Escenario

‘¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret’: Coming-of-age entrañable sobre el descubrimiento

CORTE Y QUEDA. La cineasta Kelly Fremon Craig realiza una nueva adaptación del popular libro de Judy Blume a más de medio siglo de su lanzamiento

La familia perfecta
Fotograma de ‘¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret’. Fotograma de ‘¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret’. (CORTESIA)

Es 1970. Margaret Simon (Abby Ryder Fortson) es una menor que está entrando a la adolescencia, y ha vivido toda su infancia en New York. Un día, cuando vuelve a casa tras su estancia en un campamento de verano, es recibida con una noticia que le impacta: su familia ha decidido mudarse a New Jersey, porque su padre Herb (Benny Safdie) ha recibido una promoción en la empresa donde trabaja, y por ello deben cambiarse de ciudad.

La noticia afecta profundamente a la protagonista, porque tal decisión implica separarse de su adorada abuela Sylvia (Kathy Bates), de sus amigos, pero sobre todo, irse del barrio donde creció y en el cual hasta entonces ha vivido muy feliz. Abrumada, el mismo día cuando le comunican tal decisión, en secreto inicia un monólogo (el primero de muchos) con Dios, pidiéndole primero que la mudanza no suceda para luego, resignada, suplicar porque su nuevo domicilio no sea un mal lugar.

A partir de este evento, la vida de Margaret pasa por toda serie de cambios: conoce y se hace de nuevas amigas, comienza a tener sus primeros intereses amorosos, pero sobre todo; es el principio de un camino de descubrimiento y transformaciones propios del inicio de la pubertad, donde además de los cambios fisiológicos que esa etapa de la vida conlleva, la curiosidad propia del personaje la llevará a experimentar y conocer cosas nuevas, a tomar todo tipo de pequeñas decisiones, y equivocándose en no pocas ocasiones. E irá aprendiendo de todo ello y de paso, podrá comprender mejor a su familia y a otras personas en su entorno. Y mientras todo esto tiene lugar, a través de sus solitarios monólogos con Dios, externará sus sentires, sus ansiedades, y sus anhelos relacionados con estas nuevas experiencias.

A la par de esa búsqueda, y motivada por un ensayo escolar el cual le es asignado por su profesor, el señor Benedict (Echo Kellum); la joven también comienza en paralelo una exploración de su lado religioso, ya que paradójicamente, aunque se dirige a Dios en todo momento, ella en realidad no practica ninguna religión, ya que al ser de padre judío y madre cristiana, ambos decidieron años atrás no imponerle alguna de esas religiones, y dejarla a ella decidir eso con el tiempo. Y en esa otra búsqueda, la protagonista probará (y cuestionará) diversos credos.

En 1970, la escritora estadounidense Judy Blume publicó uno de sus libros más exitosos: ¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret (Are you there God? It's me, Margaret, en su título original en inglés), el cual fue multigalardonado y recibió diversos reconocimientos, y en su momento fue muy popular y discutido por el retrato realista de su protagonista principal; por el tono cándido de la historia, y por hablar de forma franca y natural sobre temas como la sexualidad y la religión. Hasta la fecha, sigue ocupando un lugar especial dentro de la cultura literaria y popular norteamericanas.

A Blume se le hicieron varios ofrecimientos para llevar esta novela a la pantalla grande, pero los rechazó. Y no fue sino hasta 2018 que por fin accedió a vender los derechos de su obra para adaptarla al cine a James L. Brooks y Kelly Fremon Craig, siendo esta última la encargada de escribir el guión y dirigir el filme, el cual empezaría su proceso de producción en 2021. Y finalmente ha llegado a pantallas en este 2023.

Aunque su filmografía es aún escasa -este es su tercer largometraje-, en sus anteriores trabajos Fremon Craig ha concebido comedias ligeras pero provistas de candor y sensibilidad, en las que se ha centrado en figuras femeninas quienes, en un momento clave de sus vidas, deben enfrentarse a cambios drásticos, obteniendo de ellos valiosas lecciones las cuales terminan por redefinirlas.

Y aquí no es la excepción: de forma simultánea a la adquisición de su primer sostén, de recibir su primer beso romántico, de sufrir su primer decepción amorosa, y tener su primera menstruación, la protagonista irá aprendiendo nuevas cosas de su entorno, de su familia, de sus amigas, de la gente que le rodea y sobre todo, de sí misma. Y ese aprendizaje gradualmente irá ayudándole a definir la persona que quiere ser, en lugar de ser la persona la cual algunos desean que sea. Todo ello narrado de forma divertida y significativa a la vez.

En ese aspecto, y aunque el personaje de Margaret es el centro de la trama, el argumento le brinda también un foco especial a Barbara, su madre (estupendamente interpretada por Rachel McAdams) cuya vida profesional también se ve afectada por el cambio de ciudad, debiendo dejarla atrás para tratar de convertirse en otra persona y adaptarse a esa nueva realidad, dedicándose por completo al hogar e integrándose a cuanto comité escolar la invitan. 

Pero pronto se dará cuenta que algo le falta, y ello le impulsará a encontrar un nuevo equilibrio entre su vida familiar y profesional. Incluso Sylvia, el personaje de la abuela, llega a tener un rol destacado: al resultar afectada colateralmente por la mudanza, y ya no tener cerca -al menos físicamente- a sus seres queridos, no desea sentirse sola y ello la lleva a relacionarse con otras personas y encontrar una nueva forma de ser feliz, acorde a la etapa de la vida que ahora experimenta.

Así, ¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret funciona no sólo como un entrañable y amable coming-of-age, sino también como un relato de descubrimiento y maduración el cual transcurre en tres distintas etapas de la vida, a cuyos personajes femeninos -además de los vínculos de sangre- les une la búsqueda de una identidad, de su propio lugar en el mundo, y de aquello que les haga verdaderamente felices y plenos.

Para finalizar vale hacer una aclaración por si el título da otra impresión: esta no es una película de corte religioso ya que, como se mencionó antes; el tema es abordado más bien como uno más de los aspectos incluidos dentro de esa búsqueda de su protagonista principal en pos de descubrir quién es realmente y forjarse una identidad propia.

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