de la espiritualidad”, dice el músico en uno de los pasajes de la película, dando pistas sobre una vida en la que trató de buscar respuestas o, mejor, formular las preguntas adecuadas a su insatisfacción permanente que rebalsaron su origen judío, en un recorrido que lo llevó desde tener en las giras a algo así como un asesor espiritual japonés o a recluirse por años en un convento zen de la ciudad de Los Ángeles.
La película trata de “Hallelujah”, una canción casi religiosa que luego, muy lentamente fue tomada por la cultura pop, primero a través de Bob Dylan y luego de su propio autor, que la transformó e hizo suya sacándole los versos más religiosos para convertirla en una obra secular.
En el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, los creadores del documental sostuvieron un encuentro con la prensa, donde explicaron que “durante la investigación nos dimos cuenta de que mucha gente ya había despertado el interés de otros productores para hablar de Hallelujah, pero habían desistido por tres razones: la primera es que estaban seguros de que Leonard Cohen no les iba a dar una entrevista; la segunda, no podrían conseguir los derechos de todas las versiones que se habían hecho de la canción, y la tercera que sería muy aburrido hacer un documental sobre una canción”.
Ante este panorama, Goldfine y Geller decidieron no amilanarse y comenzaron por buscar la aprobación del mismo Cohen, la cual consiguieron. Pero con la muerte del cantautor, a los 82 años, en noviembre de 2016, la posibilidad de entrevistarlo quedó totalmente descartada: “Nos hizo reconceptualizar la película”, señaló Goldfine. “Decidimos que, como no pudimos entrevistarlo, íbamos a hacer una película en la que íbamos a viajar con Leonard desde el momento en el que le dijo al mundo que era un compositor, además de ser un poeta”, añadió.
Sobre la planeación del trabajo Dayna confirmó que “Nos tomó mucho tiempo hacer esto y de alguna forma también tiene que ver con el concepto de tiempo que tenía Leonard Cohen mismo, porque él aceptaba, aunque no siempre le hacía muy feliz esto o le molestaba, incluso, que él no era capaz de escribir una canción en 15 minutos como Bob Dylan, tan solo este clásico le tomó siete años hacerlo, así que de alguna forma es apropiado que nos hayamos tardado el mismo tiempo”, dijo.
Sobre la forma de trabajar, Goldfine apuntó que “nos hubiera encantado entrevistar a Leonard, pero sabíamos que eso no sería posible a los 80 años o a los 82, que fue cuando nos pusimos en contacto con él, lo cual nos hizo reconceptualizar toda la película, si lo hubiéramos podido entrevistar hubiera sido totalmente distinta la historia, más enfocada en un hombre reflexionando y la vida que vivió, sin embargo, lo que decidimos fue viajar con él desde el momento que anunció al mundo que no sólo era un poeta sino también un cantautor y compositor de canciones”.
Finalmente, cabe decir que una pregunta obligada era la de conocer su impresión al hacerse pública la noticia del fallecimiento de Leonard Cohen, Dayna tomó la palabra para decir; “(En ese momento) ya éramos amigos de mucha gente cercana a Leonard, fue un día antes de las elecciones en Estados Unidos y yo estaba de compras en el supermercado, pensaba que íbamos a tener una fiesta celebrando la victoria de Hillary Clinton y recibí un mensaje de texto al teléfono, creo era de Larry ‘Ratso’ Sloman diciendo: ‘Hay un rumor terrible de que Leonard ha fallecido’, fue lo primero que escuchamos, no fue anunciado al mundo hasta dos días después. Aunque nadie admitía que eso había ocurrido, teníamos esa tremenda sensación en nuestro interior de que él había fallecido”, concluyó Goldfine.
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