Escenario

‘Delicado’: Crecer es difícil… aún más si es en un hogar roto

CORTE Y QUEDA. Es una delicada manera de contarnos una trágica historia y también una grata sorpresa y una amplia recomendación para aquellos que busquen qué ver en My French Film Festival

Madre e hija acostadas en la cama
Fotograma de 'Delicado'. Fotograma de 'Delicado'. (ESPECIAL)

Desde el 13 de enero y durante un mes, hasta el 13 de febrero, puedes encontrar una variada selección de cine francés en la página oficial de My French Film Festival completamente gratis, gracias a su treceava edición.

Una de las cintas con mejor recibimiento del festival es Petite Nature, o Delicado, en su título en español. Esta es la historia de Johnny, un niño de apenas 10 años de edad con responsabilidades lejanas a su etapa y cuya vida cambia cuando su nuevo profesor ve su potencial.

La cinta dirigida por Samuel Theis y que dura sólo noventa y tres minutos, es un claro ejemplo de la calidad del festival, sobre todo en el género del drama. 

Delicado es un estudio de la infancia en un ambiente corrupto. Un contexto en el que una familia disfuncional puede cambiar por completo los roles establecidos dentro de un núcleo familiar. ¿El padre es siempre el que provee? ¿Qué pasa si no lo hay? ¿El niño es quien únicamente se debe preocupar por sus estudios, llevar una sana alimentación y divertirse todo el tiempo que pueda?

En esta historia contada con sutileza nos encontramos con una realidad en la que Johnny, interpretado magistralmente por Aliocha Reinert, es quien debe llevarse las manos a la cabeza y fungir incluso, como un adulto. Ser el niñero de su hermana y desempacar cajas tras vivir su primera mudanza son algunas de las responsabilidades que este niño tiene que enfrentar día con día y que para él son de lo más normal en su vida.

A pesar de que no es una película sobre la transición de la adolescencia hacia la adultez, como un coming-of-age nos tiene acostumbrados, se siente como tal, pues además de las responsabilidades del hogar, Johnny está descubriendo su sexualidad. Y no es para nada algo complicado de entender si tomamos en cuenta que vive rodeado de promiscuidad. 

Algo que verdaderamente embellece esta historia, es su fotografía. Y es que el cineasta francés sabe dónde poner el ojo para relatar una historia complicada, desde el punto más natural y sencillo posible. No con esto estoy tachando a la cinta de simplona, sino todo lo contrario; Delicado funciona por su naturalidad, por sus personajes. Porque es una película actuada con tanta simpleza que es creíble.

Ya sea Reinert con un personaje confundido, Olexa como la madre negligente, o Reinartz como el profesor entusiasta, todos mantienen un nivel excelente que ayuda a que el filme se sostenga.

Si bien la primera hora de la cinta nos mantiene en un curso calmado, pero que engancha al espectador por su curioso relato, el tercer acto es lo que le da completa vida a la cinta. Theis se olvida de las sutilezas y la belleza de sus imágenes, para explotar a sus personajes en una narrativa que está a otro nivel. Johnny está cansado. Cansado de que se le haya arrebatado su infancia. Cansado de no saber qué hacer. Cansado de no tener idea de cómo sentirse. Y eso, con un fabuloso Reinert, se transmite al espectador, no a través de las imágenes, sino mediante deliberadas líneas de diálogo dignas de un cierre difícil para el personaje. 

En conclusión, Delicado es una delicada manera de contarnos una trágica historia. Claro que pudo haber sido muchísimo más dramática y contar con un mejor desarrollo de personajes -sobre todo los secundarios-, pero es en esa simpleza donde radica la magia del filme. Una grata sorpresa y una amplia recomendación para aquellos que busquen qué ver en My French Film Festival.

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